El Sexenio Democrático (1868-1874): Crisis y Transformación en la España del Siglo XIX
El malestar político, económico y social durante el reinado de Isabel II condujo al pronunciamiento del almirante Juan Bautista Topete en la Bahía de Cádiz el 19 de septiembre de 1868. El modelo político isabelino forjado en torno a los partidos moderados y progresistas se había agotado.
En 1866 una coalición de fuerzas progresistas, demócratas y unionistas descontentos, firmaron el Pacto de Ostende que fue el primer episodio de un movimiento que acabó con el reinado de Isabel II.
El levantamiento militar de septiembre, además de la crisis agraria de 1866, el descrédito de la monarquía y el ideario democrático dieron paso a un movimiento revolucionario conocido como la Gloriosa. Esta revolución fue resultado de una alianza entre progresistas y unionistas, con la aportación de los demócratas, cuyo objetivo era derrotar a la reina, no acabar con un gobierno.
La revolución se extendió pronto por toda la Península produciéndose un combate entre las tropas sublevadas, al mando de Serrano, y los fieles a la reina, dirigidos por el general Pavía. Esta batalla tuvo lugar en el puente de Alcolea (Córdoba). El triunfo fue para los sublevados, lo que provocó que el día 30 Isabel II abandonara con su corte el país en dirección a Francia.
El Gobierno Provisional y la Búsqueda de un Nuevo Rey
El gobierno entregó el 29 de septiembre el poder en Madrid a una Junta Revolucionaria que se encargó de regular la revolución. El 3 de octubre esta Junta encomendaba al general Serrano la formación de un Gobierno Provisional, que se constituyó tras la llegada del general Prim que establecía la disolución a las juntas el 13 de octubre.
Este gobierno provisional estaba presidido por Serrano quien dirigió las primeras medidas:
- Se instauraron las libertades básicas destacando la religiosa.
- Se promulgaron medidas económicas de carácter librecambista.
- Se estableció un régimen monárquico.
- Se convocaron elecciones mediante sufragio universal masculino en 1869 a Cortes Constituyentes, iniciando sus sesiones el 11 de febrero y el debate del proyecto de nueva Constitución el 6 de abril.
El texto constitucional se promulgó dos meses más tarde que se establecía en el preámbulo la Soberanía Nacional de base popular y proclamaba la división de poderes y una amplia declaración de derechos. De su contenido destacaban que regulaba todos los derechos individuales, se establecía el sufragio universal masculino, se instauró un sistema laico-moral y por último el rey tenía atribuciones semejantes a las de constituciones anteriores aunque estaba sujeto a la Soberanía Nacional. Esta peculiaridad planteó la necesidad de buscar un nuevo rey lo que marcó la vida política de España hasta finales de 1870.
La adaptación de la monarquía provocó la oposición de los republicanos y obligó a nombrar a Serrano regente, mientras Prim ocupó la jefatura del Gobierno. El poder ejecutivo tuvo que enfrentarse en este momento a problemas internos y externos:
- Una guerra colonial con Cuba que se había iniciado en 1868.
- La oposición activa de los carlistas y alfonsinos.
- El descontento de las capas populares urbanas y rurales que veían sin respuesta sus demandas sociales.
En este agitado panorama se firmó el Pacto Federal de Tortosa en mayo de 1869, en el que los firmantes pretendían un proyecto de España de corte federal.
A estos problemas se sumó pronto la elección del nuevo rey, en este periodo llegaron a haber hasta cinco candidatos entre los que se encontraba Fernando de Coburgo que finalizó con la candidatura de Amadeo de Saboya como nuevo rey de España, por el empeño del general Prim que quería evitar la proclamación de la República. Pronto éste morirá en Madrid víctima de un atentado, desapareciendo así el principal valedor de Amadeo I y sin él, su reinado fue un largo desierto.
El Reinado de Amadeo I y la Inestabilidad Política
En enero de 1871, Amadeo entró en Madrid, juró la Constitución y comenzó la primera experiencia de una monarquía democrática en España que pronto sufrió el menosprecio de los altos mandos militares y de la aristocracia y la formación del gobierno fue encargado a Serrano.
El rey trató de adecuarse a la Constitución del sesenta y nueve, pero tuvo que enfrentarse por una parte a la división interna con los partidos que apoyaban a Amadeo:
- Una más conservadora con Sagasta a la cabeza, los llamados constitucionalistas, que contaron con el apoyo de los unionistas.
- Y otra más reformista, dirigida por Ruiz Zorrilla, los radicales, que representaban la Constitución del 69.
Estos dos bandos se enfrentaron, lo que llevó en 1871, Amadeo encargara el gobierno a Zorrilla pero pronto fue sustituido por un militar próximo a Sagasta.
