1. La crisis política: Carlos IV y la Francia revolucionaria
1.1 Los cambios revolucionarios y sus limitaciones
- El siglo XIX fue un período de grandes transformaciones en España con la desaparición del Antiguo Régimen.
- El absolutismo dio paso al liberalismo, pero en un ambiente de inestabilidad.
- La economía creció de manera limitada, con un progreso menor al de otras potencias europeas.
- Se estableció una nueva sociedad basada en la riqueza, pero los terratenientes mantuvieron su poder.
1.2 El reinado de Carlos IV (1788-1808)
- Carlos IV accedió al trono en 1788 y dejó el poder en manos de Manuel Godoy.
- La Revolución Francesa influyó en España, lo que llevó al cierre de fronteras y a la guerra con Francia, finalizada con la Paz de Basilea en 1795.
- En 1807, Godoy se alió con Napoleón en el Tratado de Fontainebleau para invadir Portugal, pero esto llevó a la entrada de tropas francesas en España.
- La ocupación francesa generó descontento, lo que causó el Motín de Aranjuez en 1808. Como consecuencia, Carlos IV abdicó en su hijo Fernando VII.
- Napoleón aprovechó la crisis y obligó a Fernando VII a ceder el trono a su hermano José Bonaparte en las Abdicaciones de Bayona.
1.3 La formación de grupos ideológicos
Durante el reinado de José I Bonaparte (1808-1813), se impuso el Estatuto de Bayona, un sistema conservador con algunas reformas. Esto dividió a los españoles en:
- Afrancesados: Aceptaron la monarquía de José I y apoyaron sus reformas. Eran principalmente nobles, miembros del alto clero y funcionarios.
- Patriotas: Rechazaron al monarca extranjero y defendieron a Fernando VII. Dentro de ellos, el pueblo apoyaba valores tradicionales y los liberales querían una constitución.
2. La Guerra de la Independencia y la Revolución Liberal (1808-1814)
La invasión francesa y la caída de los Borbones en 1808 desencadenaron dos procesos simultáneos en España:
- Una guerra de independencia contra la ocupación francesa.
- Una revolución liberal contra el absolutismo, que tuvo su epicentro en las Cortes de Cádiz.
2.1 La Guerra de la Independencia (1808-1814)
El levantamiento del 2 de mayo de 1808 en Madrid marcó el inicio de la guerra. La resistencia se organizó en guerrillas en el campo y levantamientos urbanos en varias ciudades.
- Primera fase (1808-1810):
- Éxito inicial con la victoria en la batalla de Bailén (1808).
- Sin embargo, Napoleón llegó con un gran ejército y reconquistó gran parte del territorio.
- Segunda fase (1812-1814):
- Aprovechando la debilidad de Napoleón en Rusia, los españoles, con apoyo británico, lograron victorias en Arapiles, Vitoria y San Marcial.
- Napoleón reconoció a Fernando VII como rey en el Tratado de Valençay (1813) y retiró sus tropas de España.
2.2 Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
Mientras la guerra avanzaba, en 1810 se reunieron en Cádiz las Cortes, convocadas por la Junta Suprema Central, para organizar la defensa y promover reformas políticas.
- División política en las Cortes:
- Absolutistas: Defensores del Antiguo Régimen y la soberanía del rey.
- Liberales: Partidarios de la soberanía nacional y la abolición del absolutismo.
- Reformas aprobadas:
- Libertad de imprenta (1810).
- Abolición de los señoríos (1811), gremios e Inquisición (1813).
Constitución de 1812: Fue la primera constitución de España. Reconoció derechos individuales e igualdad ante la ley. Estableció la soberanía nacional y la división de poderes, sustituyendo el absolutismo por un sistema liberal.
En 1814, tras el regreso de Fernando VII, se abolió la Constitución y se restauró el absolutismo, deteniendo las reformas liberales.
