España en el Siglo XVII: Validos, Crisis de 1640 y Ocaso del Imperio

España en el Siglo XVII: Los Validos y la Crisis de 1640

Los Validos

Los validos aparecen en varios países europeos en el siglo XVII. Son personajes en los que el rey depositaba su confianza, entregándoles las decisiones de gobierno. En el caso de los Austrias Menores, aparecen por la falta de personalidad de los reyes para el gobierno y la ventaja que suponía para el rey, ya que así las críticas recaían sobre el valido. Su nombramiento dependía del rey y, una vez nombrados, intentaban gobernar al margen de los Consejos con juntas formadas por sus partidarios. La administración se llenó de hombres de confianza del valido, que intentaba apartar a sus opositores. Esto aumentó la corrupción, ya que los validos otorgaban cargos a sus familiares. A ellos se opusieron los nobles, que se veían apartados de la Corte y con menos poder; los letrados de los Consejos, que se vieron desplazados por las familias de los validos; y las clases populares, que les identificaban con la decadencia.

Los principales validos fueron:

  • El Duque de Lerma, en el reinado de Felipe III, se rodeó de amigos desplazando a los Consejos y se enriqueció muchísimo. Llevó la capital a Valladolid, donde había nacido, y evitó la acción de la justicia al nombrarse cardenal. Hechos destacables: paces firmadas con Inglaterra y Holanda, y expulsión de los moriscos, lo que provocó una crisis de mano de obra y la culminación de la intolerancia religiosa de los Reyes Católicos.
  • El Conde-Duque de Olivares, en el reinado de Felipe IV, intentó unas reformas para mantener la herencia dinástica y la reputación de la monarquía. Sus proyectos más importantes no pudieron realizarse.
  • En el reinado de Carlos II se sucedieron los validos durante su minoría y Juan José de Austria se proclamó primer ministro con un golpe de Estado. Al final de su reinado, el Duque de Medinaceli y el Conde de Oropesa intentaron unas medidas económicas y fiscales para sacar a la monarquía de la crisis en la que estaba.

La Crisis de 1640

En 1640 estallan los descontentos generados por la política de centralización y fortalecimiento real realizada por el Conde-Duque de Olivares. Lo más conflictivo fue la Unión de Armas, que pretendía formar un ejército distribuyendo los costes de la guerra entre todos los reinos y estableciendo entre ellos lazos de solidaridad. La exigencia a la Corona de Aragón era mayor y por ello sus Cortes se niegan a aportar hombres y dinero.

La Rebelión de Cataluña (1640-1652)

La rebelión de Cataluña se produce dentro de la Guerra contra Francia y en un ambiente de descontento provocado por los reclutamientos forzosos, la indisciplina de las tropas castellanas y la paralización del comercio por la Guerra de los Treinta Años. Se producen conflictos entre campesinos y soldados. La rebelión llega a Barcelona, donde se inicia un gran motín asesinando al virrey en el día del Corpus, conocido como el Corpus de Sangre de 1640. En 1641 piden ayuda militar a Francia y nombran a Luis XIII Conde de Barcelona, al tiempo que declaran la guerra a la Monarquía Hispánica. La crisis económica, la peste y la opresión francesa provocan el cansancio de los catalanes, que se rinden en 1652 a las tropas de Juan José de Austria a cambio de que se respetaran sus fueros.

La Sublevación de Portugal (1640-1668)

La sublevación de Portugal es de carácter nobiliario, anticastellano e independentista. Presenta mayor voluntad nacionalista que la de Cataluña. Determinan su estallido la Unión de Armas, los nuevos impuestos para la nobleza, la Iglesia y los propietarios, y la incapacidad de las tropas para defender el comercio del azúcar frente a los holandeses. En diciembre de 1640, la revuelta de Lisboa termina con el Duque de Braganza proclamado rey de Portugal. La Iglesia enlaza el descontento popular con el de la nobleza y los comerciantes insatisfechos por los impuestos, la marginación política y la incapacidad de la Monarquía Hispánica para asegurar el crecimiento económico de Portugal y defender sus colonias. La rebelión sorprende a Felipe IV y al Conde-Duque de Olivares, que son incapaces de luchar en dos frentes, por lo que concentran sus esfuerzos en Cataluña, pensando que Portugal sería más fácil de recuperar por su aislamiento geográfico. Pero la nueva monarquía portuguesa se consolida con ayuda de Francia e Inglaterra, aunque la Monarquía no reconoce su independencia hasta 1668.

También hubo sublevaciones en Andalucía, Vizcaya, Nápoles y Sicilia por los impuestos y el mal gobierno, pero al ser de corto alcance se controlaron fácilmente. En 1643 el Conde-Duque de Olivares se va del gobierno.

