La Guerra de la Independencia (1808-1814)
La Guerra de la Independencia fue un conflicto bélico que representó, simultáneamente, una lucha de liberación contra la invasión francesa y el inicio de la revolución liberal contra el absolutismo monárquico. La resistencia contra los invasores se manifestó a través de:
- Guerrillas: Ataques sorpresa en zonas rurales.
- Resistencia urbana: Levantamientos en ciudades clave.
Inicialmente, el avance francés fue frenado por la resistencia de ciudades como Girona, Zaragoza y Valencia, y por la victoria española en la batalla de Bailén (1808). Napoleón respondió enviando 250.000 soldados, recuperando gran parte del territorio. Sin embargo, en 1812, aprovechando los problemas de Napoleón en Rusia y con el apoyo de un ejército británico, las fuerzas españolas lograron una victoria decisiva en Arapiles. En 1813, las tropas francesas se retiraron y Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de España.
Las Cortes de Cádiz y la Revolución Liberal
Paralelamente a la guerra, se desarrolló una revolución liberal contra el absolutismo. Ante el vacío de poder, se formaron:
- Juntas Provinciales de Defensa: Para dirigir la guerra a nivel local.
- Junta Suprema Central: Para coordinar los esfuerzos a nivel nacional.
La Junta Suprema Central convocó las Cortes en Cádiz en 1810, con el objetivo de reformar el Antiguo Régimen. La mayoría de los diputados eran reformistas y liberales. Las Cortes proclamaron la Constitución de 1812 y aprobaron leyes revolucionarias:
- La Constitución de 1812 reconocía derechos individuales (como la igualdad ante la ley) y establecía la soberanía nacional y la división de poderes, reemplazando el absolutismo por un sistema político liberal.
- Las leyes de las Cortes incluyeron la libertad de imprenta (1810), la abolición de los señoríos (1811), la supresión de los gremios (1813) y la eliminación de la Inquisición (1813).
El Reinado de Fernando VII: Restauración Absolutista y Conflictos (1814-1833)
Al inicio de su reinado (1814-1820), Fernando VII restauró el absolutismo, anuló la obra de las Cortes de Cádiz y persiguió a los liberales. Algunos liberales se exiliaron, mientras que otros intentaron tomar el poder mediante pronunciamientos (golpes de Estado militares).
Entre 1820 y 1823, el pronunciamiento de Rafael del Riego dio inicio al Trienio Liberal. Los gobiernos liberales restablecieron la Constitución de 1812. Fernando VII, buscando apoyo, recurrió a la Santa Alianza, que envió a los «Cien Mil Hijos de San Luis», un ejército francés que reinstauró el absolutismo.
Los últimos diez años del reinado de Fernando VII, conocidos como la Década Ominosa (1823-1833), se caracterizaron por:
- Gobierno absolutista.
- Independencia de la América española.
- Problema sucesorio: Fernando VII anuló la Ley Sálica, que impedía reinar a las mujeres, para permitir que su hija Isabel (nacida en 1830) accediera al trono. Esta decisión fue rechazada por su hermano, don Carlos, apoyado por los absolutistas.
María Cristina, esposa de Fernando VII y regente durante los últimos meses de vida del rey, buscó el apoyo de los liberales moderados, iniciando una aproximación entre estos y la monarquía.
La Independencia de la América Española
El proceso de independencia de la América española fue liderado por la burguesía criolla (descendientes de españoles nacidos en América). Las causas fueron tanto internas como externas:
Causas Internas
- Descontento político: Los principales cargos coloniales eran ocupados por peninsulares.
- Descontento económico: Los altos impuestos y el control comercial español perjudicaban a los criollos.
- Descontento social: Los criollos eran discriminados por los peninsulares.
Causas Externas
- Difusión de las ideas liberales y revolucionarias europeas.
- Ejemplo de la independencia de Estados Unidos.
- Apoyo militar de Estados Unidos y Reino Unido.
Etapas de la Independencia
- Primera etapa (durante la Guerra de la Independencia): Se formaron Juntas dirigidas por criollos, que fueron reprimidas tras el regreso de Fernando VII.
- Segunda etapa (1816-1825): Con el apoyo británico y estadounidense, las campañas de Simón Bolívar y José de San Martín llevaron a la derrota española.
Como resultado, España perdió todas sus posesiones americanas, excepto Cuba y Puerto Rico.
La Implantación del Estado Liberal en España
Durante la minoría de edad de Isabel II (1833-1843), ejercieron la regencia María Cristina y el general Espartero. El problema sucesorio desencadenó la Primera Guerra Carlista (1833-1839), un enfrentamiento entre:
- Liberales: Partidarios de Isabel II.
- Absolutistas (carlistas): Defensores de don Carlos.
Tras la derrota carlista, se implantó un sistema político liberal en España.
En 1843, Isabel II fue declarada mayor de edad. Su reinado (1843-1868) se caracterizó por la inestabilidad política, debido a la lucha entre los partidos liberales:
- Partido Moderado: Alta burguesía y algunos sectores de las clases medias.
- Partido Progresista: Clases medias y artesanas de las ciudades.
Cada partido, al llegar al poder, intentaba imponer sus ideas, redactando una constitución a su medida. El reinado de Isabel II se divide en tres períodos:
- La Década Moderada (1844-1854): Regida por la Constitución moderada de 1845.
- El Bienio Progresista (1854-1856): Se redactó la Constitución de 1856, que no llegó a promulgarse.
- El desmoronamiento de la monarquía isabelina (1856-1868): Alternancia en el poder de los liberales moderados y la Unión Liberal (un nuevo partido de centro). Crecimiento de la oposición al régimen y surgimiento de nuevos partidos, como los demócratas (defensores del sufragio universal masculino) y los republicanos (que buscaban abolir la monarquía).