España bajo el Reinado de los Reyes Católicos: Unificación y Modernización

Los Reyes Católicos: Construcción del Estado Moderno

Introducción

Con los Reyes Católicos, se abre una etapa a caballo entre la época feudal y la Edad Moderna. **Isabel de Castilla** y **Fernando de Aragón** consiguieron con su matrimonio la unión de ambas coronas y el fortalecimiento del poder monárquico, desarrollando el concepto de **monarquía autoritaria**. Lucharon por la defensa del catolicismo, terminando con la última etapa de la **Reconquista** tras la toma de Granada, y ampliaron fronteras, ya no sólo por la consolidación en el Mediterráneo, que fue obra de la Corona de Aragón, sino también al abrirse hacia el Atlántico con la conquista de las Canarias y el Nuevo Mundo, por parte de Castilla.

1. Unión Dinástica y Guerra de Sucesión

A finales de la Edad Media, la Península estaba dividida en cinco reinos: Castilla, Aragón, Navarra, Portugal y Granada. Los Reyes Católicos llevarán a cabo la unificación de todos ellos, con la excepción de Portugal.

Utilizarán la política matrimonial para conseguir sus objetivos. El primer paso se dio con el matrimonio entre Fernando e Isabel en 1469. La boda fue en secreto porque las relaciones entre los dos reinos eran tensas. De hecho, al conocerse la noticia, el rey Enrique IV (el Impotente), hermano de Isabel y a la que él ha nombrado heredera el año anterior, por el Tratado de los Toros de Guisando, revoca su testamento en favor de su hija Juana (la Beltraneja, los nobles que la creían hija del favorito del rey don Beltrán de la Cueva).

De esa manera, a la muerte del rey se inicia una guerra dinástica entre los partidarios de doña Juana –apoyada por Alfonso V de Portugal- y los de Isabel apoyados por Aragón. El desenlace tuvo lugar en la batalla de Toro en 1476, que consolidó a Isabel como reina en las Cortes de Madrigal, en detrimento de Juana, de hecho había sido proclamada como tal en 1474. La guerra continuó tres años más, hasta la firma del Tratado Alcaçobas-Toledo.

La victoria supuso la unión personal de los dos reinos más importantes de la Península, pero esta unión no fue una unión fuerte, sino débil. El nuevo estado que surge no tendría –aparte de la Corona- ninguna institución común. Cada reino conservaba las propias, y en el caso de Aragón, cada uno de los reinos que formaban la Corona (Cataluña, Aragón, Valencia, Baleares y Nápoles) conservarán un grado de autonomía muy elevado.

2. Conquista de Granada

La conquista de Granada fue una de las consecuencias inmediatas de la unión de ambas coronas, y de Isabel y Fernando en el conflicto de la sucesión, y aseguró su posición frente a la nobleza, a la que consiguieron hacer participar de forma masiva en la guerra.

La guerra de Granada fue clave para desarrollar el sistema fiscal y la capacidad militar castellana y significó un momento clave en la forja del estado castellano moderno.

La supervivencia del Reino Nazarí de Granada se debió a las querellas entre los reinos ibéricos y las convulsiones políticas en Castilla.

En la política internacional, la conquista del último reducto político de Al-Ándalus significó asegurar el flanco mediterráneo de la Monarquía ante el empuje turco que en 1480 había atacado Otranto, en el sur de Italia; asimismo, la toma de Granada dejó a los Reyes Católicos las manos libres para encarar con fuerza los otros frentes de su política exterior, especialmente su rivalidad con Francia en el Rosellón, Italia y Navarra.

La contienda iniciada en 1482, estuvo marcada por el poderío militar cristiano y por las desavenencias internas en el reino musulmán. Tuvo sus principales momentos en las conquistas de Ronda (1485) y Málaga (1486). El sitio final de la ciudad de Granada, de abril de 1491 a enero de 1492, culminó con la rendición final de Boabdil, el último monarca del último reino musulmán de la península ibérica.

