El Reinado de los Reyes Católicos: Unificación, Reformas y Expansión

La Unión Dinástica y la Monarquía Hispánica

Isabel I de Castilla casa en 1469 con Fernando II de Aragón. Tras la muerte de su hermano Enrique IV de Trastámara en 1474, Isabel entabla una guerra con su sobrina Juana la Beltraneja por la sucesión al trono castellano, finalizando con Isabel como reina de Castilla (Paz de Alcoçovas, 1479). Después, Fernando II se convierte en rey de Aragón. Con ambos monarcas en sus respectivos tronos, se unen las Coronas de Castilla y Aragón, creando una nueva entidad política: la Monarquía Hispánica.

Esta unión tuvo un carácter fundamentalmente dinástico (ambos pertenecían a la casa Trastámara). Cada reino conservó sus propias leyes, instituciones, moneda y aduanas. Se formó así un Estado plural, no unitario, integrado por diversos territorios con un monarca común. El término ‘España’ se refería más a una asociación de pueblos de la Península Ibérica que a un concepto político unificado.

Los Reyes Católicos (R.C.) no adoptaron la denominación de Reyes de España, ya que los diferentes reinos formaban la nueva monarquía. Las leyes y disposiciones reales eran firmadas por representantes de ambos reinos, y las instituciones juraron mutua lealtad. No obstante, el mayor peso territorial, demográfico y económico correspondió a Castilla.

Política Interior: Hacia una Monarquía Autoritaria

Los Reyes Católicos se propusieron transformar una monarquía de carácter feudal en una monarquía autoritaria. Para ello, tomaron diversas medidas:

  • Sometimiento de la nobleza: Sometieron por las armas a la nobleza y los grandes señores eclesiásticos, imponiendo su autoridad real.
  • Recuperación del patrimonio real: Recuperaron parte del patrimonio real que estaba en manos de los señores.
  • Pacto con la aristocracia: Aceptaron garantizar a la aristocracia y a la Iglesia su poder e influencia a cambio de su sumisión política. Las Leyes de Toro (1505) generalizaron el mayorazgo (vinculación de tierras y títulos nobiliarios que no podían venderse, asegurando el patrimonio nobiliario).

Reformas Institucionales para Reforzar el Poder Real

  • Consejos: Reorganización del Consejo Real de Castilla (1480), creado en el siglo XIV, como principal órgano de gobierno. Se apartó a la alta nobleza y se introdujeron funcionarios con formación jurídica. Se crearon nuevos cargos como los secretarios reales (intermediarios entre los consejos y el rey) y los virreyes (representantes del rey en territorios donde este estaba ausente). Además del Consejo Real de Castilla, se establecieron otros consejos especializados para el gobierno de los reinos: Consejo de Aragón, Consejo de Navarra (posteriormente), Consejo de la Inquisición y Consejo de las Órdenes Militares (Santiago, Alcántara, Calatrava), que administraba las tres grandes órdenes castellanas.
  • Cortes: Pérdida de protagonismo de las Cortes, especialmente en Castilla, que solo se reunían cuando los monarcas necesitaban recursos financieros o para confirmar al nuevo rey.
  • Control Municipal: Establecimiento del control real sobre los municipios de Castilla mediante el nombramiento de corregidores, que presidían los ayuntamientos velando por los intereses reales y desempeñando funciones administrativas, judiciales y de orden público.
  • Ejército: Creación de un ejército profesional permanente. La nobleza conservó cargos y prerrogativas militares, pero fue apartada de la dirección política.
  • Orden Público: Creación de la Santa Hermandad (1476), una especie de cuerpo policial con atribuciones policiales, judiciales y de recaudación de impuestos. Perseguía a los delincuentes en el ámbito rural, los juzgaba sumariamente y los ejecutaba.
  • Justicia: Reorganización del sistema judicial. Junto a la Audiencia o Chancillería de Valladolid, se creó otra en Granada para administrar justicia de manera más eficaz. En la Corona de Aragón, siguió vigente la figura del Justicia Mayor, cuya misión era ejercer de árbitro entre el rey y sus súbditos. Cataluña y Valencia mantuvieron sus propias instituciones judiciales.

La Unidad Religiosa

Establecieron la unidad religiosa como uno de los pilares de la nueva monarquía, mediante el reforzamiento del Tribunal de la Santa Inquisición (1478). Este se convirtió en un instrumento de control ideológico y unidad religiosa, dirigido principalmente contra los sospechosos de herejía, especialmente judíos y musulmanes convertidos al catolicismo (conversos) que supuestamente mantenían sus antiguas creencias.

