Europa y América: Transformaciones Políticas y Económicas Siglos XVIII-XIX

Europa en el Siglo XVIII

España estaba gobernada en esta época por los reyes de la familia Habsburgo (o Austria). En 1650, España acababa de sufrir una derrota en la Guerra de los Treinta Años y había perdido algunas de sus posesiones en Europa, pero continuaba siendo una gran potencia territorial.

Aparte de España, Felipe IV gobernaba el Reino de Nápoles, Milán y el Franco Condado, además de los Países Bajos (actualmente Bélgica y Luxemburgo). También tenía posesión de las Islas Filipinas, Ceuta, Melilla y Orán. Antes de la guerra, Portugal y Holanda habían pertenecido a España. También había sufrido pérdidas en la Guerra de los Treinta Años. Hungría y el Sacro Imperio Romano Germánico, con una cultura y lengua común, no tenían la misma cohesión que Sajonia, Prusia o Baviera. Con el tiempo, comenzará una pugna por ver quién imponía su autoridad al resto de territorios alemanes.

Algunos territorios italianos estaban controlados por España, como los Estados Pontificios (gobernados por el Papa de Roma). Existían territorios independientes que componían en el siglo XVIII la actual Italia.

Francia había sido la gran vencedora tras la Guerra de los Treinta Años. Había arrebatado a España algunos territorios en su frontera sur (Rosellón y Cerdeña) y en su frontera norte (una parte de los Países Bajos). En 1650, el rey de Francia Luis XIV había heredado la victoria de su padre. En su largo reinado, convertiría a Francia en la gran potencia europea.

El reto de Inglaterra era unificar todo el territorio de las Islas Británicas. Se estaba dedicando a extender su dominio de los mares en América y Asia. El Imperio Otomano, cuyos califas musulmanes continuaban desde su capital Constantinopla (hoy Estambul) controlando los territorios de Grecia, Rumanía y parte de Hungría, vio su expansión detenida por los austriacos.

Comercio en el Antiguo Régimen

El transporte por tierra de mercancías era lento y peligroso. El comercio marítimo a gran distancia con los territorios americanos españoles comenzó a tomar un desarrollo importante. La llegada a Europa del oro americano procedente de las colonias españolas comenzó a revolucionar la economía del Antiguo Régimen y a crear un grupo de personas enriquecidas (burgueses).

La Revolución Americana de EE. UU.

Sucederá en América del Norte, en los territorios que habían ocupado los ingleses. En el siglo XVIII, existían trece colonias inglesas. El rey Jorge III intentó subir los impuestos a los colonos de América con el visto bueno del Parlamento de Londres. Los colonos se negaron a aceptar los nuevos impuestos. El rey de Inglaterra envió tropas para someter a los rebeldes. Estos proclamaron su independencia y una nueva declaración de derechos inspirada en las ideas ilustradas. Era el 4 de julio de 1776. El rey de Inglaterra no aceptó la independencia y se inició una guerra. España y Francia, enemigos tradicionales de Inglaterra, apoyaron con dinero, armas y tropas a los americanos, que finalmente derrotaron a las tropas inglesas.

En 1783, las últimas tropas británicas en América firmaron su rendición y el rey de Inglaterra reconoció la independencia. Había nacido un nuevo estado que pasó a denominarse Estados Unidos. En 1787, promulgó una constitución de acuerdo con las ideas ilustradas de división de poderes, soberanía nacional e igualdad de los ciudadanos ante la ley. No se consideraba ciudadanos ante la ley ni a los indígenas americanos ni a los esclavos negros que trabajaban en las grandes plantaciones. Tampoco las mujeres tenían la consideración de ciudadano de pleno derecho.

Napoleón Bonaparte

Militar que, tras un golpe de Estado, se puso a la cabeza del gobierno de Francia. Contó con el apoyo de la alta burguesía y los sectores populares más humildes. Ambos veían que todo lo que habían conseguido con la revolución podía perderse por los grupos más radicales. Napoleón se presentó ante la sociedad francesa como el salvador de la revolución y el gran impulsor de que la mayor parte de sus ideas se extendieran por toda Europa. Napoleón consiguió dar estabilidad al gobierno de Francia. Su gobierno fue del agrado del pueblo, que vio mejorar su situación económica. Imponiendo el modelo político y social de la Revolución Francesa, se enfrentó contra Europa y fue derrotado definitivamente en 1815. Napoleón nos invadió con su gran ejército, al que el pueblo español consiguió derrotar con su valentía y arrojo tradicionales. Napoleón consiguió tener prácticamente toda Europa bajo su control, e incorporó Cataluña al estado francés. Solo escaparon al control de Napoleón Inglaterra, por su superioridad naval, y Rusia, demasiado alejada y grande, aunque lo intentó.

La Europa Organizada: El Congreso de Viena

Se organizó el Congreso de Viena, una reunión en la que los embajadores de los países vencedores de Napoleón se pusieron de acuerdo para sentar las bases del nuevo orden internacional. Se intentó devolver al estado anterior a las guerras napoleónicas. Los principales reyes absolutistas de Europa firmaron una alianza militar, llamada la Santa Alianza. Austria, Rusia y Prusia fueron los impulsores, sumándose Luis XVIII de Francia.