Este reino es vasallo de Francia, los Reyes Católicos, no quieren tener un aliado de los franceses en el territorio peninsular y deciden invadir Navarra. Se ocupa el territorio en 1515 e incorporado a Castilla.

Organización del Estado

Se produce un reforzamiento de la autoridad monárquica, lo que le valió el enfrentamiento con la nobleza más levantisca; unidad territorial y religiosa.

La tarea, iniciada durante los años de la guerra civil en Castilla, continuó a lo largo de todo su reinado. Isabel y Fernando pusieron fin al conflicto entre poder nobiliar y poder real que había caracterizado a la Baja Edad Media. Con los Reyes Católicos la autoridad de los monarcas fue restaurada y se consolidaron las instituciones de gobierno y la hacienda pública.

En Castilla, el gobierno tiene el carácter de monarquía autoritaria, mientras que en Aragón se mantiene todavía el concepto de una monarquía pactista. El fortalecimiento del poder real se percibe a través de:

a) Reorganización de la Hacienda y reforma financiera

Fue una primera y necesaria medida de los monarcas. Adoptada en las Cortes de Toledo de 1480, se revisaron las mercedes (concesiones a los nobles) efectuadas durante el reinado de Enrique IV. Esta medida, que perjudicó esencialmente a los nobles que habían apoyado a Juana «la Beltraneja», permitieron a los monarcas rescatar más de la mitad de sus rentas. Se necesitaba reducir el déficit y buscar nuevos ingresos. Se impondrán una serie de tributos como las alcabalas, tercias reales, aduanas, servicio y montazgo (para la Mesta) o las monedas foreras.

Para recuperar parte de las rentas reales, que estaban en manos de la aristocracia desde tiempos de Enrique IV, se crea el Acta de Reasunción de las Cortes de Toledo, por la que los nobles eran desposeídos de la mitad de sus rentas. Otra forma de recaudar fue a través del encabezamiento, en el que es el municipio el encargado de la recaudación. La Iglesia tampoco se benefició ya que la Corona le cobraba las tercias, la bula de Cruzada y los subsidios de las rentas eclesiásticas. Los impuestos extraordinarios debían ser votados por las Cortes a petición de los monarcas y pagados por los plebeyos (pecheros).

b) Instituciones de gobierno

  • Virrey: Como el rey no puede residir en todos sus reinos a la vez, nombra a un representante que atiende reclamaciones y dicta justicia.
  • Sistema de Consejos: La monarquía de los Reyes Católicos es supranacional, no Imperial. Hay una centralización del poder en Castilla, quedando el resto de las piezas como asociadas mediante el sistema de Consejos que podían ser de dos tipos: administrativos y geográficos; todos ellos bajo la supervisión del Consejo Real de Castilla. Para llevar a cabo su política centralista, las Cortes de Castilla fueron reducidas en sus atribuciones, no sucediendo igual en Aragón, donde, a pesar de todo, quedaron debilitadas. El instrumento esencial de este gobierno fueron los Consejos reforzándose el Consejo Real de Castilla, junto al que aparecieron otros como el de Inquisición, el de Aragón 1551, Hacienda, Consejo de Guerra, Consejo de Indias y Consejo de Italia. El monarca gobierna desde la Corte ayudado por estos Consejos, cuya burocracia estaba formada por funcionarios elegidos tras un minucioso sistema selectivo. En la corona aragonesa, la figura del virrey adquiere toda su función ante la ausencia continuada del monarca, que reside en Castilla.

Para nombrar a consejeros, delegados, gobernadores, presidentes de Audiencias etc., se les sometía a un minucioso examen, que pasaba incluso por una investigación de su pasado en su localidad de residencia, en busca de posibles irregularidades.

El Consejo Real tenía, como competencias, facultades legislativas, ejecutivas y Judiciales (es el auténtico centro de poder). Estaba compuesto por un prelado, tres caballeros y ocho o nueve letrados. El Consejo Real actuaba como árbitro entre los otros consejos.