El Ocaso del Imperio Español en Europa

La política exterior de Felipe IV está marcada por la Guerra de los Treinta Años. Quería recuperar el poder frente a las potencias europeas. La Guerra de los Treinta Años empieza por la lucha entre príncipes protestantes y católicos y por la lucha de los estados alemanes contra el imperio de los Austrias. La Monarquía Hispánica se implica en el conflicto para defender la religión católica y articular de manera firme los territorios del imperio europeo.

Fases de la Guerra de los Treinta Años

El estallido de la guerra se produce en Bohemia con la defenestración de Praga (1618) contra el poder de los Habsburgo. El ejército hispano, reforzado por los Tercios de Flandes, ayuda a restaurar la autoridad del emperador Fernando II. En la segunda fase se produce la intervención de Dinamarca y Suecia contra el imperio. En 1627, en la Paz de Lübeck, el rey danés renuncia a intervenir a cambio de conservar los territorios conquistados. Francia apoya a los príncipes protestantes para minar los ánimos de los Habsburgo. La guerra contra Francia empieza en 1635 cuando Luis XIII la declara por la política agresiva de la monarquía en Europa y ayuda a Holanda a reclamar su independencia. Primero la guerra favorece a los hispanos, esto cambia con el avance franco-holandés y la rebelión catalana. El emperador austriaco pide la paz dejando a los hispanos solos.

La Paz de Westfalia (1648) y la Paz de los Pirineos (1659)

En 1648 se firma la Paz de Westfalia, que pone fin a la hegemonía de los Habsburgo en Europa y establece la tolerancia religiosa en el Imperio. Reconoce la independencia de la Confederación Helvética y de Holanda; Suecia y Francia amplían territorios; y Austria se separa del Imperio. Esta paz no termina con el conflicto hispano-francés, que llega hasta 1659 cuando firman la Paz de los Pirineos. La Guerra de los Treinta Años muestra la decadencia del país y supone un gasto de recursos americanos que, en vez de invertirse, se dedican a pagar guerras que acaban en derrotas. Francia será la nueva potencia hegemónica de Europa.

Evolución Económica y Social en el Siglo XVII

El siglo XVII fue una etapa de depresión en Europa, excepto en Inglaterra y Holanda. La crisis hispana se explica por la crisis demográfica y el agotamiento económico por las guerras.

Causas de la Crisis Demográfica

La crisis demográfica se observa desde 1580 y se explica por:

  • Las epidemias y la peste.
  • La expulsión de los moriscos.
  • La emigración a América de jóvenes por la mala situación económica y las guerras.
  • La dedicación a la Iglesia por ser un medio de subsistencia.
  • El bajo número de hijos por el descenso del número de matrimonios.

Crisis Económica y Financiera

La crisis económica afecta al campo, donde disminuye la producción agrícola, y a la artesanía. La crisis financiera se nota en el endeudamiento del siglo XVII por las guerras y la menor cantidad de oro y plata. Las deudas se contrajeron con alemanes, italianos y portugueses judíos. Esto lleva a la monarquía a buscar nuevas fuentes de ingresos como la alteración de la moneda, la creación de nuevos impuestos, exigir donativos, la venta de cargos públicos municipales y de títulos nobiliarios.

Consecuencias Sociales

La crisis del siglo XVII ocasiona el triunfo de la mentalidad hidalga. Crece la nobleza, que se endeuda para mantener su lujo; hay más clérigos y la burguesía invierte en tierras y rentas fijas por la mentalidad nobiliaria. Resurge el bandolerismo como intento de escapar de la miseria.

El Siglo de Oro Español

El Siglo de Oro se caracteriza por el desarrollo en España y Europa del Barroco, movimiento cultural basado en la exaltación de la monarquía absoluta y al servicio de la Contrarreforma. Intenta llegar al público mediante los sentidos, recurriendo al realismo naturalista que se presenta con la ostentación del lujo. Los temas principales son la exaltación de la monarquía de origen divino, la afirmación de dogmas frente a la reforma protestante y la importancia de la vida eterna frente a la terrenal.

Literatura, Poesía y Teatro

La literatura se nutre de la novela picaresca, que critica la realidad. En la poesía están el culteranismo, con Góngora, y el conceptismo, con Quevedo, donde se contraponen la lírica culta y la sátira. El teatro es el género más importante y en él se defienden los principios básicos de la Contrarreforma religiosa. También se desarrolló la cultura económica con los mercantilistas, que intentaron remediar la crisis con el desarrollo de la industria y el comercio. La ciencia tuvo poco desarrollo en España por la religiosidad impuesta por la Inquisición.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *