1. La conquista
romana fue un proceso histórico de dominio y control militar del territorio de
la península ibérica por parte de Roma.
Este proceso se produjo entre 218-19 ac.
El interés de Roma por el territorio hispano consistía básicamente en objetivos
económicos y estratégicos, ello explica que la Hispania fuera explotada en
beneficios de la metrópolis. Se pueden distinguir cuatro fases de la conquista:
la primera fase (218-197ac) supuso la conquista del sur y el este peninsulares,
destacando la toma de Cartago Nova y Gades.La península ibérica era la vía de
suministro del ejercito cartagines que mandado por Anibal, atacaba a Italia,
por este motivo Roma decide conquistar la península, para cortar esta ruta.
Este proceso concluyo con las guerras púnicas que consistió en enfrentar a Roma
con Cartago por lograr el poder del Mar Mediterráneo. Desde esa fecha y hasta
aproximadamente 202ac los romanos también conquistaron toda la costa
mediterránea, el valle del Guadalquivir y parte del valle del Ebro. Esta fase
sopone que se inicie la romanización. Una segunda fase (197-154ac) en la que
llego el dominio romano hasta alto del Ebro, Meseta Oriental y suroeste. Es una
etapa de consolidación y en la que se inicia la organización administrativa de
Hispania con la creación de dos provincias, Citerior, al norte y Ulterior al
sur. La tercera fase (154-29ac) afectó a las tierras centrales y occidentales,
ya que Roma tuvo que hacer frente a los numerosos movimientos de resistencia.
Primeo ante los lusitanios en las guerras lusitanias desarrolladas entre
154-137ac, después ante los celtiberos en las guerras celtiberas 154-133ac.
Viriato dirigente y Numancia, ciudad celtibera simbolizan esa actitud de
resistencia llamada sitio. Viriato derrotó a diversos generales romanos, hasta
ser vencido en el 139ac. A partir del 133 Roma inicia la ocupación de la zona
este y noroeste, poco tiempo después (123-121ac) los romanos conquistaron las
islas baleares. La última fase (29-19ac) corresponde con las guerras cántabras
en tiempos de Augusto, donde los romanos tuvieron que emplearse a fondo para
acabar con el control de cántabros, astures y galaicos, pueblos del norte de la
península.
En cuanto a la economía hispano-romana se trata de una economía esclavista, ya que los esclavos eran el motor económico de la época. Esta economía sufrió un importante desarrollo que freno a partir del siglo IIi. Las causas de este desarrollo fueron la racionalización y las mejoras técnicas que se fueron creando. En el sector primario ofrecía materias primas para la alimentación. Los territorios hispanos interesaban a Roma en el ámbito de la agricultura, debido al cultivo de la triada mediterránea: trigo, vid y olivo. Y en el de la ganadería por la cabaña ovina y equina: vacuna, cerdos, caballos, apicultura… Estos cultivos se localizaban en la región Bética. Muy importante también era la actividad pesquera en la cal ocupaba el primer lugar la industria de las salazones de la costa andaluza que se dedicaban a la producción de sal. Y también la forma de explotación agropecuaria, llamada villa que se trataba de una gran explotación latifundista dedicada a la producción para la exportación y trabajada por esclavos. En cuanto a la minería, los principales metales que se obtenían de las minas, en donde se utilizaba la mano de obra esclava, eran el otro, la plata, el cobre, el plomo, es estaño…Los distritos mineros mas relevantes fueron los de Cartago Nova, Andalucía, Asturias, León…
La economía del Impero romano se basaba en los intercambios comerciales. Se creo una red de comunicaciones terrestres y marítimas para poder poner en contacto distintas ciudades. EAl desarrollo comercial se apoyó en la configuración de una economía monetaria basada en el denario romano, que actuaba como moneda internacional.
La presencia romana en Hispania se tradujo en el orden social, en un gran desarrollo de la esclavitud. Esta sociedad oponía a las personas libres y esclavas. Este modelo social quedo definido por la integración de las elites indígenas principalmente de la concesión de la ciudadanía romana. Así, de diferenciaron varios grupos sociales: en lo mas alto de esta sociedad se encontraban los ciudadanos romanos duelos de grandes latifundidos y muy ricos. Eran los miembros del orden senatorial. Por debajo de ellos estaban los caballeros, procedentes de la aristocracia y que controlaban los cargos políticos, muchos tenían propiedades de tamaño medio o eran comerciantes y manufactureros. El grupo más bajo de los hombres libres era la plebe, formada por pequeños propietarios agrícolas, artesanos y trabajadores libres. Por debajo de toso ellos estaban aquellos que no tenían derechos ni eran libres; los esclavos. Cuando los esclavos alcanzaban la libertad aparece un nuevo grupo social llamado los libertos. En cuanto a la mujer romana, dependía del marido; no obstante gozaba de un grado de libertad mayor que en otras civilizaciones contemporáneas a la romana.
En cuanto a su organización administrativa, el espacio hispánico fue dividido en diversas circunscripciones para su mejor administración y control. Estas circunscripciones fueron las provincias, cada una de ellas dirigida por un gobernador y un consejo. Existían dos tipos de provincias, senatoriales que eran controladas por el Senado romano como la Bética o imperiales, controladas por el Emperador, como Tarraconense. En los inicios de la conquista siglo II ac, Hispania se dividió en dos provincias, Ulterior (actual Andalucía) y Citerior (costa mediterránea y valle del Ebro). Tras la dominación en la época de Augusto 27ac se crearon tres provincias Bética con capital en Corduba, Lusitania con capital en Emeria Augustay Tarraconense con capital en Tarraco. En los siglos III y IV dc, las provincias se hicieron mas pequeñas y numerosas: Gallaecia, Cartaginese, Tarraconense, Lusitania, Bética y Baleárica. Todas ellas quedaron en una única unidad administrativa superior llamada diócesis de Hispania.
La civilización romana fue esencialmente urbana, Hispania vio crecer el número y el tamaño de sus ciudades. Estas eran centros económicos y políticos que organizaban además su entorno rural. Los romanos crearon una excelente viaria basada en las calzadas, con la finalidad de organizar el territorio y asegurar su control militar y administrativo. Tres fueron los ejes de comunicación principales: la via Augusta, la vía de la Plata y la vía Transversal.