-El sistema canovista
Tras el pronunciamiento en Sagunto del general Martínez Campos (diciembre de 1874), Alfonso XII fue proclamado nuevo rey. Con la vuelta de los borbones se inicia el periodo histórico de la Restauración. El artífice de la misma fue Antonio Cánovas del Castillo. Por Restauración se entiende el restablecimiento de la monarquía en la figura de Alfonso XII, y en un sentido más amplio, el periodo comprendido entre 1874 y 1931, que se divide en las siguientes etapas:
El sistema político de la Restauración se convirtió en una farsa, que empezaba con cambios de gobierno pactados y terminaba en elecciones fraudulentas cuyos resultados estaban decididos de antemano.
El sistema canovista pretendía construir un sistema político estable y duradero. Para ello se inspiraba en la monarquía parlamentaria británica y en la tradición española en la que la soberanía estaba compartida entre el rey y las Cortes. Otro aspecto que recordaba al sistema inglés era el bipartidismo, dos partidos que se sucedían pacíficamente en el poder: el Partido Conservador, dirigido por Cánovas, recogía a los moderados y a los alfonsinos; el Partido Liberal, dirigido por Sagasta, englobaba a grupos burgueses más progresistas y demócratas e incluso a un sector de los republicanos. A grandes rasgos, este sistema se fundamenta en:
a) La Constitución de 1876.- Esta constitución tomaba elementos de otras anteriores como la de 1845 (conservadora) y la de 1869 (progresista). Sus principales características eran:
Congreso, con miembros elegidos por los ciudadanos. La constitución no determinará el tipo de sufragio, remitiéndose a una ley electoral que establecerá el sufragio censitario aunque, en 1890 se cambia por el sufragio universal masculino.Declaración amplia de derechos individuales, regulados por la legislación ordinaria. En la práctica los derechos quedaban limitados por leyes restrictivas. La Ley de Imprenta de 1879 consideraba delito todo ataque al sistema político y social de la Restauración.En el ámbito religioso, se optó por la tolerancia del estado confesional con otros cultos no católicos, aunque reconocía los privilegios tradicionales de la Iglesia Católica; era una fórmula intermedia entre la libertad de cultos (1869) y la confesionalidad del estado (1845).El estado se organizaba de forma centralista. Se controlaban los ayuntamientos (en las poblaciones de más de 30.000 habitantes, los alcaldes eran nombrados por el rey). Se establecía la unidad de códigos y la igualdad jurídica de los españoles, quedando abolidos los fueros de las provincias vascas, estableciendo la igualdad fiscal y de servicio militar para todos.b.- El “turnismo”.- El sistema estuvo controlado con la formación de dos opciones políticas: Cánovas aglutinó las diversas fuerzas moderadas (nobleza, terratenientes, oligarquía de negocios, altos mandos del ejército, iglesia) fundando el Partido Conservador, sostén de la monarquía alfonsina.
El partido de la oposición dinástica fue el Partido Liberal de Sagasta, quien agrupó a partidarios de la Constitución de 1869, que pedían el sufragio universal. El sistema, parlamentario en la forma, distaba mucho del británico, al que Cánovas tomaba como modelo.
Había un pacto entre ambos partidos, que establecieron un