Contexto Histórico del Primer Tercio del Siglo XIX en España
El primer tercio del siglo XIX en España fue un período marcado por la lucha entre el absolutismo monárquico y el liberalismo constitucional. Tras la Guerra de Independencia Española (1808-1814), en la que el pueblo español se alzó contra la invasión napoleónica, el país entró en una crisis política y económica. Durante la guerra, las Cortes de Cádiz habían promulgado la Constitución de 1812, un texto que establecía una monarquía constitucional y reconocía derechos y libertades. Sin embargo, con la vuelta de Fernando VII al trono en 1814, se restauró el absolutismo. El rey abolió la Constitución de 1812 y persiguió a los liberales, lo que generó un clima de gran descontento entre la población, sobre todo entre militares y sectores burgueses. Esta etapa es conocida como la Restauración Absolutista (1814-1820).
El levantamiento de Rafael del Riego en 1820 fue una sublevación militar llevada a cabo por tropas que, bajo su mando, se negaron a embarcar hacia América para sofocar las revueltas en las colonias. Los sublevados exigieron la reinstauración de la Constitución de 1812, comenzando en Cabezas de San Juan (Sevilla). Este levantamiento fue el detonante de lo que se conoce como el Trienio Liberal (1820-1823), una etapa en la que Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución y gobernar de acuerdo con un régimen constitucional.
Ideas Fundamentales del Tercer Párrafo y su Relación con la Personalidad de Fernando VII
En el tercer párrafo se menciona la «Constitución», refiriéndose a la Constitución de Cádiz de 1812, símbolo del liberalismo en España. Riego argumenta que la nación solo podrá salvarse si se restaura dicha constitución, ya que representa la base de un gobierno constitucional. Fernando VII es una figura clave en este conflicto. Durante su reinado, su carácter absolutista quedó demostrado cuando, tras la Guerra de Independencia, anuló todas las reformas liberales y persiguió a los partidarios del constitucionalismo. La oposición entre los liberales y los conservadores generó una serie de sublevaciones y enfrentamientos. El levantamiento de Riego de 1820 es un ejemplo de los intentos liberales por limitar el poder del monarca y devolver a España a un régimen constitucional.
El reinado de Fernando VII estuvo dividido en tres etapas:
- Restauración Absolutista (1814-1820): Tras su regreso, Fernando VII derogó la Constitución de 1812 y restableció su poder absoluto.
- Trienio Liberal (1820-1823): El rey se vio forzado a aceptar nuevamente la Constitución y a compartir el poder con los liberales.
- Década Ominosa (1823-1833): Después de la intervención de la Santa Alianza y el fin del Trienio Liberal, Fernando VII restableció el absolutismo y reprimió duramente a los liberales.
La Constitución de Cádiz de 1812
La Constitución de Cádiz de 1812, también conocida como «La Pepa», fue la primera en la historia de España. Fue promulgada por las Cortes de Cádiz durante la Guerra de Independencia, momento en el que el país estaba invadido por las tropas napoleónicas y el rey Fernando VII estaba en el exilio. Sus principales características son:
- Soberanía Nacional: El poder reside en el pueblo y no en el rey.
- Monarquía Constitucional: Establece una monarquía moderada donde el poder del rey está limitado por la constitución y las leyes.
- División de Poderes: El poder se divide en tres ramas: legislativo, ejecutivo y judicial.
- Derechos y Libertades: Proclamó una serie de derechos y libertades, como la libertad de imprenta y el derecho a la educación.
- Sufragio Masculino Indirecto: Los ciudadanos podían elegir a sus representantes a través de un sistema electoral indirecto.
Esta constitución, aunque fue breve en su aplicación, se convirtió en un símbolo del liberalismo español y en un referente para otros movimientos constitucionalistas en Europa y América.
La Guerra de Independencia Española (1808-1814)
La Guerra de Independencia Española (1808-1814) fue un conflicto entre España y el Imperio Napoleónico. Esta estalló tras el secuestro de la familia real española y la imposición de José Bonaparte, hermano de Napoleón, como rey de España.
