El Reinado de Isabel II: Consolidación del Liberalismo en España

El reinado efectivo de Isabel II se inicia con el anuncio del general Narváez, quien adelantó la mayoría de edad de Isabel, proclamándola reina con tan solo 13 años. Los moderados dominaron el panorama político durante la mayor parte de su reinado.

Etapas del Reinado

1. La Década Moderada (1844-1854)

El partido moderado, liderado por el general Narváez, asumió el poder con sucesivos gobiernos. Sus pilares se basaban en:

  • Defensa de la soberanía compartida entre la Corona y las Cortes.
  • Mantenimiento del orden social y la propiedad privada.
  • Centralismo administrativo.
  • Protección de los intereses de la oligarquía.
  • Defensa férrea de la religión católica.

La Corona vinculó su destino al del sector liberal al intervenir a favor de los moderados. La burguesía conservadora buscaba establecer un orden político que frenara tanto las aspiraciones democráticas de los sectores progresistas y populares como las pretensiones absolutistas de los carlistas.

Durante esta década, destacaron los gobiernos moderados presididos por Bravo Murillo y Narváez, caracterizados por su conservadurismo y centralismo. Sus principales medidas fueron:

A. Orden Moderado

Priorizando el orden sobre la libertad, se implementaron dos medidas fundamentales:

  • Creación de la Guardia Civil: Con fines civiles pero estructura militar, garantizaba la protección ciudadana tanto en zonas rurales como urbanas.
  • Limitación de la libertad de imprenta: Se prohibieron ciertas críticas al gobierno y se controló la prensa.
B. Constitución de 1845

De carácter moderado, establecía una monarquía constitucional que reforzaba los poderes de la Corona. La soberanía era compartida entre el Rey y las Cortes.

  • Poder Ejecutivo: Residía en el Rey, quien tenía derecho a disolver las Cortes, vetar leyes y presentar iniciativas legislativas.
  • Poder Legislativo: Compartído entre el Rey y las Cortes, que eran bicamerales. El Senado era designado por el Rey, mientras que el Congreso se elegía por sufragio censitario muy restringido.

La Constitución incluía una declaración teórica de derechos y libertades, pero establecía la religión católica como la única legal. Además, el Rey nombraba a los alcaldes y presidentes de diputación.

C. Sistema Electoral

La ley electoral establecía el sufragio censitario y distritos uninominales, lo que favorecía a las zonas rurales, más conservadoras y fácilmente manipulables.

D. Centralización del Estado
  • Se implementaron medidas para controlar el gobierno y la administración provincial y local. Se creó la figura del Gobernador Civil y el gobierno central nombraba a los alcaldes.
  • Se adoptó un único sistema de medidas y pesas para todo el país.
  • Se reguló la educación pública con la Ley de Educación, estableciendo tres niveles educativos: primaria, secundaria y superior. Los centros podían ser oficiales (públicos) o privados.
  • Se aprobó un nuevo Código Penal.
  • Se reformó el sistema fiscal, reemplazando el complejo sistema del Antiguo Régimen. Se establecieron impuestos indirectos (aduanas, bienes de consumo) y directos (actividad industrial y comercial, propiedades).

Se firmó el Concordato con la Santa Sede para reconciliar al Estado con la Iglesia Católica. Sin embargo, el monopolio del poder por parte de los moderados, su creciente autoritarismo y los escándalos de corrupción provocaron el Bienio Progresista.

2. Bienio Progresista (1854-1856)

Se inició con el pronunciamiento militar del general O’Donnell y la publicación del Manifiesto de Manzanares, que buscaba un amplio respaldo popular. El objetivo no era destronar a la reina, sino forzarla a aceptar reformas democráticas. Ante la presión, la reina encargó formar gobierno a Espartero, mientras que O’Donnell ocupaba el Ministerio de Guerra.

Las medidas más destacadas del Bienio Progresista fueron:

  • Restablecimiento de la legislación abolida en 1844, como la Ley de Imprenta y la Milicia Nacional.
  • Expulsión de los jesuitas, acusados de conspirar contra el gobierno.
  • Elaboración de una nueva Constitución, conocida como la»non nat», de carácter progresista, que no llegó a promulgarse.
  • Aprobación de la Ley del Ferrocarril para modernizar el país, con subvenciones a las compañías interesadas en construir líneas férreas.
  • Reordenación del sistema bancario con la Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias.
  • Ley de Desamortización de Madoz, que afectó a todos los bienes de manos muertas, incluyendo los de la Iglesia. El objetivo era obtener capital para financiar el ferrocarril y otras infraestructuras, pero perjudicó a los campesinos que se beneficiaban del uso de esas tierras, aumentando la conflictividad social en el campo.

En este periodo surgieron intentos de asociacionismo obrero en un clima de conflictividad social.

3. Alternancia de Moderados y Unionistas (1856-1868)

Con el regreso al poder de Narváez, seguido de O’Donnell y los unionistas, se inició una nueva etapa. O’Donnell creó el Partido Unión Liberal, que buscaba un punto intermedio entre moderados y progresistas. Durante su gobierno, se vivió un periodo de relativa paz social y prosperidad económica, así como una política exterior de prestigio.

Política Interior:

  • Desarrollo del ferrocarril y obras públicas (carreteras).
  • Mejora de la marina mercante y de guerra.
  • Expansión del telégrafo.

Política Exterior:

  • Guerra contra Marruecos por los ataques a Ceuta.
  • Intervenciones militares en Perú, Chile y Ecuador.
  • Intento de recuperar Santo Domingo.
  • Intervención en la Conchinchina (Vietnam) en defensa de misioneros.

Los elevados costes de estas intervenciones militares provocaron el descrédito de los gobiernos de la Unión Liberal, llevando a la dimisión de O’Donnell en 1863. Ese año, Narváez y los moderados volvieron al poder hasta la caída del régimen moderado y de la propia monarquía en 1868.

Crisis Generalizada (1866-1868)

En los últimos años del reinado de Isabel II, se produjo una crisis generalizada que abarcó los ámbitos social, político y económico:

  • Crisis Social: Aumento del paro y revueltas en ciudades y el campo, duramente reprimidas por el gobierno.
  • Crisis Política: El autoritarismo del gobierno moderado y la impopularidad de la Corona provocaron la pérdida de apoyo social y el descrédito del régimen.
  • Crisis Económica: Hundimiento de los valores ferroviarios y, posteriormente, de toda la Bolsa, lo que agravó la crisis general.

Esta crisis generalizada culminó con la Revolución de 1868, que puso fin al reinado de Isabel II y abrió un nuevo periodo en la historia de España.

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