Evolución Histórica de España: Desde la Prehistoria hasta la Edad Media

1. Prehistoria

Paleolítico (780.000 – 8.000 a.C.)

La característica más importante de este largo periodo fue el proceso de hominización. Podemos distinguir tres etapas:

  • Paleolítico inferior: Los restos de homínidos más antiguos, pertenecientes al Homo antecessor (780.000 años), han sido encontrados en la sierra de Atapuerca (Burgos). Estos homínidos eran cazadores, se agrupaban en hordas muy pequeñas, no tenían hábitat fijo y vivían al aire libre, próximos a los ríos.
  • Paleolítico medio: Es el momento del dominio de los Neandertales (100.000 – 35.000 a.C.), cuyos restos se encuentran en diversas zonas, entre ellas, Gibraltar. Más desarrollados que los anteriores, se piensa que tuvieron creencias de tipo espiritual.
  • Paleolítico superior: Es el momento del Homo sapiens (Homo de Cro-Magnon) (35.000 – 8.000 a.C.). Es el homo más desarrollado, como se manifiesta en sus modos de vida más complejos (grupos más numerosos y mejor organizados), en los utensilios que utiliza (piedra, hueso) y en el desarrollo de las primeras manifestaciones artísticas (arte rupestre). Los restos más importantes de pintura rupestre los encontramos en la zona cantábrica, como en Altamira.

Los hombres del Paleolítico se dedicaban a la caza y a la recolección; eran depredadores.

Neolítico (6.000 – 2.500 a.C.)

Se descubre la agricultura y la ganadería. Estas nuevas actividades producirán importantes modificaciones: nacimiento de un cierto poder (los más ancianos), diferenciación social, división del trabajo, aparición de la cerámica, etc.

Edad de los Metales

  • Cultura del cobre (2.500 – 1.800 a.C.): Se extiende por la zona de Murcia y Almería. El fenómeno cultural más importante es el de los monumentos megalíticos.
  • Cultura del bronce (1.800 – 750 a.C.): Se extiende por la zona de Murcia, Almería, Jaén y Granada.
  • Cultura del hierro (800 – 218 a.C.): Esta última etapa prehistórica se confunde, en la Península Ibérica, con la etapa de las colonizaciones de los pueblos mediterráneos (fenicios, griegos y cartagineses) o del norte (los celtas).

Durante este periodo conocemos el desarrollo de los pueblos prerromanos:

  • Tartessos: Es la cultura más antigua. Se situaba en la Andalucía occidental y el sur de Portugal. Su máximo esplendor lo conoce entre los siglos IX y VII a.C., coincidiendo con la llegada de los fenicios a las costas peninsulares para adquirir metales (oro, plata, hierro y estaño).
  • Íberos: La cultura ibera se extendió por toda el área del levante peninsular. Conoció su máximo desarrollo entre los siglos V y III a.C. Tuvieron fuertes influencias griegas y cartaginesas. Culturalmente, eran pueblos muy avanzados, pero cayeron bajo el dominio romano.
  • Celtíberos: Conjunto de pueblos que habitaban las mesetas castellanas en el momento de la conquista romana.

2. Edad Antigua

Todos estos pueblos viven durante la etapa que hemos denominado Edad Antigua para la zona del Mediterráneo. De hecho, van a recibir las influencias de los pueblos más desarrollados del entorno: fenicios (a partir del siglo VIII a.C.), griegos (desde el siglo VI a.C., asentándose solo en las costas, sin penetrar en el interior), cartagineses (entre los siglos IV y III a.C.) y romanos (desde el siglo III a.C.). Estos dos últimos se disputarán el dominio del Mediterráneo y, por tanto, el dominio de la Península Ibérica.