3. El reinado de Fernando VII: absolutistas frente a liberales
3.1 Las etapas del reinado
Tras la Guerra de Independencia, Fernando VII regresó a España en 1814 y su reinado se dividió en tres etapas marcadas por la lucha entre absolutistas y liberales:
- El Sexenio Absolutista (1814-1820): Fernando VII anuló la Constitución de 1812 y gobernó de forma absolutista, persiguiendo a los liberales.
- El Trienio Liberal (1820-1823): Tras el pronunciamiento de Riego, el rey aceptó la Constitución, pero con el apoyo de la Santa Alianza y los «Cien Mil Hijos de San Luis» restauró el absolutismo.
- La Década Ominosa (1823-1833): Se mantuvo el absolutismo, pero en 1830 la Pragmática Sanción permitió a Isabel II heredar el trono, lo que generó conflictos con los absolutistas.
3.2 La independencia de la América española
Durante el reinado de Fernando VII se produjo la independencia de las colonias americanas, impulsada por los criollos y las ideas revolucionarias. Se desarrolló en dos etapas:
- Primera etapa (1810-1814): Se iniciaron los movimientos independentistas liderados por Simón Bolívar y José de San Martín.
- Segunda etapa (1815-1825): Fernando VII intentó recuperar el control, pero España fue derrotada en Pichincha (1822) y Ayacucho (1824), perdiendo casi todo su imperio colonial.
España solo conservó Cuba, Filipinas y Puerto Rico.
4. La consolidación liberal (1833-1874)
La época isabelina (1833-1868)
Las regencias (1833-1843)
Tras la muerte de Fernando VII, su hija Isabel II asumió el trono con solo tres años, por lo que su madre, María Cristina (1833-1840), y el general Espartero (1840-1843) ejercieron la regencia. Durante este período estalló la Primera Guerra Carlista (1833-1839) entre absolutistas (partidarios de Don Carlos) y liberales (defensores de Isabel II). La guerra finalizó con la victoria liberal y el Abrazo de Vergara en 1839.
El reinado de Isabel II (1843-1868)
En 1843, Isabel II fue declarada mayor de edad e inició su reinado personal. Se consolidó el régimen liberal, pero con gran inestabilidad política debido a la lucha entre dos partidos:
- Moderados: Representaban a la alta burguesía y parte de la clase media.
- Progresistas: Formados por las clases medias urbanas y pequeños comerciantes.
Cada partido intentó imponer su ideología mediante diferentes constituciones:
- Década Moderada (1844-1854): Se aprobó la Constitución de 1845.
- Bienio Progresista (1854-1856): Se redactó la Constitución de 1856, que nunca se publicó.
- Últimos años del reinado (1856-1868): Alternancia en el poder entre moderados y la Unión Liberal.
Nuevos partidos como demócratas y republicanos surgieron en oposición al régimen. En 1866, estos grupos firmaron el Pacto de Ostende para derrocar a Isabel II y convocar Cortes por sufragio universal masculino.
5. El Sexenio Revolucionario (1868-1874)
En 1868 triunfó La Gloriosa, revolución que obligó a Isabel II a exiliarse. Se formó un gobierno provisional que promulgó la Constitución de 1869, la más democrática hasta entonces, estableciendo:
- Derechos de expresión, prensa, reunión y asociación.
- Soberanía nacional y división de poderes.
- Sufragio universal masculino por primera vez en la historia de España.
Monarquía democrática (1871-1873)
El gobierno eligió al italiano Amadeo de Saboya como rey. Sin embargo, enfrentó oposición de republicanos, partidarios de los Borbones e insurrecciones militares. Debido a la inestabilidad, abdicó en 1873, dando paso a la Primera República.
Primera República (1873-1874)
Este período estuvo marcado por:
- División entre unionistas (Estado centralista) y federalistas (Estado descentralizado).
- Conflictos como la Tercera Guerra Carlista, la Guerra en Cuba y las insurrecciones cantonales.