  • Santa Hermandad: En 1476, en las Cortes reunidas en Madrigal de las Altas Torres, se aprobó la constitución de la Santa Hermandad. Organismo policial y judicial, que ejercía también una importante labor en la recaudación de impuestos. La Santa Hermandad fue clave en la restauración de la paz y el orden en el reino.
  • Corregidores: Un tercio de las tierras castellanas estaba bajo la administración directa de la monarquía, en esta porción territorial es en la que el Corregidor juega un importante papel en el proceso centralizador de los Reyes Católicos, al ser un representante real con funciones Judiciales y gubernativas a nivel local. Los corregidores eran nombrados anualmente a través del Consejo Real. Podemos distinguir dos tipos de corregidores:
    • Corregidores Mayores los que actuaban en las ciudades con voto a Cortes y sobre grandes extensiones geográficas.
    • Corregidores Menores los encargados militarmente de las fronteras y que actúan sobre ámbitos urbanos menores sin voto en Cortes.
  • Audiencias o Chancillerías: Se encargaban de la administración de Justicia, creando tribunales cuyos jueces eran nombrados por el rey. Fueron creadas dos Reales Chancillerías sitas en Valladolid y Granada.
  • Formación de un ejército de mercenarios.
  • Otras medidas importantes fueron el control real de las Órdenes Militares (Santiago, Calatrava, Alcántara).
  • Las Cortes de Castilla:

    Si bien en un principio reunían a nobleza, clero y representantes de la oligarquía urbana, los Reyes Católicos aprovechando que se podía convocar a Cortes a un solo estamento, poca a poco van convocando sólo a representantes urbanos, a los que se ha ido convirtiendo en una nobleza adicta al sistema. Las ciudades no tienen privilegios en Cortes. Tiene como atribuciones:

    • Votación de los subsidios.
    • Juramentación del heredero.
    • Presentación de peticiones
  • En la Corona de Aragón, las viejas estructuras tradicionales experimentan un auge ante la ausencia del rey, que desde Castilla reformó el Consell del Cent (Consejo del Ciento), dando entrada en él a la burguesía y a los trabajadores. También Valencia, en el Consejo General, da cabida a la intervención popular.

3. Problemas Religiosos

Se heredó de la Edad Media el pluralismo religioso. La situación de mudéjares y judíos se hizo cada vez más difícil. La política llevada a cabo por los Reyes Católicos, acabó con la eliminación de las minorías anteriormente mencionadas.

En 1492 decretan la expulsión de judíos y musulmanes. Los que no quisiesen bautizarse deberían irse o serían ajusticiados. Todos ellos, por cierto muy españolizados, exiliaron hacia el norte de África, al Imperio Otomano, Portugal, Italia o Francia. Su salida supone una importante pérdida económica y cultural.

Los judíos que aceptaron el bautismo forzoso recibieron el nombre de conversos. Los musulmanes bautizados siguen siendo culturalmente árabes, se les denominará moriscos.

Estos conversos y moriscos se hicieron cristianos bajo coacción, de forma que se les vigiló su vida privada para que no practicasen a escondidas su antigua religión.

Para preservar esta unidad religiosa, los Reyes Católicos, instituyen el Tribunal del Santo Oficio o Santa Inquisición. Es un tribunal eclesiástico formado por religiosos y presidido por el monarca, encargado de luchar contra los herejes y falsos conversos. Perseguirán a protestantes, acusados de prácticas de brujería, intelectuales humanistas y judíos convertidos al cristianismo.

La Inquisición arrestaba a un individuo sobre el que hubiera cualquier acusación anónima. Se le interrogaba bajo torturas e incluso los llevaban al quemadero.

