El Sexenio Revolucionario en España: De Isabel II a la Primera República (1868-1875)

Crisis del Reinado de Isabel II

Al final del gobierno de Isabel II, se produjo una grave crisis económica debido a varios factores:

  • Crisis financiera: Provocada por la caída en picado de las acciones en bolsa de las compañías ferroviarias.
  • Crisis industrial: Causada principalmente por la crisis de la industria textil catalana.
  • Crisis agrícola: Originada por la baja producción de trigo.

La Crisis Política

A la crisis económica se unió la crisis política, debido a que la reina siempre favorecía al partido moderado. Esto llevó a que, en 1867, los partidos progresista, demócrata y republicano firmaran el Pacto de Ostende, acordando una revolución no solo contra el partido moderado, sino también contra el trono. Poco después, la Unión Liberal se unió a este pacto.

La Revolución de Septiembre de 1868

La revolución comenzó el 19 de septiembre de 1868 con un motín en una parte de la flota de guerra del brigadier Topete, que se encontraba en Cádiz. Poco después, se unieron a la revuelta el general Prim y el general Serrano.

A esta revuelta se sumaron una serie de revueltas en algunas ciudades importantes del sur de España (la de los republicanos, la de los militares y la de los pobres). Para frenar estas revueltas, el Marqués de Novaliches envió a las tropas leales a la reina, que se enfrentaron al ejército de los rebeldes en la Batalla de Alcolea, donde las tropas de la reina fueron derrotadas. Los tres jefes militares que habían protagonizado las revueltas (Topete, Prim y Serrano) crearon el Gobierno Provisional, que gobernaba como un triunvirato militar.

Entre las primeras medidas que tomó el Gobierno Provisional estuvieron: eliminar las juntas revolucionarias y disolver la Milicia Nacional. Se pasó del Gobierno Provisional a una regencia, y el general Serrano se autoproclamó regente. Topete se retiró de la política y Prim fue nombrado jefe del Gobierno. A Prim se le encargó buscar en las cortes europeas un candidato a ser rey de España. Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes para redactar una nueva constitución.

La Constitución de 1869

Esta constitución se basaba en el principio de liberalismo racional. Los derechos y libertades que reconocía eran muy amplios: libertad de enseñanza, reunión, imprenta, inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia. En cuanto a la estructura del Estado, era una monarquía, pero la autoridad del rey era casi simbólica.

Se estableció la siguiente división de poderes:

  • El poder legislativo estaba en manos del Parlamento.
  • El poder ejecutivo estaba en manos del Gobierno.
  • El poder judicial recaía en jueces y tribunales independientes.

Las Cortes estaban formadas por Congreso y Senado, elegidas por sufragio universal masculino, pudiendo votar los mayores de 25 años. En cuanto a las provincias de ultramar (Cuba y Puerto Rico), se admitía que en el futuro se les darían los mismos derechos que a los españoles. Se daba libertad religiosa, aunque había un presupuesto para el culto con el que se pagaba a los sacerdotes.

El Gobierno Provisional pasó de una política económica proteccionista a una política económica de libre cambio. Se estableció la peseta como unidad básica monetaria para toda España, se subvencionó a los ferrocarriles con dinero del Estado y se dio la posibilidad de conceder las minas en concesión.

El Reinado de Amadeo I (1870-1873)

El Partido Republicano Federal (PRF) quería que España se dividiera en cantones, pensando en Andalucía como dos cantones: Alta Andalucía (Granada) y Baja Andalucía (Sevilla). La idea del cantonalismo se extendió tanto que hubo algunas ciudades que se declararon cantones independientes, como Cartagena, donde parte de la flota de guerra se les unió.

Prim encontró un candidato adecuado para el trono de España, Amadeo de Saboya. Tres días antes de que fuera nombrado rey de España, asesinaron al general Prim en un atentado terrorista. Amadeo fue nombrado rey el 2 de enero de 1871. Poco después, las Cortes se disolvieron y se convocaron nuevas elecciones.

Amadeo I reinó desde 1870 hasta 1873. La gente que estaba alrededor del trono durante el reinado de Isabel II ahora temía perder su poder y se puso en contra del nuevo rey. También se puso en su contra el pueblo, los grandes capitalistas y los altos cargos de la Iglesia.

Tuvo que enfrentarse a dos guerras:

  • La Tercera Guerra Carlista: Los carlistas se sublevaron aprovechando la revolución contra Isabel II. Su representante, Carlos VII, cada vez contaba con más apoyos.
  • Guerra colonial de sublevación en Cuba: Empezó en 1868 con el grito de Yara, y se le llamó la Guerra de los Diez Años. La situación se agravó porque los altos cargos que había en la isla, simpatizantes de Isabel II, pensaron que si se extendían las revueltas podrían derrocar al Gobierno.

En 1873, Amadeo abdicó y entonces Congreso y Senado proclamaron la República.

La Primera República Española (1873-1874)

La República empezó con gravísimos problemas:

  • Su proclamación planteaba dudas sobre su legalidad.
  • Comenzó en una situación de casi completo aislamiento internacional.
  • Gran parte de los que habían votado por la República eran partidarios del regreso de los Borbones, ya fuera Isabel II o su hijo.
  • Además, las dos guerras seguían activas.

El partido más importante que apoyaba a la República era el PRF. El primer presidente fue Estanislao Figueras, que dimitió a las pocas semanas. El segundo presidente fue Francisco Pi i Margall, que era presidente del PRF.

La Constitución de 1873 (no promulgada) convertía a España en un Estado federal compuesto por 17 cantones.

En el Estado español había tres niveles de poder:

  • Poder municipal: Ayuntamientos.
  • Poder cantonal: Cantones.
  • Poder federal: Federación de cantones.

Francisco Pi i Margall tuvo que enfrentarse a una serie de problemas:

  • Los carlistas.
  • La revuelta de Cuba.
  • La rebelión de algunos cantones.

Este dimitió de su cargo y entró Nicolás Salmerón, al cual le llegaron unas sentencias de muerte que tenía que firmar, pero él estaba en contra de esto y, por no firmarlas, dimitió. Fue elegido como sucesor Emilio Castelar, y el día 3 de enero se produjo un golpe militar por parte del general Pavía para que Castelar siguiera en el poder, pero como era honesto, no quiso gobernar así.

Posteriormente, el general Serrano, con el apoyo del ejército, se proclamó presidente de la República y gobernó casi un año.

El príncipe Alfonso firmó un manifiesto escrito por Cánovas del Castillo en el cual trataba de ganarse la simpatía de los españoles. En 1875, Alfonso XII fue nombrado rey.

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