Por otro lado existía una gran agitación sociopolítica que llevó a Sagasta a adoptar medidas represivas contra las organizaciones obreras, prohibiéndose las actividades de los internacionalistas y cualquier acto público. Además, el desprestigio del Gobierno obligó a Amadeo a sustituir a Sagasta y poner en su lugar a Serrano, quien estaba dirigiendo la guerra contra la sublevación carlista. Sin embargo, pronto fue sustituido por Ruiz Zorrilla que presidió el último gobierno de la monarquía amadeísta.
A toda esta inestabilidad política y social contribuyó la oposición de las élites tradicionales (nobleza y clero), los republicanos descontentos con la monarquía, el movimiento obrero se difundió por la Península y la Iglesia se consideró agraviada por los decretos del gobierno provisional y aumentó la oposición de las monarquías alfonsinas (Cánovas del Castillo) y los carlistas.
Conflictos y Tensiones del Sexenio
De esta forma, se produjeron dos importantes conflictos que marcaron el Sexenio:
- La Guerra de los Diez Años (1868-1878): Comenzó en 1868 y terminó con la Paz de Zanjón en 1878. Los insurrectos rechazaban su condición de colonia, denunciaban la presión económica y pedían la participación en el gobierno.
- La Tercera Guerra Carlista (1872-1876): Su líder fue el pretendiente Carlos VII, defendía la religión católica y la legislación foral en el País Vasco y Navarra. La guerra acaba en 1876 con la abolición de los fueros. En 1878 se establece el concierto económico donde el gobierno central y los diputados vascos fijaban el cupo que debían adoptar los territorios vascos del Estado.
La Primera República y el Golpe de Estado de Pavía
El día 10 de febrero de 1873 Amadeo de Saboya renunció a la Corona y un día después, el 11 de febrero, se proclamaba la República por una amplia mayoría de votos en los que se pensaba en un régimen similar al anterior pero sin monarca.
La pugna entre federales y unitarios marcó la historia de la primera experiencia republicana en España que duró desde 1873 a enero de 1874 con el golpe de Estado del general Pavía. En este tiempo se sucedieron cuatro presidentes (Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar), seis gobiernos, una intensa agitación social, dos guerras (carlista y cubana) y la revolución cantonal. También tuvo que enfrentarse a dificultades de legitimidad de su origen y la diversidad de corrientes políticas y proyectos.
Los Primeros Gobiernos de la República
El primer presidente fue Figueras cuyo gobierno estuvo formado por cinco ministros unitarios, se mantuvo la Constitución de 1869 suprimiendo los artículos referidos a la monarquía. En febrero, la Asamblea eligió un gobierno republicano y un mes después se disolvía tras haber abolido la esclavitud a Puerto Rico y haber suprimido las quintas. Se convocaron elecciones y un golpe de Estado para abril, que fracasó y supuso la ruptura entre radicales y republicanos. A Figueras le sustituyó Pi i Margall proclamando una república federal. Quería negociar con carlistas y republicanos, pero en julio de 1873 se produjo una huelga general en Alcoy. Pronto surgieron los cantones, el gobierno entró en crisis y sustituyó a Pi en la presidencia.
El Cantonalismo y la Presidencia de Castelar
El cantonalismo se inició en Cartagena, su objetivo principal era establecer el federalismo, hasta sus últimas consecuencias. Se basaba en la democracia directa, la autonomía de municipios y diputaciones y la defensa de los intereses de las clases medias y populares.
El 6 de septiembre, Salmerón dejaba la presidencia del poder ejecutivo, sustituido por Emilio Castelar que defendía una república unitaria y movilizó a los reservistas para acabar con el problema cantonal y continuar las dos guerras abiertas (carlista y cubana). Castelar presentó la necesidad de separar Iglesia y Estado y elaboró la Constitución non-nata de 1873 que defendía una “nación española” compuesta por diecisiete Estados.
El Golpe de Estado de Pavía y el Fin de la República
El general Pavía había preparado un golpe de Estado contra quienes habían derrotado a Castelar en las Cortes y defendían el retorno a experiencia federal. De enero a diciembre de 1874 se instauró un régimen conocido como República Unitaria del general Serrano, que presidió el Gobierno.
El 3 de septiembre Sagasta sustituyó al general Zavala en el gobierno, mientras el general Martínez Campos preparó un pronunciamiento. Más tarde Martínez Campos marchó hacia Sagunto donde el 29 de septiembre proclamó a Alfonso XII nuevo rey de España.
Conclusión
,n el Sexenio Democrático(1868-1874)la oposición política d España quedó dividida n dos grandes opciones:monarquía o república.Los partidos d la época isabelina eran n su mayoría monárquicos,pero la tendencia republicana,especialmente su orientación federal creció,d forma imparable después del destronamiento d los Borbones.