Causas
- La intervención francesa en España y el Tratado de Fontainebleau (1807), que permitió la entrada de tropas francesas para invadir Portugal, fue un detonante clave.
- El descontento popular con la monarquía española, agravado por la crisis política y económica del país.
- La abdicación forzada de Carlos IV y Fernando VII en favor de Napoleón, lo que provocó la sublevación del pueblo español.
Etapas
- Invasión y Resistencia (1808): Tras la entrada de las tropas francesas y la proclamación de José Bonaparte como rey, el levantamiento popular dio lugar a una guerra de guerrillas y resistencia.
- Intervención Británica (1809-1812): Con el apoyo del Reino Unido, liderado por el Duque de Wellington, los ejércitos españoles lograron resistir el avance francés.
- Desenlace (1813-1814): Las fuerzas españolas y británicas consiguieron expulsar a los franceses, y Fernando VII fue restaurado en el trono.
Consecuencias
- Restauración de Fernando VII como rey de España.
- Promulgación de la Constitución de Cádiz en 1812, aunque fue derogada por Fernando VII al volver al poder.
- Inicio del conflicto entre absolutistas y liberales que marcaría gran parte del siglo XIX en España.
Causas Detalladas de la Guerra de Independencia Española
Invasión Francesa e Imposición de José Bonaparte: La entrada de tropas francesas en España, inicialmente como aliadas bajo el Tratado de Fontainebleau, se convirtió rápidamente en una invasión. Napoleón, aprovechando la debilidad de la monarquía española, intentó imponer a su hermano en el trono.
El Motín de Aranjuez y la Crisis de la Monarquía: La abdicación de Carlos IV y Fernando VII en 1808 creó un vacío de poder que Napoleón aprovechó para tomar el control del país, lo que indignó a los españoles.
Resistencia Popular: El levantamiento del 2 de mayo de 1808 en Madrid fue el primer indicio de la resistencia española contra la ocupación francesa. Este levantamiento fue brutalmente reprimido, lo que desencadenó una rebelión general en toda España.
Bandos Enfrentados
Franceses: Representados por las tropas imperiales de Napoleón, comandadas por su hermano, el monarca títere José I. Estas tropas eran el ejército más poderoso de Europa en ese momento.
Españoles: La resistencia española estaba formada por un ejército desorganizado y debilitado, pero el verdadero poder de la resistencia vino de las guerrillas y del levantamiento popular. Además, las Juntas Provinciales surgieron como órganos de gobierno que organizaron la resistencia armada. España también recibió apoyo de Gran Bretaña, bajo el mando de Wellington, que se alió con los españoles contra los franceses.
Desarrollo de los Acontecimientos de la Guerra
La guerra tuvo fases marcadas por intensos combates y atrocidades por ambas partes. Al principio, las tropas francesas avanzaron rápidamente. Sin embargo, la feroz resistencia española, con tácticas de guerrilla y la ayuda británica, comenzó a minar las fuerzas napoleónicas. Zaragoza y Gerona son ejemplos de la resistencia encarnizada en ciudades que se negaron a rendirse. Aunque las fuerzas francesas consiguieron tomar muchas de estas ciudades, su ocupación fue extremadamente difícil. La guerra fue notable por su brutalidad, algo que Goya reflejó en sus grabados, en los que documentó escenas de violencia, ejecuciones sumarias, hambre y sufrimiento civil. En 1812, la guerra comenzó a inclinarse a favor de los españoles y sus aliados británicos, con importantes victorias. Finalmente, en 1814, tras años de lucha y con Napoleón enfrentándose a dificultades en otras partes de Europa, las tropas francesas fueron expulsadas de España, y Fernando VII fue restaurado en el trono.
Consecuencias de la Guerra
La guerra dejó a España devastada, tanto en términos humanos como económicos. La infraestructura del país quedó gravemente dañada y la economía colapsó. Sin embargo, la Guerra de Independencia también marcó el inicio de un largo proceso de cambios políticos y sociales en España, que desembocarían en las futuras Guerras Carlistas y en las luchas entre absolutistas y liberales.