La Inquisición se convirtió también en un medio para reforzar el poder real, ya que era la única institución con autoridad tanto en Castilla como en Aragón y dependía directamente de los monarcas.

La política de unidad religiosa se completó con el Decreto de expulsión de los judíos (1492), que obligaba a emigrar a aquellos que no se convirtieran al cristianismo. Tras la conquista de Granada, inicialmente se respetó la libertad religiosa de los musulmanes (mudéjares), pero en 1502 se les obligó a convertirse al cristianismo o abandonar España. La mayoría aceptó el bautismo sin convicción, continuando la práctica del islam clandestinamente (los mudéjares pasaron a ser llamados moriscos, musulmanes cristianizados).

Política Exterior: Expansión y Alianzas

La política exterior de los Reyes Católicos se enfocó en la consecución de varios objetivos estratégicos:

  • Aislar a Francia: Considerada la principal rival en Europa, se realizó una intensa política de alianzas matrimoniales de sus hijos con diversas casas reales europeas: Juana con Felipe el Hermoso (hijo del emperador Maximiliano I de Austria), Catalina con el futuro rey Enrique VIII de Inglaterra, e Isabel y María (sucesivamente) con el rey Manuel I de Portugal.
  • Expansión territorial y consolidación de dominios:
    • Península Ibérica: En 1482 iniciaron la conquista del Reino Nazarí de Granada, último reducto musulmán en la Península, que culminó el 2 de enero de 1492 con la anexión del territorio a Castilla. El rey Fernando anexionó el Reino de Navarra a la Corona de Castilla en 1512, completando la unificación territorial de la mayor parte de la península bajo su mandato (excepto Portugal).
    • Pirineos: Se recuperaron los condados de Rosellón y Cerdaña (1493), que Juan II de Aragón había cedido al rey de Francia.
    • Italia: Se consolidó el dominio aragonés sobre el Reino de Nápoles (1504) tras vencer a los franceses.
    • Norte de África: Se conquistaron enclaves estratégicos como Melilla (1497), el Peñón de Vélez de la Gomera, Orán (1509), Bugía (1510) y Trípoli (1510), con el objetivo de asegurar la navegación y detener el avance de los piratas berberiscos y del poder turco en el Mediterráneo occidental.
  • Expansión por el Atlántico:
    • Canarias: Se culminó la conquista definitiva de las Islas Canarias (1496), incorporándolas a la Corona de Castilla.
    • América: El hito más trascendental fue el descubrimiento de América. Destaca la figura de Cristóbal Colón, cuyo plan para encontrar una nueva ruta hacia las Indias navegando hacia Occidente fue rechazado inicialmente por Juan II de Portugal, pero finalmente aceptado por los Reyes Católicos. Estos firmaron las Capitulaciones de Santa Fe en abril de 1492, que establecían las condiciones del viaje y los títulos y beneficios que obtendría Colón.
    • La expedición partió del puerto de Palos (Huelva) el 3 de agosto de 1492 y, tras una escala en Canarias, las tres embarcaciones (la Pinta, la Niña y la Santa María) iniciaron la travesía rumbo Oeste. El 12 de octubre de 1492 llegaron a una isla del archipiélago de las Bahamas, que Colón llamó San Salvador (Guanahani para los nativos). Colón realizó tres expediciones más, explorando diversas islas del Caribe y la costa de Sudamérica, llegando a la isla de La Española, entre otros lugares. Murió en Valladolid en 1506, convencido de haber llegado a Asia.
    • La concesión de las tierras descubiertas a la Corona de Castilla, realizada por el Papa Alejandro VI mediante las Bulas Alejandrinas, fue considerada una usurpación de derechos por Portugal. Para evitar conflictos, los Reyes Católicos firmaron con Portugal el Tratado de Tordesillas (1494). Este tratado trazaba una línea imaginaria de demarcación 370 leguas al Oeste de las islas de Cabo Verde: las tierras al Oeste del meridiano serían para Castilla y las situadas al Este para Portugal, lo que permitiría a este último colonizar Brasil.
    • Tras Colón, otros exploradores continuaron la exploración: Alonso de Ojeda, Juan de la Cosa y Américo Vespucio navegaron en 1499 por las costas de Venezuela y Brasil. Juan de la Cosa elaboró el primer mapa que incluía las nuevas tierras americanas en 1500. Vasco Núñez de Balboa atravesó el istmo de Panamá y descubrió el Océano Pacífico en 1513, confirmando la existencia de un nuevo continente.

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