España en el siglo XIX: Economía y Sociedad

Características de la Constitución de 1876

Soberanía compartida entre las Cortes y la Corona.
División de poderes.
Cortes bicamerales.
La Corona gana poder respecto a la anterior constitución democrática de 1869 y se convierte en un pilar del nuevo régimen.
El Estado es confesional, declarando oficial la religión católica, aunque se permite el culto privado de otras confesiones.
Prolija declaración de derechos, pero su concreción a través de leyes ordinarias limita los derechos de imprenta, expresión, asociación y reunión.
Restablecimiento del sufragio restringido, aunque en 1890 se vuelve a implantar el sufragio universal masculino.

La construcción del ferrocarril no estimula la industria siderúrgica nacional debido a la concesión de las principales concesiones a compañías extranjeras.
El escaso capital español se absorbe en el ferrocarril, lo que retrasa la industrialización.
La rentabilidad es escasa, lo que lleva a una crisis que quiebra el sistema bancario y crea un déficit presupuestario crónico.
La red radial favorece a la capital y relega al olvido a muchos puntos del interior y la periferia.
El ferrocarril aumenta la carga transportada, revoluciona las comunicaciones, crea un mercado nacional y ayuda a desarrollar la industria.

El sistema monetario español mantiene características del Antiguo Régimen con una variedad de monedas.
En 1868, se introduce la peseta como unidad monetaria.
La peseta tarda en generalizarse, pero a finales de siglo es la unidad monetaria utilizada en todas las transacciones económicas.
La producción de pesetas se centraliza en la ceca de Madrid.

La banca española es poco dinámica hasta la aprobación de una Ley de Banca.
El Banco de San Fernando es sustituido por el Banco de España en 1856, que se convierte en el único autorizado para emitir billetes a partir de 1874.
Se crean nuevos bancos privados en zonas de mayor desarrollo industrial, como el Banco de Barcelona, Bilbao, Vizcaya, Santander y Crédito Mobiliario.

Antes de 1830, el único sector industrializado es el textil en Cataluña.
La burguesía catalana introduce las primeras máquinas de hilado inglesas y máquinas de vapor.
De 1830 a 1850, experimenta una gran modernización técnica.
Recibe apoyo del Estado mediante leyes arancelarias proteccionistas.
Se asocia con la industria química para los tintes.

España es rica en reservas de hierro, plomo, cobre, mercurio y cinc.
La Ley de Minas de 1868 facilita la llegada de capitales extranjeros que controlan la mayoría de las explotaciones importantes.
España se convierte en exportadora de materias primas.

Sustituye a la siderurgia andaluza.
Utiliza carbón local de escaso poder calorífico, lo que la hace menos competitiva que la vasca.

La familia Ybarra funda Altos Hornos de Vizcaya en 1882.
El convertidor Bessemer estimula la demanda de hierro vasco.
Proximidad a la costa.
Creación de sociedades mineras de capital extranjero y nacional.
Producción destinada principalmente a la exportación.
Beneficios que permiten el desarrollo de una industria de bienes de equipo y la creación de grandes bancos.