El Reinado de Isabel II: De la Regencia a la Revolución Gloriosa

La Regencia (1833-1843)

Regencia de María Cristina (1833-1840):

  • La Primera Guerra Carlista obligó a María Cristina a buscar el apoyo de los liberales moderados.
  • Se creó un sistema centralizado de administración, basado en una nueva división provincial (49 provincias administradas por una Diputación y un Gobernador Civil).
  • Se concedió el Estatuto Real, una carta otorgada en la que la Corona se reservaba amplios poderes.
  • Mendizábal realizó la desamortización de 1836 (supresión de órdenes religiosas, nacionalización de sus bienes y venta en pública subasta).
  • Se promulgó la Constitución de 1837, que intentó contener a progresistas y moderados.
  • Con el fin de la Primera Guerra Carlista y la firma del Convenio de Vergara, María Cristina renunció a la regencia y se exilió a Francia.

Regencia de Espartero (1840-1843):

  • Su política autoritaria y la represión de protestas disminuyeron su popularidad.
  • Su actuación en la insurrección de Barcelona, que culminó con el bombardeo de la ciudad, originó su caída en 1843.

El Reinado de Isabel II (1843-1868)

Mayoría de Edad y Dominio Moderado (1843-1854)

  • Intervención de la reina en política.
  • Participación de los militares en el gobierno.
  • Monarquía liberal muy conservadora.
  • Incapacidad de la reina para conectar con el pueblo.
  • Gobiernos muy autoritarios.
  • Presencia en el parlamento exclusiva de los partidos oligárquicos, mediante sufragio restringido.

Los moderados se hicieron con el poder al asumir Isabel II el trono y reprimieron los levantamientos progresistas. En 1844, se inició un periodo de dominio moderado con una interrupción de dos años de gobierno progresista, que duró hasta 1868 con la Revolución de la Gloriosa.

La Década Moderada (1844-1854):

  • Figura principal: General Narváez, líder de los moderados.
  • Promulgación de la Constitución de 1845, de ideología conservadora.
  • Reformas legislativas:
    • Creación de la Guardia Civil.
    • Reforma de la Hacienda.
    • Código Penal de 1851.
    • Control del poder municipal.
    • Competencias educativas en manos del Estado.
    • Adopción del sistema métrico decimal.
  • Concordato de 1851: reconciliación entre la Iglesia y el Estado.
  • Segunda Guerra Carlista.

El Bienio Progresista (1854-1856)

En 1854, una revolución y el Manifiesto de Manzanares obligaron a la reina a entregar el gobierno al General Espartero.

  • Se convocaron Cortes Constituyentes y se aprobó la Constitución de 1856 (no promulgada).
  • Reformas económicas: Desamortización de Pascual Madoz, Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias, y Ley de Ferrocarriles.
  • Formación del partido Unión Liberal, fundado por O’Donnell.
  • Restauración de la Milicia Nacional y la Ley Municipal.
  • Clima de permanente conflictividad.

Gobierno de la Unión Liberal (1856-1863)

  • Estabilidad política y vuelta al conservadurismo con la Constitución de 1845.
  • Supresión de medidas del Bienio Progresista.
  • Impulso a las obras públicas y a las inversiones.
  • Política exterior activa: expedición a Indochina, intervención en México y campañas en Marruecos.
  • Dimisión de O’Donnell por la oposición y la crisis económica.
  • Retorno de los moderados con un gobierno autoritario y represivo.

La Crisis Final del Reinado (1863-1868)

Gobierno autoritario de Narváez, al margen de las Cortes. Grave crisis económica agravada por la crisis de subsistencia. Sucesos como la Noche de San Daniel y la sublevación del cuartel de San Gil llevaron al Pacto de Ostende:

  • Destronar a Isabel II.
  • Convocar Cortes Constituyentes por sufragio universal.

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