TEMA 12
1. La industrialización en España (siglo XIX). 1.1. Causas del retraso de la industrialización
Las razones de la lenta industrialización española en el siglo XIX se relacionan, en primer lugar, con causas físicas o geográficas. -Lejanía relativa del núcleo europeo de industrialización. -España no contaba con buenos yacimientos carboníferos o cursos de agua caudalosos que aportasen energía a la naciente industria.
En segundo término estas razones se vinculan al propio atraso del país al preservar rasgos propios de una sociedad y economía preindustrial. -Persistencia del ciclo demográfico antiguo al mantenerse muy altas las tasas de mortalidad. -Predominio del sector agrario en la actividad económica del país caracterizada por un escaso poder adquisitivo.
Consecuencia del limitado poder adquisitivo y de la pérdida de la mayoría de sus colonias en América, España afrontó una seria escasez de mercados externos e internos. La dependencia del extranjero para el desarrollo industrial: técnica, financiera y comercial fue favorecida por el escaso desarrollo del sistema bancario y el endeudamiento de la Hacienda Pública, Con especial fuerza en 1851-70, las inversiones francesas, inglesas, belgas y alemanas permitieron desarrollar infraestructuras como el ferrocarril, abrir minas, crear bancos y fomentar la innovación empresarial. Este proceso se percibe con nitidez en la minería al promulgar el Gobierno liberal en 1868 una ley que liberalizaba este sector. Esta “desamortización del subsuelo” provocó un fuerte auge de la minería española orientada a la exportación y desarrollada con técnicas y capitales extranjeros.
1.2. El desarrollo del proceso de industrialización. Crecimiento sectorial:
-Industria textil
Afincada en Cataluña, orientada sobre todo al mercado español y colonial. La repatriación de capital desde las antiguas colonias españolas tras acceder éstas a su independencia permitió una mecanización del hilado y más lentamente del tejido. La necesidad de energía hidráulica y la proximidad a los puertos de embarque forzó la concentración de la industria algodonera.
-Industria siderúrgica
Tras una fuerte recesión en 1780-1820, conoció varios focos regionales hasta consolidarse a fines del siglo XIX en el País Vasco.
Andalucía
Foco basado en los yacimientos de hierro de Málaga y la importación de carbón de Asturias e Inglaterra. Asturias. Iniciada su producción gracias al fácil acceso al carbón. Su consolidación se vio perjudicada por dos causas: la baja calidad y elevado coste de transporte del carbón yla ley de ferrocarriles de 1855, que permitía a las compañías constructoras francesas recuperar del Estado los aranceles pagados por importar materias primas.
País Vasco
La rápida creación de fábricas siderúrgicas en Vizcaya se vincula a la introducción del convertidor Bessemer, que exigía emplear hierro con bajo contenido en fósforo. la siderurgia vasca se consolidó gracias al proteccionismo estatal iniciado en 1891 y a su mayor concentración industrial tras formar un cartel para fijar precios y cuotas de producción.
-Industria alimentaria
Su importancia va unida a la fuerte orientación agraria de la economía española durante el siglo XIX, bien para el consumo interno o la exportación. Junto a las escasas inversiones e innovaciones técnicas, la saturación de ciertos productos mediterráneos limitó las posibilidades de este sector industrial y forzó su adaptación a la remodelación de los cultivos llevada a cabo a fines del siglo XIX.
2. La industrialización en España (siglo XX). 2.1. El primer tercio de siglo (1901-30)
Desde la Primera Guerra Mundial, se remodelan las Estructuras económicas y sociales. a) modernización del régimen demográfico: incremento de la esperanza de vida, reducción de la mortalidad infantil. b) Cambio estructural: el sector primario descendió. El éxodo rural expandió las grandes ciudades. c) Renovación de la producción agrícola: uso de nuevas técnicas y cultivos. Este desarrollo se ve condicionado por factores institucionales: a) gestación de una banca nacional al surgir entidades y consolidarse una banca mixta, comercial e industrial. b) Intervención estatal ligada al nacionalismo económico. España logró incorporar en este período adelantos de la segunda revolución industrial caracterizada por: -uso de la electricidad para subsanar las carencias de carbón -innovaciones técnicas en las fábricas -facilidades de inversión, al mejorar el sistema financiero nacional -diversificación del tejido industrial. -impulso de la Primera Guerra Mundial a la industria nacional y aumentar las exportaciones de alimentos, bienes de consumo y equipo. -trasvase de población agrícola al sector industrial
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2.2. La Segunda República, la guerra civil y la etapa de autarquía. 2.2.1. La Segunda República (1931-35)
La incidencia de la crisis de 1929 fue moderada en España por la menor integración internacional de su economía. La evolución económica de la Segunda República está marcada por la incapacidad para alumbrar reformas económicas que evitasen la creciente polarización política y social que desembocaría en la guerra civil. las expectativas generadas por una reforma agraria fueron frustradas al acceder la derecha al poder en 1934. Igual sucedió con la reforma fiscal de 1932 o con la reforma laboral, que en 1931 elevaba los salarios y reducía las horas de trabajo. El freno a la moderada expansión del gasto público perpetuó y perjudicó el desarrollo de infraestructuras y bienes de equipo. La conflictividad social y La llegada al poder de una amplia coalición de izquierdas, desembocaría en el inicio de una guerra civil (1936-39).
