Implantación del Estado Soviético
1. Primeras Medidas del Ejecutivo
Después de la conquista del poder, el nuevo ejecutivo adoptó las siguientes decisiones con el fin de implantar un Estado socialista soviético:
- Decreto de paz: Lenin anunció la inmediata salida de Rusia del conflicto y la firma de una paz sin anexiones ni indemnizaciones. En noviembre se acordó un armisticio y, pocos meses después, el 3 de marzo de 1918, se rubricó la paz de Brest-Litovsk.
- Decretos sobre la propiedad de la tierra: Las tierras de los grandes terratenientes, de la Corona y de la Iglesia ortodoxa fueron confiscadas y repartidas, por los sóviets locales, entre los campesinos. La propiedad privada de la tierra y el empleo de trabajo asalariado fueron abolidos.
- Decretos sobre el trabajo: Los sóviets de obreros tomaron el control de las fábricas y de las minas. Se nacionalizaron los bancos y quedó establecida la jornada laboral de 8 horas.
- Decretos sobre la prensa: Las publicaciones contrarias al gobierno del Consejo de Comisarios del Pueblo fueron clausuradas.
- Creación de la Checa: Se creó la Checa, una policía política cuyo cometido principal fue acabar con la oposición contrarrevolucionaria a los bolcheviques (mencheviques, liberales, socialistas revolucionarios y anarquistas), con el sabotaje y con la especulación.
- Derecho a la autodeterminación de los pueblos del imperio zarista.
Como se había previsto con anterioridad, junto con estas medidas, en noviembre de 1917, se convocaron elecciones para la Asamblea Constituyente. Los resultados fueron desfavorables para los bolcheviques, que perdieron frente a mencheviques y socialrevolucionarios. En consecuencia, Lenin decretó su disolución y, en su lugar, fue proclamado el III Congreso de los Sóviets. Este organismo aprobó la primera Constitución de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia en 1918, y sus organismos principales fueron el Congreso de los Sóviets de todas las Rusias y el Consejo de Comisarios del Pueblo.
La Guerra Civil Rusa y el Comunismo de Guerra
1. Estallido y Facciones de la Guerra Civil
La revolución no triunfó en todas las zonas de Rusia, e incluso en algunas surgió una oposición al carácter autoritario del régimen. El resultado fue el estallido de una cruenta guerra civil entre 1918 y 1921. La oposición a los bolcheviques no fue homogénea y se dividió en tres bandos:
- El denominado «Ejército Blanco»: Formado por sectores antirrevolucionarios del antiguo ejército zarista que provocaron el estallido de la guerra civil en 1918. Lo constituían distintos grupos (liberales o kadetes, cosacos, etc.) y actuaron en diferentes regiones. Destacó el general Kolchak y los cosacos blancos en Siberia.
- Los grupos revolucionarios marginados por los bolcheviques: Como los socialrevolucionarios y los anarquistas del sur de Ucrania.
- La intervención extranjera: Apoyó directamente a los blancos con tropas, capitales y armamento procedentes, básicamente, de Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Japón. Su intervención pretendió evitar el contagio revolucionario e impedir la negativa de los bolcheviques a reconocer la deuda exterior y a indemnizar a los propietarios de las industrias expropiadas.
- Los diferentes pueblos integrados en el imperio zarista: (Polacos, ucranianos, bálticos, georgianos) que luchaban por su independencia.
2. El Ejército Rojo y la Victoria Bolchevique
Los bolcheviques pusieron en pie el Ejército Rojo para defender el nuevo régimen. El encargado de su organización fue Trotski, que impuso una disciplina muy rigurosa y un férreo control mediante comisarios.
Hasta 1919, los ejércitos blancos controlaron la mayor parte del país, con una fuerte presencia en el este, incluida Siberia y los territorios del norte; mientras que los revolucionarios controlaban el centro de Rusia. La falta de coordinación entre los distintos grupos de los «blancos» y la antipatía de la población hacia la presencia extranjera inclinaron la balanza en favor de los bolcheviques.
El conflicto se cobró un elevado número de vidas y sumió en la miseria y el hambre a millones de personas. El propio zar Nicolás II y su familia fueron ejecutados por los bolcheviques. En 1920, el Ejército Rojo frenó las ofensivas de los «blancos» y entre 1921-1922 se proclamó vencedor.
3. El Comunismo de Guerra
Los bolcheviques aprovecharon la guerra civil para imponer un comunismo de guerra, orientado a intervenir, de forma total, en la economía rusa con el doble propósito de generar los recursos suficientes para obtener la victoria y avanzar así en la «construcción del socialismo» por la supresión de la propiedad privada y la estatalización de la industria. Estas políticas generaron fuertes tensiones, como quedó de manifiesto en la sublevación de los marinos de Kronstadt. Con estas decisiones, el Estado pasaba a dirigir la economía mediante el control de la producción y de la distribución de la producción agraria.