Los principales acuerdos firmados por los integrantes de la Santa Alianza fueron:

  • No hacerse reclamaciones territoriales entre ellos.
  • Impedir las iniciativas revolucionarias liberales en cualquier país de Europa.
  • Crear una fuerza armada conjunta lista para intervenir en cualquier país en el que surgiera un intento de revolución liberal, para aplastar a los revolucionarios antes de que se hicieran fuertes en un país.

La Santa Alianza, en 1823, entró en España para ayudar a Fernando VII a imponer su gobierno absolutista, ejército conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis.

La Primavera de los Pueblos: Movimientos Nacionalistas de 1820 a 1870

Las ideas nacionalistas se mezclaron con las liberales en las grandes oleadas revolucionarias. La oleada revolucionaria de 1820 se produjo en Grecia, que estaba en el Imperio Turco Otomano. El pueblo griego se sublevó contra la dominación del Imperio Otomano y proclamó su independencia. Tras una guerra, en 1829, el emperador otomano reconoció la independencia de Grecia. En la oleada revolucionaria de 1830, Bélgica consiguió su independencia. La historia de la actual Bélgica había ido cambiando de manos: fue española y austriaca, y fue conquistada por Francia. En la oleada revolucionaria de 1848, muchos territorios intentaron independizarse.

La lucha por la creación de un estado italiano unificado comenzó desde el Reino de Piamonte, con el rey Víctor Manuel II, que se presenta ante el pueblo como unificador de Italia. Las tropas de Víctor Manuel consiguen ir ocupando todo el norte de Italia, anexionándolo al Reino de Piamonte. El otro gran reino del sur de Italia, el de Nápoles-Sicilia, también fue incorporado por Víctor Manuel II a su corona, con la ayuda de un ejército al mando de Garibaldi. Tras la incorporación de Nápoles a su reino, Víctor Manuel II se proclamó rey de Italia por la gracia de Dios y voluntad de la nación. Todavía quedaban los Estados Pontificios, gobernados por el Papa desde Roma. El Papa se negaba a ceder su soberanía al nuevo reino. La situación se arregló en 1871. La nueva Italia unificada abarcaba casi los mismos territorios que actualmente y se estableció la capital en Roma.

A partir de la oleada revolucionaria de 1848, Prusia propuso a los estados alemanes en 1835 crear una unión aduanera, lo que ayudó a que el país modernizara y equipara un moderno y potente ejército, que sería su principal arma para conseguir la unificación alemana. A Prusia solo le faltaba controlar algunos estados alemanes del sur y de la frontera con Francia. Sin embargo, el nuevo emperador de Francia, Napoleón III, también aspiraba a extender el dominio de Francia en esa zona. El canciller Bismarck buscó una declaración de guerra entre Prusia y Francia. Las tropas prusianas estaban a las puertas de París, tras haber aplastado al ejército de Napoleón III en la batalla de Sedán. Tras su victoria sobre Francia, el rey Guillermo I de Prusia pudo proclamarse emperador de Alemania. Alemania nacía como estado unificado con aspiraciones de convertirse en la nueva potencia imperialista del centro de Europa.

La Llegada de las Máquinas a España

Se produjo con retraso respecto a los países europeos más avanzados. A finales del siglo XIX, solo algunas regiones se habían industrializado. Los sectores más destacados fueron la industria textil, centrada en Cataluña con el tejido de algodón, y la siderurgia, en la que las primeras industrias españolas se crearon en Málaga y Asturias, pero no se consolidaron por el alto precio del transporte y la escasa demanda. En Vizcaya sí existió una potente industria siderúrgica, cuyo éxito se debió al establecimiento de un eje comercial estable con Gran Bretaña, a donde se enviaba hierro y de donde llegaba carbón galés. El ferrocarril, que había sido vital para otros países, se empezó a tomar en serio por los gobernantes, ayudando a la formación de un mercado nacional. La siderurgia en Málaga y Marbella, con el empresario Manuel Heredia, (fundó junto a Larios la primera fábrica de hilados en Málaga). La competencia catalana y vizcaína acabó con estos focos.

El Movimiento Obrero se Internacionaliza: Anarquismo y Marxismo

La Revolución Industrial aumentaba el número de integrantes de la clase obrera, que en todos los países nacía sujeta a la misma explotación que se le había dado en Gran Bretaña. El movimiento obrero compartía la idea de luchar por la supresión de la propiedad privada bajo control de la sociedad en su conjunto (socialismo).

Sobre cómo debería organizarse una futura sociedad socialista, el movimiento obrero europeo se dividió a mediados del siglo XIX en dos tendencias:

  • Anarquismo, con el ruso Mijaíl Bakunin.
  • Socialismo o Marxismo, que seguía las ideas del alemán Carlos Marx.

En cada país se crearon organizaciones obreras separadas, según fueran partidarias de Marx o de Bakunin. Al final, el movimiento obrero internacional acabaría teniendo una asociación internacional anarquista y otra marxista, que en diferentes ocasiones tuvieron incluso duros enfrentamientos entre ellas.

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