En esta situación los conversos van a sufrir una mayor discriminación, sobre todo cuando aparece el concepto de limpieza de sangre. Había que demostrar, aunque fueras cristiano, que no se tenía antepasados judíos o musulmanes. Por lo tanto la población quedó dividida entre cristianos viejos (no se tenían antecedentes judíos o musulmanes, por lo que pueden ocupar cargos en la administración, ejército o Iglesia), y cristianos nuevos (tenían algún antepasado judío o musulmán, por lo que eran expulsados de cargos de responsabilidad y vigilados por la Inquisición).

4. Política Exterior

  • Conquista y colonización de las Canarias.
  • Conquista de Melilla, Omán y Bujía.
  • Conflicto con Francia por el control del reino de Nápoles en Italia
  • Alianzas matrimoniales de los Reyes Católicos con Austria, Inglaterra y Portugal. Con estas alianzas consiguen cercar a Francia.
  • Salida hacia el Atlántico, con el descubrimiento del Nuevo Mundo.

5. Economía y Sociedad

  • La mayoría vive del cultivo y la ganadería.
  • La burguesía es débil puesto que la banca y la artesanía están poco desarrolladas.
  • La nobleza y el clero siguen teniendo gran poder económico y privilegios.
  • Sigue existiendo la Mesta.
  • Tras la marcha de los musulmanes, la producción agrícola decae en zonas como Andalucía Oriental y Murcia.
  • Aumenta los terrenos de pastizales para las ovejas merinas en detrimento de las tierras de cultivo.

6. Arte y Cultura

  • Humanismo: Luis Vives y Antonio Nebrija.
  • Renacimiento: Estilo plateresco (fachada Universidad de Salamanca), herreriano (Monasterio de San Lorenzo del Escorial). En escultura, desarrollo de la imaginería religiosa. En pintura: El Greco.

7. Las Cortes de Toro de 1505

Al morir en 1504 Isabel la Católica, el reino de Castilla pasará legalmente a su hija Juana, casada con Felipe el Hermoso, hijo del emperador Maximiliano I de Austria.

No obstante, hay que dejar constancia de la existencia de una cláusula en el testamento isabelino, estableciendo que si la heredera del trono no estuviera en plenas condiciones físicas y mentales para ejercer su mandato, la regencia sería ejercida por su padre, Fernando de Aragón.

Las Cortes de Toro de 1505 reconocieron a Juana como reina de Castilla, pero admitiendo las deficiencias que esta presentaba (rasgos de locura) para el normal desempeño de sus funciones. Su cónyuge, Felipe, pretendió reinar por derecho de matrimonio en nombre de su esposa, a lo que se opuso su padre, Fernando, que deseaba hacerse cargo de la regencia. Esta lucha por el poder se decidió a favor del príncipe austriaco, que contó con mayores apoyos nobiliarios, y en contra del rey de Aragón, que había quedado bastante aislado en el ámbito castellano.

Al imponerse la incapacidad de Juana, Felipe I, quedó como nuevo monarca en Castilla rompiéndose la continuidad de la dinastía Trastámara. Pero el gobierno de Felipe I duraría muy poco, ya que murió repentinamente en 1506, acontecimiento que supo aprovechar Fernando el Católico para ocupar la regencia. La situación política quedaría algo más normalizada durante una década, hasta el fallecimiento de Fernando en 1516, hecho que propiciaría la venida del joven Carlos de Austria para hacerse cargo de los reinos hispanos.

Conclusión

Con los Reyes Católicos se impone el concepto de Monarquía Autoritaria en Castilla, sobre todo, (en Francia e Inglaterra también se instaura este sistema de gobierno), en el cual los soberanos cuentan con un ejército propio, un sistema de recaudación y de administración, por lo que su poder no puede ser desafiado ni por la nobleza, Iglesia o las ciudades. Con todo, en estructura socioeconómica sigue existiendo aun formas feudales. A esta estructura de fortalecimiento del poder real, se establece una unión dinástica entre los reinos de Castilla y Aragón, que aunque comparten un mismo soberano, siguen manteniendo sus leyes, fronteras e instituciones.

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