Fueron los romanos los que consiguieron conquistar el territorio y convertirlo en una parte del Imperio. Desde el 218 a.C. comienza la penetración romana, y en el 19 a.C. se culmina la conquista. El territorio recibirá el nombre de Hispania. Las aportaciones de este pueblo fueron muy importantes: la lengua, el derecho, las grandes obras públicas, etc., y el cristianismo, desde que se permite la libertad religiosa en el Imperio (313 d.C.). La dominación romana terminará con la invasión de los pueblos bárbaros en la Península y el asentamiento, en el siglo V d.C., de los visigodos. Se iniciaba así la Edad Media.

3. Edad Media

Durante esta etapa distinguimos:

A. Reino Visigodo (507 – 711 d.C.)

Se inicia en el 507 d.C. y finaliza en el 711 con la invasión musulmana. Tienen que compartir el territorio con los suevos (asentados en la Gallaecia) hasta que el rey Leovigildo anexionó el territorio en el 585, y con los bizantinos, que son expulsados en el 623.

Los visigodos tomaron elementos de la cultura romana y la organización territorial del Imperio. Se convirtieron al catolicismo en el 589, empezando de esta forma la influencia religiosa en la política y en la sociedad.

Destacaron especialmente en la orfebrería.

B. Al-Andalus (711 – 1492)

El periodo árabe en la Península se inicia en el año 711, cuando Tariq desembarcó con su ejército cerca de Gibraltar. Poco después, vence en la batalla de Guadalete al último rey godo, Don Rodrigo. Tras la derrota, el reino visigodo cae sin oponer apenas resistencia. La dominación musulmana terminará en 1492, cuando los Reyes Católicos los expulsen del reino de Granada.

Al-Andalus se convirtió en emirato independiente en el año 756 con Abd-al-Rahman I y en califato en el 929 con Abd al-Rahman III. Durante esos siglos, consigue su máximo esplendor, tanto en la economía como en la actividad cultural. Córdoba se convirtió en la ciudad más importante en el siglo X. En 1031 comienza la decadencia, y diferentes pueblos venidos de África se asientan en la zona. Hacia mediados del siglo XIII, sólo el reino de Granada resiste a la presión de los reinos cristianos peninsulares.

La influencia cultural árabe fue muy fuerte en todo el territorio.

C. Los Reinos Cristianos

Se organizaron en aquellos territorios que resistieron la penetración árabe. Fueron los territorios situados al norte del Ebro y del Duero, especialmente en la zona occidental. Estos primeros reinos cristianos iniciaron un avance hacia el sur que duró ocho siglos, hasta acabar con el último reino musulmán en 1492.

En su proceso expansivo podemos distinguir varias fases:

  1. Formación y consolidación de los reinos (siglos VIII-X): reino de Asturias, reino de León, reino de Navarra y condados catalanes.
  2. Expansión territorial (siglos XI-XIII) y reorganización de los reinos cristianos: reino de León, reino de Castilla, reino de Portugal, Corona de Aragón y reino de Navarra. El año 1212 se convirtió en un hito importante en la expansión hacia el sur. Los reinos peninsulares se unen y derrotan a los almohades en las Navas de Tolosa. Fue un éxito conjunto, pero sus efectos en la unificación del territorio tardarían algunos años.
  3. Guerra y conquista de Granada (finales del siglo XV).

La característica fundamental de la Edad Media en los reinos cristianos es la fragmentación territorial y la debilidad del poder real hasta el siglo XV. La sociedad, a diferencia de Al-Andalus, era rural y atrasada, con fuertes lazos de dependencia entre señores y campesinos, aunque existió un grupo importante de campesinos libres. Su arte será muy interesante por su valor religioso: corresponde a esta etapa el arte románico y el gótico.

A mediados del siglo XV, tenemos consolidados los siguientes reinos: el reino de Castilla, la Corona de Aragón, el reino de Portugal, el reino de Navarra y el reino de Granada. Serán los Reyes Católicos los que modifiquen este espacio, unificando el territorio y creando un espacio más homogéneo. Nacía con ellos el Estado Moderno.

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