El Siglo XVIII en Europa y España: Crisis del Antiguo Régimen, Ilustración y Reformas

El Siglo XVIII: Crisis del Antiguo Régimen e Ilustración

El siglo XVIII, también conocido como la época del Antiguo Régimen, se caracterizó por una profunda crisis en Europa. Este período estuvo marcado por la Ilustración, un movimiento intelectual que promovió la razón y el conocimiento, y que eventualmente condujo a importantes revoluciones.

La Crisis del Antiguo Régimen

A pesar del vasto tamaño de continentes como África, Asia, América y las regiones del Pacífico, el conocimiento europeo de estas áreas era limitado. La comunicación entre regiones era escasa, excepto en grandes ciudades y puertos, lo que retrasaba la difusión de noticias, ideas y mercancías. La población sufría una alta mortalidad infantil y se veía afectada por epidemias, enfermedades y guerras. A pesar de esto, la población europea experimentó un crecimiento durante este siglo.

En el ámbito económico, la agricultura seguía siendo la actividad principal, manteniendo la supremacía del mundo rural. El régimen señorial persistía, mientras que las opciones de transporte eran limitadas y las infraestructuras, escasas. La trata de esclavos continuaba activa, y existían obstáculos financieros (moneda, crédito) y comerciales (aduanas, peajes).

En el plano político, predominaba el despotismo ilustrado, un intento fallido de modernizar el poder absolutista incorporando ideas de la Ilustración. El poder absoluto se enfrentaba a las crecientes demandas del Tercer Estado, lo que llevó a un recrudecimiento del absolutismo.

Objetivos de las Reformas Ilustradas

  • Unificación y centralización del poder, incluyendo la intervención en asuntos eclesiásticos.
  • Solución del problema agrario y desarrollo de la industria nacional para reducir la dependencia del extranjero.
  • Extensión de la enseñanza, creación de centros de enseñanza media e introducción de nuevas asignaturas útiles como economía política, física, química y botánica.

La Ilustración y su Impacto

La Ilustración fue un movimiento intelectual que se desarrolló principalmente entre 1710 y 1790. Se basaba en:

  • La valoración de la razón como fuente de conocimiento.
  • La consideración del ser humano como centro del universo, promoviendo una cosmología antropocéntrica.
  • Una concepción de la historia basada en la fe optimista en el progreso.

Aunque tuvo su foco principal en Francia, Gran Bretaña y los Países Bajos, se extendió a otras regiones como Austria, Rusia y América.

España en el Siglo XVIII: Reformas Borbónicas y Crisis

En el plano internacional, España se convirtió en un estado marginal, aunque sus posesiones coloniales seguían siendo significativas. Francia e Inglaterra, las dos grandes potencias europeas, mantuvieron relaciones con España en su política exterior. Durante este período, Portugal se independizó de España. Los intentos de modernización política en España fracasaron en gran medida.

Monarcas españoles del siglo XVIII:

  • Felipe V (1700-1746)
  • Fernando VI (1746-1759)
  • Carlos III (1759-1788)
  • Carlos IV (1788-1808)

El Tratado de Utrecht (1713)

El Tratado de Utrecht benefició principalmente a Inglaterra, que obtuvo el «navío de permiso» y el «asiento de negros», otorgándole un gran dominio en el comercio ultramarino. Además, Inglaterra adquirió territorios como Gibraltar y Menorca. España, por su parte, perdió sus posesiones territoriales europeas.

La llegada de los Borbones a España implicó la implementación de una administración única y centralizada.

La Crisis Agraria del Siglo XVIII

La agricultura, aunque esencial, se enfrentaba a una baja productividad y rendimientos mediocres debido a técnicas e instrumentos anticuados. Además, una larga sequía afectó negativamente a las cosechas, provocando una crisis de subsistencias.

Consecuencias en el medio rural:

  • Escasez de alimentos, hambre, enfermedades y epidemias.
  • Aumento de la mortalidad y disminución de la mano de obra agrícola.
  • Descenso de la productividad agrícola.
  • Aumento de los precios de los productos y empeoramiento de la calidad de vida.

Consecuencias en el medio urbano:

  • Desabastecimiento de productos agrícolas.
  • Empeoramiento de las condiciones higiénicas, aumento de enfermedades y epidemias, y mayor mortalidad.
  • Aumento de los precios y descenso del nivel de vida.
  • Crisis de sobreproducción, cierre de talleres y aumento del desempleo.

Resultados: Surgieron motines de hambre o de subsistencia contra la especulación y la mala administración. Estas revueltas disminuyeron cuando mejoraron las condiciones climáticas y se restableció el equilibrio entre la población y los recursos.

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