La inestabilidad favoreció la restauración de la monarquía borbónica en 1874.
6. La modernización económica (I). La población y la agricultura
Crecimiento demográfico (1788-1874)
Durante este período, la población española creció de 10,5 a 16,5 millones debido a mejoras en la alimentación (difusión del maíz, la patata y los cereales) y avances en la medicina preventiva. La mayor parte de la población vivía en el campo, aunque hubo un éxodo rural hacia las nuevas capitales provinciales y ciudades industriales como Barcelona, Bilbao y Madrid, lo que impulsó el crecimiento urbano.
Transformaciones agrarias
Abolición del régimen señorial
En 1811, las Cortes de Cádiz decretaron la eliminación del régimen señorial. Los señoríos jurisdiccionales pasaron al Estado, mientras que los territoriales fueron privatizados, generalmente en manos de grandes familias que ya los explotaban.
La desamortización
Los liberales impulsaron la desamortización, es decir, la venta de bienes amortizados (pertenecientes a la nobleza, el clero y los municipios). Aunque las primeras medidas surgieron en las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal, el proceso se consolidó bajo Isabel II con:
- Desamortización de Mendizábal (1836-1837): Expropiación de bienes del clero y abolición de mayorazgos.
- Desamortización de Madoz (1855): Venta de tierras comunales y bienes municipales.
El objetivo era obtener recursos para el Estado y facilitar el acceso a la tierra, pero los principales beneficiados fueron la nobleza y la burguesía, que crearon grandes latifundios. Los pequeños propietarios, arrendatarios y jornaleros resultaron perjudicados.
Mejoras agrarias
Se amplió la superficie cultivada, especialmente de cereales y vid. También se introdujeron algunos avances técnicos como fertilizantes y maquinaria, y se desarrolló el regadío con la construcción de presas y canales.
7. La sociedad de clases
Los grupos sociales en el siglo XIX
Durante el siglo XIX, la sociedad estamental del Antiguo Régimen fue reemplazada por una sociedad de clases basada en el poder económico. Se establecieron tres clases principales:
- Clase alta: Compuesta por la antigua nobleza y la burguesía.
- La nobleza perdió sus privilegios, pero consolidó su riqueza mediante la propiedad privada de señoríos y la compra de tierras desamortizadas.
- La burguesía, aunque poco numerosa, aumentó su influencia. Se vinculó a la industria en Cataluña y el País Vasco, y a la agricultura y el comercio en Andalucía y Valencia.
- Clase media: Poco numerosa, incluía medianos propietarios agrarios en el campo y funcionarios, militares, profesionales liberales y pequeños comerciantes en las ciudades.
- Clase baja:
- En el campo: pequeños propietarios, arrendatarios y jornaleros.
- En las ciudades: empleados, asalariados y obreros fabriles, formando un naciente proletariado industrial.
Conflictos sociales y movimiento obrero
Las malas condiciones de vida de los grupos desfavorecidos generaron conflictos sociales:
- Revuelta de jornaleros agrarios: Debido a bajos salarios y paro estacional, organizaron numerosas protestas que fueron reprimidas.
- Explotación de obreros industriales: Sufrían largas jornadas laborales, bajos sueldos, falta de seguridad social y explotación infantil.
La lucha obrera
El movimiento obrero surgió en respuesta a estas condiciones:
- Primeras protestas (siglo XIX): Se caracterizaron por la destrucción de máquinas, como en Alcoy (1821) y Barcelona (1835). También se formaron asociaciones obreras, aunque sin gran impacto hasta el Sexenio Revolucionario.
- Expansión de ideologías obreras (desde 1868):
- Anarquismo, introducido por Giuseppe Fanelli.
- Socialismo marxista, difundido por Paul Lafargue.
- En 1870 se fundó la Federación Regional Española (FRE), integrada en la Asociación Internacional de Trabajadores.