El Sexenio Democrático (1868-1874)
El Sexenio Democrático es el periodo de la historia contemporánea de España transcurrido desde el triunfo de la Revolución Gloriosa en septiembre de 1868 hasta el pronunciamiento del general Martínez Campos en diciembre de 1874. Se divide en las siguientes etapas:
- Gobierno Provisional (1868-1871)
- Reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873)
- Primera República (1873-1874), que a su vez se divide en:
- República Federal (presidentes: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar)
- República Unitaria (también conocida como la dictadura de Serrano)
El Sexenio Democrático concluye con el pronunciamiento en Sagunto del general Martínez Campos en favor de la restauración de la monarquía borbónica en la persona del hijo de Isabel II, Alfonso XII.
La Restauración Borbónica (1874-1931)
La Restauración Borbónica es la etapa de la historia contemporánea de España que comprende desde finales de 1874 (pronunciamiento de Martínez Campos) hasta el 14 de abril de 1931 (proclamación de la Segunda República). El nombre alude a la recuperación del trono por parte de un miembro de la Casa de Borbón, Alfonso XII, hijo de Isabel II, después del paréntesis del Sexenio Democrático. El gran impulsor de la Restauración fue Cánovas del Castillo. Se divide en:
- Reinado de Alfonso XII (1874-1885)
- Regencia de María Cristina de Habsburgo (1885-1902)
- Reinado de Alfonso XIII (1902-1931), en el que se incluye la dictadura de Miguel Primo de Rivera.
El Bipartidismo y el Turnismo
El bipartidismo, también conocido como “turnismo”, es un sistema político en el que dos partidos se alternan en el poder, dejando fuera al resto (minorías políticas). Sus defensores argumentan que genera estabilidad política, mientras que sus detractores piensan que el hecho de excluir a estas minorías es antidemocrático. Es un sistema político británico que fue traído a España por Cánovas del Castillo durante la Restauración Borbónica. Los dos partidos que se turnaban eran el Partido Conservador de Cánovas y el Liberal de Sagasta.
El Pucherazo y el Fraude Electoral
El pucherazo es el nombre con el que se conoce a la práctica de manipulación electoral llevada a cabo durante la Restauración Borbónica para asegurar el turnismo. Durante esta época funcionó en España una “democracia al revés”. En lugar de ser los ciudadanos los que elegían libremente a sus gobernantes en unas elecciones, eran los dos partidos (Conservador y Liberal) los que pactaban en Madrid el cambio de gobierno. A continuación, se convocaban unas elecciones que en realidad eran una pantomima, ya que servían única y exclusivamente para hacer creer a la gente que eran ellos los que habían decidido, cuando en realidad ya estaba todo pactado.
Para asegurar el “triunfo” del partido que en Madrid ya se había acordado que iba a gobernar, había que falsear las elecciones, para lo cual se recurría a los caciques (personas de gran poder en provincias) para que ellos, con su poder, consiguieran condicionar el voto de las gentes mediante sobornos económicos, violencia física, amenazas de despido, cambio de votos por favores, “incendio” fortuito de las urnas, manipulación de las votaciones con votos de personas ya fallecidas y trampas como guardar papeletas de votación en pucheros para añadir o quitar de la urna electoral según fuera necesario. A esta práctica se la denominaba “pucherazo” y desde entonces a cualquier tipo de fraude electoral se le denomina así.
El Caciquismo
El caciquismo es una forma distorsionada de gobierno local en la que el líder político, llamado cacique, tiene el control sobre los ciudadanos que conforman esa sociedad. El término «cacique» proviene del nombre que se otorgaba a los jefes de las tribus de las islas del Caribe. El caciquismo se dio en la España de la Restauración Borbónica, siendo el cacique un hombre económicamente poderoso e influyente que se encargaba de condicionar el voto, asegurando así el turnismo político. Este sistema fue abiertamente criticado por intelectuales de la época.
El PSOE y los Orígenes del Movimiento Obrero
El PSOE (Partido Socialista Obrero Español) es el primer partido obrero en España. Se fundó clandestinamente en Madrid en 1879, en torno a un núcleo de intelectuales y obreros encabezados por Pablo Iglesias y Jaime Vera. Su objetivo es la defensa de los intereses de la clase trabajadora.
Los Nacionalismos Vasco y Catalán
Nacionalismo Vasco
El nacionalismo vasco es una ideología política y cultural que aboga por la unidad de los territorios que entiende que configuran la nación vasca y que actualmente se distribuyen entre España y Francia. Surgió a finales del siglo XIX y su principal impulsor fue Sabino Arana, fundador del PNV (Partido Nacionalista Vasco). El nacionalismo vasco es un nacionalismo tradicionalista.
Nacionalismo Catalán
El nacionalismo catalán es una ideología política y cultural que defiende que Cataluña es una nación, en base a sus derechos históricos, su lengua, etc. Surge en el contexto cultural de la Renaixença (movimiento cultural de reafirmación de lo catalán a nivel literario, artístico, musical, etc.). El nacionalismo catalán tiene un matiz mucho más económico que el vasco, y el primer partido importante en esta línea fue la Lliga Regionalista.
El Desastre del 98 y el Regeneracionismo
Desastre del 98
Con el nombre de Desastre del 98 se conoce a la pérdida de las últimas colonias españolas (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) tras la Guerra de Cuba (1895-1898). España dejaba de ser una potencia colonial para pasar a ser una potencia de segundo orden.
Regeneracionismo
El regeneracionismo es un movimiento intelectual que, a raíz del Desastre del 98, medita objetiva y científicamente sobre las causas de la decadencia de España como nación. Su principal impulsor fue Joaquín Costa.