Etapas Clave de la Guerra Civil Española: Un Resumen Militar

Fases Militares de la Guerra Civil Española

El fracaso de la sublevación militar y la incapacidad del gobierno para sofocarla dieron paso a una guerra civil de 3 años. Podemos establecer estas fases y destacar sus principales escenarios:

De los inicios (18 de julio de 1936) a la primavera de 1937

La sublevación se inició el 17 de julio en Marruecos y se extendió al resto del territorio español entre los días 18 y 20 de julio con resultados diversos: La rebelión triunfó en parte de Andalucía, en Navarra, en la mayor parte de Aragón, Castilla y León, La Rioja, Galicia, Canarias, Mallorca y parte de Extremadura; fracasó en las grandes ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia, en Cartagena, en Asturias, País Vasco y Cataluña. Así España quedó dividida en dos zonas enfrentadas: la España urbana e industrial, la que tenía las reservas de oro del Banco de España en la zona leal al gobierno; la España agraria, conservadora y católica quedó en manos de los militares sublevados. En cuanto al ejército, el de tierra lo dominaban los rebeldes y la marina y del aire la República, aunque también aquí la balanza se inclinaría a favor de los rebeldes cuando llegó la ayuda italiana y alemana.

A partir de cada una de las zonas cada uno de los bandos organizó columnas militares para conquistar el territorio enemigo.

El principal objetivo de los generales rebeldes era tomar la capital, lo que se ha llamado Batalla de Madrid (Agosto del 36 a marzo del 37). Al principio se intenta desde el norte pero son detenidos en la sierra de Guadarrama por lo que la iniciativa pasa a las columnas que proceden desde Andalucía. Desde allí, el ejército de África avanza decididamente hacia el norte (Especialmente cruel fue la toma de Badajoz) aunque Franco decide aplazar la conquista para liberar Toledo, esto permite que Madrid organice su defensa al tiempo que el gobierno abandona Madrid y se traslada a Valencia.

Madrid resistirá hasta el final de la guerra a pesar de que las afueras sean escenarios de grandes batallas como la del Jarama o Guadalajara.

Etapa central (abril-mayo de 1937 a noviembre de 1938)

Los fracasos ante Madrid hicieron que Franco cambiase su estrategia planteándose una guerra larga con la sistemática ocupación del territorio y aniquilación del enemigo. Franco se dirigió hacia el norte industrial y minero y desde el Este se fue tomando Vizcaya, Santander y Asturias ya en octubre del 37 con lo que concluía ya el frente del norte. En este frente, en abril del 37, se produjo el bombardeo por la Legión Cóndor de la villa de Guernica que pasó a ser un símbolo contra la guerra.

En los meses de invierno del 37-38 se produjo una ofensiva republicana para tomar Teruel, una batalla extremadamente dura, en la que se impuso la superioridad de los rebeldes. A continuación Franco optó por una continuar presionando en el frente de Aragón hasta llegar al Mediterráneo con lo cual Cataluña quedó separada del resto del territorio republicano.

La república intentando romper el frente, en verano del 38, desencadenó una gran ofensiva, llamada la batalla del Ebro, que pasa por ser la más sangrienta de toda la guerra con 30.000 bajas franquistas y 60.000 republicanas. Fue una batalla de desgaste que agotó definitivamente al ejército republicano ya completamente desmoralizado.

Última etapa: de la Batalla del Ebro a la caída de Madrid (Noviembre 1938-marzo de 1939)

Tras la batalla del Ebro el ejército rebelde, ya muy superior al republicano, va a tomar Cataluña y a principios del 39 medio millón de personas, civiles y militares, miembros del gobierno como Azaña, personalidades como Machado, pasan la frontera pirenaica a Francia. Allí, muchos, fueron internados en campos de concentración.

Por estas fechas el territorio controlado por el gobierno se reduce a Madrid, territorios manchegos y la costa que va de Valencia a Almería.

El Final de la Guerra Civil

  1. De la batalla del Ebro a la caída de Madrid: el final de la Guerra Civil.
    La batalla del Ebro (julio-noviembre de 1938) fue una de las más largas y decisivas de la Guerra Civil española. El objetivo del ejército republicano era detener el avance de las fuerzas sublevadas y ganar una posición estratégica. Sin embargo, tras una lucha brutal, los republicanos sufrieron una derrota que debilitó significativamente sus recursos y su moral. Con el ejército republicano diezmado, las fuerzas franquistas iniciaron en diciembre de 1938 una ofensiva hacia
  2. Cataluña, ocupando Barcelona en enero de 1939 y empujando a miles de refugiados republicanos a exiliarse en Francia. La división entre los republicanos desembocó en el golpe de estado en Madrid de Casado y Besteiro que intentaron una redición con condiciones, que no fue aceptada por Franco. Finalmente, en marzo de 1939, las tropas de Franco avanzaron sobre Madrid, que capituló el 28 de marzo, poniendo fin a casi tres años de guerra. La victoria franquista marcó el inicio de una dictadura militar en España, bajo la cual se suprimieron las libertades políticas y se persiguió a los republicanos y opositores, estableciendo un régimen autoritario que duraría hasta 1975.
  3. Los apoyos sociales del franquismo en su etapa inicial.
    En la etapa inicial del franquismo (1939-1950), el régimen de Francisco Franco consolidó su poder apoyándose en diversos sectores sociales. La Iglesia Católica fue uno de sus principales pilares, respaldando la legitimidad de la dictadura en un contexto anticomunista y promoviendo valores conservadores y de orden. Además, el ejército y los cuerpos de seguridad brindaron el apoyo militar necesario para sostener el régimen. La aristocracia y la oligarquía económica también respaldaron a Franco, ya que el franquismo protegía sus intereses económicos mediante políticas de autarquía y control de la clase trabajadora. Algunos sectores de la clase media, afectados por la inestabilidad de la República y la guerra civil, vieron en el franquismo una garantía de estabilidad. Finalmente, organizaciones como la Falange Española y el Movimiento Nacional intentaron estructurar una base popular de apoyo, promoviendo una identidad nacionalista unificada. Aunque estos apoyos variaron con el tiempo, fueron fundamentales para la consolidación de Franco en sus primeros años de gobierno.
  4. La autarquía (1939-1950).
    La política económica del primer franquismo se vio motivada por razones internas y externas.
    Internamente, la ideología del régimen, centrada en el nacionalcatolicismo, rechazaba la dependencia de importaciones extranjeras. El motivo externo es la situación de guerra que hay en el entorno europeo. Dentro del modelo autárquico la agricultura tuvo mucha importancia. El control estatal de la producción agrícola se realizó a través de instituciones como el Servicio Nacional del trigo. En el ámbito industrial se creó el INI (Instituto Nacional de industria) cuyo objetivo era estimular la iniciativa privada. En este período hay que destacar la creación de empresas como RENFE, IBERIA o ENDESA. El comercio exterior manifestó niveles bajos de exportaciones e importaciones fruto de esta política autárquica. En el comercio interior, por un lado, estaba el comercio oficial y, por otro lado, el mercado negro (estraperlo). En este contexto, y para garantizar el abastecimiento, surgen las cartillas de racionamiento, que se mantienen

    hasta 1952. Esta política autárquica llevó al país a un profundo estancamiento económico y a una considerable disminución del nivel de vida de la población española muy alejada de los niveles de bienestar de los países de Europa Occidental.

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