2.2.2. La guerra civil (1936-39)
Durante la guerra civil, España se dividió en dos zonas con regímenes políticos y económicos diferentes. La zona republicana contaba con un mayor peso demográfico, las principales industrias y ciudades. La zona franquista, con importantes recursos agrarios del interior peninsular. Sin embargo, la mejor organización militar franquista se combinó con una mejor planificación económica al subordinar el Estado el comercio y la producción a las necesidades de guerra, la ayuda de Italia y Alemania apuntalaron la estabilidad económica de la zona franquista, consolidada al acceder a diversos sectores estratégicos Por el contrario, la menor cohesión política en la zona republicana dificultó la reorganización del ejército y la economía. Así, si los anarquistas apostaban por realizar la revolución durante la guerra mediante la abolición del Estado y la colectivización de tierras e industrias, los comunistas preferían retrasar su programa de planificación estatal y nacionalización de la industria y finanzas estas carencias se agravaron ante la renuncia de muchos países democráticos a suministrar préstamos y armamento por temor a la reacción de las potencias fascistas.
2.2.3. La etapa de la autarquía (1939-1950)
Junto al pesado lastre de pérdidas materiales y humanas, el Gobierno franquista tuvo que afrontar la reconversión de dos economías de guerra distintas a una sola de paz. Se radicalizó la política intervencionista y proteccionista del Estado a favor de la autarquía al restringir la competencia e imponer un mayor intervención sobre el mercado, en especial mediante la fijación de precios y la asignación de recursos. El intervencionismo sobre la agricultura, generó serias distorsiones en el mercado. Ante la carencia de incentivos y la producción cayó. Afectado por la carencia de inversiones, tecnología y fuentes de energía, el estancamiento del sector agrario dificulta el cambio estructural. Los principales mecanismos de intervención del Estado fueron: 1) Instituto Español de Moneda Extranjera (1939) 2) leyes de protección y fomento de la industria (1939) 3) Creación del Instituto Nacional de Industria (1941). Junto a la escasa inversión pública en infraestructuras, los vínculos de España con Alemania e Italia y su posterior aislamiento político por los países aliados, impidieron el crecimiento del comercio exterior y la producción de los sectores esenciales se estancó.
2.2.3. La segunda mitad del siglo XX. 2.2.3.1. El desarrollo económico bajo el franquismo (1950-75)
El agotamiento del modelo autárquico impuso a principios de los años cincuenta iniciar una modesta liberalización económica interior y exterior. Este proceso se vio favorecido al descender el aislamiento político de España. se adoptó una industrialización sustitutiva de importaciones, que combinaba los fuertes aranceles con una mayor apertura a la importación de bienes de capital. En el sector agrícola, la mayor flexibilidad de los precios de intervención eliminó el mercado negro, cimentó una mayor productividad y redujo su población activa en beneficio de otros sectores. No obstante, las exportaciones no aumentaron de forma sustancial. Agotados en 1957 los préstamos cedidos por EEUU, se crearon medidas para contener la inflación y el desequilibrio en la balanza de pagos -políticas monetaria y fiscal restrictivas -liberalización económica exterior la ampliación del mercado favoreció el incremento de la renta y la demanda de la población. Crecieron las importaciones de tecnología y bienes de equipo, así como las industrias de bienes de consumo. España consolidó el tímido cambio estructural de los años cincuenta mediante un rápido desarrollo urbano e industrial la expansión del consumo, la inversión y los precios propiciaron un crecimiento espectacular de la economía en 1965-73. El Estado trató de liderar este proceso al crear tres planes de desarrollo (1964-75) que intentaban vertebrar la industria .