La Consolidación de la Democracia: Los Gobiernos Socialistas y del Partido Popular (1982-2000)
Los Gobiernos Socialistas (1982-1996)
En las elecciones del 28 de octubre de 1982, el PSOE obtuvo la mayoría absoluta con más de 10 millones de votos y 202 escaños en el Congreso de los Diputados. Durante más de 13 años (hasta marzo de 1996) este partido gobernó España, siendo presidente del gobierno Felipe González.
El primer gobierno socialista inició su andadura en diciembre de 1982. Algunos la calificaron de «rodillo» al tener capacidad total de decisión política. Desde 1986 tuvieron lugar otras cuatro consultas electorales. Las dos primeras las ganó el PSOE por mayoría absoluta, pero la tercera, en 1993, lo fue por mayoría simple, lo que obligó a los gobiernos de Felipe González a pactar con los partidos nacionalistas vasco y catalán (PNV y CIU). Durante el último periodo, los episodios de corrupción facilitaron, en las elecciones de 1996, el triunfo electoral de la oposición, representada por el Partido Popular.
Política Interior y Reformas Sociales
En política interior se llevaron a cabo medidas y reformas legislativas en todos los campos de la vida económica y social. En política económica destaca la reconversión de algunos sectores industriales, como el siderúrgico, el naval o el minero. Fue a los pocos meses de tomar posesión cuando el gobierno socialista decidió, en febrero de 1983, expropiar Rumasa, dirigida por el empresario jerezano Ruiz Mateos.
En política social destacan las leyes que aprobaron el aborto limitado y la Ley Orgánica del Derecho de Educación (LODE). En 1990 se aprueba la LOGSE, que regulaba el sistema educativo hasta la nueva Ley de Calidad aprobada en 2002 por el gobierno del PP.
Las infraestructuras de transportes conocieron durante esta etapa grandes cambios con la construcción de una nueva red de carreteras nacionales, de autovías gratuitas y la mejora del sistema ferroviario con la inauguración, en 1992, del AVE Madrid-Sevilla con motivo de la Expo.
Las Claves de la Política Económica
Las primeras medidas de la política económica del PSOE fueron la moderación salarial, la devaluación de la peseta y el fomento de las exportaciones. Con esto se pretendía reducir el déficit de la balanza comercial. Los sectores más afectados por estas medidas fueron el naval, siderúrgico, minero y textil. Estas medidas produjeron un notable aumento del paro: en 1982 (16%) y en 1986 (21%), lo que dio lugar a numerosas protestas sociales.
Mediante la introducción del IVA y la incorporación a la CE en 1986 se pretendía redistribuir la renta para suprimir una numerosa cantidad de impuestos diversos y sacar a la luz la economía sumergida.
En política energética se decidió parar la construcción de centrales nucleares y fomentar otras fuentes de energía alternativas.
Crisis y Corrupción
Este optimismo económico, con un intenso crecimiento de la Bolsa y de las inversiones exteriores, facilitó la celebración en 1992 de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla, con inversiones públicas que fueron el preludio de una profunda crisis. La crisis que se desató a comienzos de 1993, cuando ya había más de 3 millones de parados, obligó al gobierno de Felipe González a cambiar el rumbo de su política económica.
La crisis, abierta a finales de 1992, que se prolongó hasta 1997, tuvo uno de sus ejes en la falta de trabajo para los más jóvenes. El paro es uno de los problemas más graves de la sociedad española. Las medidas para paliar este lastre han sido sucesivas reformas laborales.
La corrupción política supuso la pérdida de confianza hacia los socialistas en las elecciones de 1996. Se han visto involucrados en ella empresarios, banqueros y sindicatos. La ley española establecía que los partidos sólo podían financiarse con las aportaciones del Estado. A esto se le unió la «guerra sucia» contra ETA, que puso en evidencia el uso de fondos reservados del Ministerio del Interior para financiar a grupos anti-ETA (GAL). Todos estos escándalos llevaron al PSOE al descrédito y a la pérdida de las elecciones en 1996.
El Primer Gobierno del PP en las Elecciones de 1996
En marzo de 1996 tuvieron lugar las elecciones generales, adelantadas por la crisis económica, los escándalos de corrupción, especialmente la cuestión del GAL, y el acoso del PP, lo que obligó a Felipe González a disolver las Cámaras y convocar elecciones anticipadas. El resultado supuso la victoria de los populares, aunque por un margen menor de votos, lo cual obligó al PP a negociar con los nacionalistas catalanes y vascos. José María Aznar se presentó con un partido unido.
Las primeras medidas del nuevo gobierno iban dirigidas a la mejora de la economía española con la reducción del paro y la inflación, el control del gasto público y del presupuesto, medida establecida en Maastricht (1991).
Estas medidas permitieron, en la etapa de 1996 a 2000, controlar la inflación, reducir la tasa de desempleo y rebajar los tipos de interés.
En política fiscal también se implantó un nuevo sistema de redistribución de la renta, se garantizaron las pensiones y se privatizaron algunas empresas, como Telefónica.
La política exterior no cambió de forma sustancial durante esta primera etapa. España mantuvo sus compromisos con la OTAN y se integró en la estructura militar. Ha jugado un papel importante en las relaciones con los países de América Latina y Marruecos, también con Gran Bretaña y EE. UU. La presión de los atentados se dirigía a solicitar el acercamiento de los presos vascos a Euskadi. Destaca el secuestro de Ortega Lara y el asesinato de Miguel Ángel Blanco en 1997. En septiembre de 1998, ETA declaraba una tregua que se prolongará hasta 1999.