Cultura y Mentalidades. La Inquisición
La sociedad española del siglo XVI defendía los conceptos del honor y la dignidad, valores aristocráticos y religiosos (es el momento de los duelos para defender el honor). Se rechazaban los trabajos manuales por considerarlos viles e indignos, ya que manchaban el honor de quien los ejercía. Esta mentalidad se apoyaba en los privilegios de la nobleza, razón por la cual no surgió una burguesía emprendedora, invirtiendo el dinero en la compra de tierras como medio de ennoblecimiento.
Del Humanismo a la Contrarreforma
El Humanismo surgió en Italia en el siglo XV, defendiendo el antropocentrismo (el hombre como centro del universo y no Dios) y la capacidad de progreso del hombre gracias a la razón y el estudio. Este movimiento se extendió por Europa, dando lugar a las primeras críticas a la Iglesia y su excesivo poder político, económico y social (Erasmismo y Luteranismo).
A comienzos del reinado de Carlos I, la influencia del pensamiento humanista de Erasmo de Rotterdam era evidente en la obra de Juan Luis Vives, precursor de la asistencia social a los necesitados, de la intervención del Estado en esta asistencia y reformador de la educación europea.
Sin embargo, la Reforma Protestante desató la reacción de la Iglesia, contraria a la libertad de pensamiento. En este contexto, el papel de los religiosos españoles fue clave en dos ámbitos:
- La Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola, se caracterizó por su estructura militar y su sentido de la disciplina. A los tres votos de las órdenes religiosas, añadieron un cuarto de obediencia al Papa. Representaron la beligerancia contra el protestantismo en Europa y desarrollaron su labor misionera en América y Asia.
- La intervención de los teólogos en el Concilio de Trento, convocado para resolver el problema de la división entre católicos y protestantes. Se produjo la ruptura definitiva y, en Trento, se llevó a cabo una reforma de la Iglesia católica con la intervención de teólogos españoles como Alfonso Salmerón y Melchor Cano.
El rey Felipe II, con el objetivo de evitar la aparición de focos protestantes en la Península, aumentó los poderes de la Inquisición, impermeabilizó las fronteras prohibiendo la importación de libros y la salida de estudiantes, y publicó el Índice de Libros Prohibidos.
Avances de la Ciencia y del Pensamiento
El siglo XVI fue un momento de desarrollo científico e intelectual en las disciplinas afectadas por el descubrimiento de América:
- Las ciencias como la geografía, la botánica, la química y la farmacología.
- El derecho, con el debate sobre los derechos de los indios y la legitimidad de la guerra de conquista.
- La economía, con una reflexión sobre la moralidad de ciertas prácticas comerciales que desembocó en la formulación de la teoría cuantitativa del dinero de Martín de Azpilcueta de la Escuela de Salamanca. Esta teoría defendía que la riqueza de un país es proporcional a la cantidad de moneda de que disponga. El precio sube cuando la demanda se incrementa y disminuye la oferta.
El Renacimiento en la Literatura y el Arte
El Renacimiento comenzó en Italia en el siglo XV y se difundió por el resto de Europa en el siglo siguiente. Sus dos características principales son: la recuperación de la cultura y el arte de la antigüedad grecorromana, y un gran interés por el hombre como medida de todas las cosas.
Literatura: Es el momento de la picaresca con el Lazarillo de Tormes; de la poesía lírica de inspiración italiana de Garcilaso de la Vega y Boscán; y de la literatura espiritual y mística de Santa Teresa de Jesús y Fray Luis de León.
Arquitectura: Con tres etapas: 1/3 del siglo XVI: Plateresco, continuador del gótico con elementos decorativos italianos (grutescos, medallones) en las fachadas. 2º 1/3: mayor influencia italiana en la concepción del edificio, con mayor atención a las proporciones y utilizando elementos renacentistas (arco de medio punto, bóvedas y columnas clásicas). Fin de siglo: estilo herreriano o escurialense, con su austeridad y predominio de los elementos constructivos y de las proporciones geométricas (Monasterio de San Lorenzo de El Escorial).
Escultura: Se evolucionó desde el goticismo hasta la influencia italiana. Predominio de la temática religiosa y empleo de la madera policromada. Destacan Alonso de Berruguete y Juan de Juni.
Pintura: De poca calidad, escasa originalidad y temática religiosa. La figura más destacada es El Greco (Domenico Theotokopoulos), quien reunió las características de la pintura cretense con las luces y los colores italianos, y formas muy personales. Autor de El entierro del Conde de Orgaz, El Caballero de la mano en el pecho y El expolio.
La Inquisición
El Tribunal de la Inquisición fue creado por los Reyes Católicos en 1478 para defender la ortodoxia católica. Jugó un papel fundamental en la expulsión de los judíos y en la represión del protestantismo, así como en la difusión de los valores de la Contrarreforma, persiguiendo la difusión de ideas heréticas con la censura y el Índice de libros prohibidos. Los inquisidores eran nombrados por el rey y no por el Papa, y sus decisiones no eran apelables en Roma. La autoridad del Inquisidor General era incuestionable.
En los tribunales había jueces letrados, teólogos, fiscales acusadores y jueces de bienes, quienes eran ayudados por personal auxiliar como notarios (que tomaban nota de todas las declaraciones de los acusados) y comisarios (encargados de difundir los edictos, vigilar su cumplimiento y detener a los acusados).
Funcionamiento:
- Acusación anónima, sin que el acusado pudiera saber quién le acusaba.
- Detención y requisa de los bienes del detenido, quien permanecía aislado y sin saber de qué se le acusaba.
- Interrogatorio utilizando la tortura. Se le asignaba un abogado defensor que le animaba a decir la verdad. Los métodos de tortura eran muy variados, destacando la cuerda, el tormento por agua, el garrote y la garrucha.
- Sentencia por unanimidad, que podía resultar en: inocente; «suspendido» (libre pero con sospechas, pudiendo reabrirse el caso); «penitenciado» (culpable, debiendo abjurar públicamente y recibiendo diversos castigos); «reconciliado» (además de la reconciliación pública, un castigo físico o penas de cárcel); o «relajación» (muerte en la hoguera).
Si la sentencia era condenatoria, el acusado debía acudir al auto de fe (público o privado) de reconciliación con la Iglesia. Este auto de fe era un espectáculo público que duraba todo el día, en el que desfilaban los acusados vestidos con el «sambenito» (ropa infamante) y que terminaba con la ejecución en la hoguera de los culpables.
La Inquisición persiguió a todos los herejes y actuó contra todo sospechoso, incluidos miembros del clero como el obispo Carranza, arzobispo de Toledo, declarado inocente días antes de su fallecimiento tras años de juicios y encarcelamiento, y Fray Luis de León, quien tras años fue absuelto del delito de herejía.