El Establecimiento de Alfonso XII como Rey y el Funcionamiento del Sistema Canovista
La Restauración
En la Restauración de Alfonso XII, la figura de Cánovas del Castillo fue crucial. Este político pragmático y conservador aprovechó los efectos sociales del Sexenio Revolucionario (1868-1874) para impulsar su proyecto político. El desorden del Sexenio y el surgimiento de los primeros movimientos obreros llevaron a la burguesía y al ejército a adoptar posiciones más conservadoras.
Cánovas preparó a la opinión pública española para acoger favorablemente la llegada de Alfonso XII durante la Dictadura del General Serrano (1874). El Manifiesto de Sandhurst, un discurso del príncipe Alfonso (redactado por Cánovas), resumía su credo político y propugnaba la reconciliación nacional con una monarquía constitucional.
A finales de 1874, el General Martínez Campos protagonizó el Pronunciamiento de Sagunto, que proclamó a Alfonso XII como rey de España.
El Sistema de la Restauración
o Sistema de Cánovas pretendía construir un sistema estable y duradero. Para ello se inspiraba en la Monarquía Parlamentaria Británica y en el concepto de Constitución Interna de la Monarquía Española (respeto de las costumbres y la historia española). Las bases del sistema de Cánovas, son: 1-LOS APOYOS AL RÉGIMEN (terratenientes castellanos y andaluces, burguesía catalana y vasca y jerarquía eclesiástica). 2-SISTEMA DE TURNO PACÍFICO O TURNISMO. Recuerda el sistema británico de bipartidismo, dos partidos que se sucedían pacíficamente en el poder de acuerdo con el criterio del monarca,. No era un sistema democrático, sino representativo de los intereses de sectores de peso en la nación. Los partidos de turno, son: • El partido Conservador, dirigido por Cánovas, recogía a los moderados, unionistas y a los alfonsinos. Favorable al proteccionismo económico y catolicismo. Sus bases sociales son la burguesía latifundista y financiera, aristocracia y jerarquía católica. • El partido Liberal-Fusionista dirigido por Sagasta englobaba a los grupos burgueses más progresistas y demócratas e incluso a un sector de los republicanos. Favorable al librecambismo, libertad religiosa). Sus bases sociales son la burguesía industrial y comercial, profesiones liberales y funcionarios y clases medias. . Los partidos no se alternaban entre sí en el poder por un juego limpio electoral, sino que la alternancia estaba pactada de antemano . Esta alternancia “dirigida” desde el gobierno se conseguía gracias al fraude electoral. Éste se centraba especialmente en las circunscripciones electorales rurales (la mayoría de los escaños) y las relaciones de patronazgo El fraude electoral se basaba en el CACIQUISMO. cuyos 3 ejes eran los altos cargos en Madrid, los gobernadores civiles en las provincias y los “caciques” en los pueblos. Cada uno concedían favores (desde puestos de trabajo a pago directo de dinero) a cambio de votos y apoyo político. Cuando llegaban las elecciones, el gobierno pasaba a los Gobernadores Civiles una lista de candidatos que tenían que salir elegidos (el encasillado), éstos a su vez se valían de los caciques para obtener los votos necesarios por diferentes medios (compra de votos, coacción o simple pucherazo con la colaboración de la policía). Los caciques conseguían “favores” administrativos para favorecer a su pueblo (carreteras, permisos, administrativos, etc.). Si este proceso era insuficiente, eran frecuentes las alteraciones de las actas o el voto de personas inexistentes en el censo, “el pucherazo”. 3-La CONSTITUCIÓN DE 1876 definió el Sistema Político de Cánovas. Hasta el momento ha sido la de mayor vigencia en la Historia de España (1876-1923).. La forma en que se elaboró mostraba el espíritu de partida: el pacto, lo que explica su durabilidad. Lo más característico de ésta era su flexibilidad (se le denominó “cheque en blanco”), precisamente para ser aceptable por la mayor cantidad de fuerzas políticas. Por otro lado, tomaba elementos dispares de las constituciones anteriores conservadoras : SOBERANÍA COMPARTIDA), bicameralismo , estado confesional católico, y algo más progresistas (declaración de derechos aunque poco definida, indefinición del sufragio lo que en la práctica permitirá que sea censitario con la ley de 1878 y universal con la de 1890). La primera época del Período de la Restauración se corresponde con el reinado de Alfonso XII (1875- 1885). Fue el período de los éxitos del Sistema de Cánovas. Por un lado, Cánovas consiguió el mayor período de estabilidad política de todo el siglo XIX y por fin apartó a los militares de la política y acabó con la sombra de los pronunciamientos consolidando el poder civil en España. Asimismo, terminó con las guerras que se habían iniciado en el Sexenio. El final de la Tercera Guerra Carlista en 1876 terminó con el Carlismo como una fuerza enfrentada al régimen liberal. También supuso la abolición de los fueros vascos. Por su parte, el general Martínez Campos fue enviado a Cuba para pacificarla. Combinando la represión y las negociaciones, consiguió firmar la paz de Zanjón (1878), Alfonso XII murió en 1885 y su hijo póstumo Alfonso XIII nació unos meses después. Cánovas y Sagasta firmaron el Pacto de El Pardo (1885) en que se comprometen a mantener el sistema del turno de partidos durante la Regencia de María Cristina de Habsburgo (madre de Alfonso XIII) que duró de 1885 a 1902. En el período del partido largo, el Partido Liberal aprovechó para realizar una serie de leyes que profundizaron en el carácter aparentemente democrático del régimen. Hay que citar la Ley de Asociaciones de 1887 que permitía la legalización de las asociaciones obreras, o la Ley de Sufragio Universal (1890), que establecía el sufragio universal masculino (este último derecho es relativo, teniendo en cuenta el fraude electoral).