España bajo los Reyes Católicos: Unificación, Conquista y Transformación

Unión Dinástica de las Coronas de Castilla y Aragón

Los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, contrajeron matrimonio en secreto el 18 de octubre de 1469, con una dispensa pontificia falsificada. Enrique IV había declarado heredera a su hija Juana la Beltraneja. Tras la muerte de Enrique IV en diciembre de 1474, Isabel fue proclamada reina en Segovia y firmó con Fernando la Concordia de Segovia, por la cual ambos gobernarían conjuntamente. Después de la victoria de Fernando sobre los partidarios de Juana la Beltraneja en Toro (1479), ambos monarcas buscaron un objetivo común: crear la monarquía hispánica, es decir, la unión de todos los reinos peninsulares, y un Estado moderno y fuerte basado en la monarquía autoritaria con un poder centralizado en la figura del monarca, en detrimento de la nobleza y las instituciones medievales (Cortes). Sin embargo, los distintos reinos que la integraban por el momento (Castilla, Aragón, Cataluña y Valencia) solo tenían en común la monarquía, ya que cada reino conservaba sus leyes, instituciones y costumbres. La unión de las dos coronas fue personal, no institucional; las fronteras se mantenían, las Cortes se reunían independientemente, la moneda era distinta, etc. El ejercicio del gobierno se realizó en situación de igualdad entre los dos monarcas; las leyes eran firmadas conjuntamente. El lema «Tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando» (idea de Nebrija) subraya el equilibrio de poder entre ambos soberanos.

Conquista del Reino Nazarí e Incorporación del Reino de Navarra

Causas de la conquista de Granada:

  • La búsqueda de la unidad peninsular.
  • La finalización de la Reconquista.
  • La falta del pago de las parias.
  • El ideal religioso de cruzada.
  • La mayor potencia militar con la unión de las dos coronas.

Todo comenzó con una escaramuza fronteriza: el ataque del rey granadino Muley Hacen a Zahara (1481), la conquista castellana de Alhama y las derrotas de Loja y Ajarquía. Muley Hacen sufrió la sublevación de su hijo Boabdil (Abu Abd Allah). En 1484, Boabdil fue hecho prisionero por los cristianos y, después de firmar un pacto con él contra su padre y luego contra su tío el Zagal, Fernando lo dejó en libertad con el fin de que esas luchas debilitaran Granada, lo que finalmente ocurrió. Poco a poco fueron cayendo las plazas en poder de los cristianos: Ronda y Marbella (1485), Loja (1486), Vélez-Málaga y Málaga (1487), Baza, Guadix y Almería (1489). Finalmente, después de un año de sitio, el 2 de enero de 1492, los Reyes Católicos entraron en Granada. Previamente, en 1491, firmaron con Boabdil las Capitulaciones de Santa Fe, por las que se comprometían a mantener la religión y las costumbres de los musulmanes que quedaran en Granada. En 1493, Boabdil marchó a África.

Tras la muerte de Isabel, Fernando el Católico casó con Germana de Foix, quien reclamaba el trono de Navarra, ya que este reino estaba gobernado por dinastías francesas desde 1234. En el marco de las guerras con Francia, el reino de Navarra fue ocupado por las tropas del duque de Alba. En marzo de 1513, las Cortes de Navarra proclamaron rey a Fernando el Católico, quien lo incorporó a Castilla en 1515, respetando las instituciones y fueros tradicionales del reino pirenaico.

Organización del Estado e Instituciones de Gobierno

Los Reyes Católicos buscaron la creación de una monarquía autoritaria, base del Estado moderno. Esto consistía en el control por parte de la monarquía de todos los resortes del poder:

  • De la nobleza: buscando su sometimiento político (Santa Hermandad) a cambio de acrecentar su peso económico (mayorazgos, «Leyes de Toro» de 1505, apoyo a la Mesta, etc.).
  • De la Iglesia: reservándose la Corona el cargo de Gran Maestre de las Órdenes Militares; el nombramiento de obispos de Granada y América; y, sobre todo, el Tribunal del Santo Oficio o Inquisición Nueva (por Sixto IV, 1478), que se utilizó para el control de los clérigos.
  • De los municipios: mediante los corregidores, que se extendieron por el reino. Los virreyes eran los representantes del rey en los otros reinos.

A partir de 1494 se creó el Consejo de Aragón, a imitación del Consejo Real de Castilla (1480), que era el principal. Los Consejos pasaron a sustituir a las Cortes y asumieron funciones legislativas. Después aparecieron otros, como el de Inquisición, el de Hacienda, el de Órdenes Militares, el de Indias, etc.

  • De la justicia: con la creación de las Audiencias y las Chancillerías (altos tribunales) con jueces profesionales.

Para reforzar su política exterior, organizaron un cuerpo permanente de diplomáticos profesionales. Finalmente, todo ello respaldado por un ejército permanente y dependiente directamente del rey.

Proyección Exterior: Política Italiana y Norteafricana

Aragón llevó a cabo una política de defensa de sus territorios en Italia, con varias guerras:

  • 1ª Guerra de Nápoles: cuando Carlos VII de Francia decidió invadir Nápoles (1494), el rey Fernando el Católico logró formar la Liga de Venecia (con las principales ciudades italianas, Alemania e Inglaterra), por lo que Francia se retiró.
  • 2ª Guerra de Nápoles: con Luis XII, sucesor de Carlos VIII. Tras el Tratado de Granada (1500), por el que se repartían Nápoles entre Francia y Aragón, surgieron diferencias por las fronteras. Gonzalo Fernández de Córdoba (el Gran Capitán) se impuso sucesivamente en las batallas de Ceriñola y Garellano (1503), firmándose el Tratado de Blois (1505), por el que Nápoles quedó para Aragón. Además, tras la ocupación francesa de Milán, Fernando, Enrique VIII de Inglaterra, el emperador Maximiliano y el papa Julio II formaron la Liga Santa contra Francia, por lo que Francia abandonó Milán. En este contexto, el duque de Alba ocupó Navarra (1512), un territorio bajo soberanía francesa.

Castilla se centró más en el Norte de África, donde chocó con los intereses de Portugal, que ocupaba Ceuta desde 1415. Finalmente, en el Tratado de Tordesillas (1494) y el de Sintra (1509), Castilla se quedó con la zona mediterránea, conquistando Melilla (1497), Orán (1510), Bugía y Trípoli (por Cisneros) y sometiendo a vasallaje a los reinos de Tremecén, Argel y Túnez.

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