1. Evolución Política de los Reinos Cristianos (siglos XIV-XV)
1.1. Castilla posterior a la conquista
Tras el reinado de Alfonso X se desencadenó una larga etapa de crisis sucesoria debido a las minorías de edad de los reyes. La nobleza, organizada en ligas enfrentadas a la Corona, encontró en las ciudades, organizadas en hermandades, un apoyo fundamental para la monarquía. Alfonso XI consiguió restablecer la autoridad real. Pedro I desencadenó una feroz lucha por el poder, primero con la guerra contra Aragón por cuestiones fronterizas y el control del comercio en el norte de África, y después, la guerra civil contra Enrique de Trastámara, hijo bastardo de Alfonso XI. Enrique fue respaldado por la mayor parte de la nobleza y el alto clero, obteniendo el apoyo de Aragón, Francia y el Papado, además de la ayuda de mercenarios franceses. Finalmente, pudo derrotar y matar a su rival.
1.2. Castilla bajo la Casa de Trastámara
Las Cortes participaron activamente en la política de reformas. Se produjo un cambio de alianza al pasar Castilla a apoyar a Francia en la Guerra de los Cien Años, y se mantuvo una relación pacífica con Aragón, reforzada por alianzas matrimoniales. El reinado de Juan II fue turbulento, con enfrentamientos entre ligas nobiliarias, influenciado por figuras como Fernando de Antequera y Álvaro de Luna. Durante el reinado de Enrique IV, las luchas entre bandos nobiliarios, los conflictos con Aragón y Navarra, y el problema sucesorio llevaron a una guerra entre facciones aristocráticas. A la muerte de Enrique IV, Castilla era uno de los estados más poderosos de Europa.
1.3. La Corona de Aragón
La monarquía aragonesa en los siglos XIV-XV se caracterizó por una inestabilidad constante debido a: la dificultad de gobernar un conglomerado de reinos; el esfuerzo militar y económico que supuso durante décadas la política de expansión; y las pretensiones de la nobleza, que obligó a los reyes a negociar. Desde finales del siglo XIII, los monarcas aceptaron los privilegios nobiliarios, una política conocida como pactismo. En la segunda mitad del siglo XIV, la Corona de Aragón se debilitó por la guerra con Castilla, la pérdida de influencia en el norte de África tras la toma del Estrecho por los castellanos, las sublevaciones nobiliarias, y las graves consecuencias de la peste de 1348.
1.4. La Casa de Trastámara en Aragón
La muerte sin descendencia de Martín I el Humano en el siglo XV provocó una crisis dinástica. La propuesta de Benedicto XIII de encargar a un tribunal de compromisarios la elección de un sucesor fue aceptada. Dos años después, se llegó al Compromiso de Caspe, donde los representantes de los tres reinos eligieron a Fernando de Antequera, tío del rey Juan II de Castilla. Con Fernando I, la Casa de Trastámara se hacía también con la Corona de Aragón. Alfonso V el Magnánimo amplió el imperio mediterráneo. El rey apoyó las reivindicaciones de los campesinos contra los señores, y también las de los artesanos barceloneses. Durante el reinado de Juan II, la tensión fue subiendo en Cataluña y desembocó en la guerra civil que enfrentó a la nobleza y el clero del principado contra el rey. La guerra duró diez años e implicó a Francia, que recibió el Rosellón y la Cerdaña a cambio de apoyar a Juan II. El apoyo aragonés y valenciano fue decisivo para inclinar la balanza a favor del rey. Como consecuencia, hubo una crisis económica y social.
1.5. El Reino de Navarra
En 1200, Navarra vio cerrado el camino hacia el sur. El reino pirenaico giró en torno a Francia, cuyos soberanos utilizaron el territorio como plataforma para su política exterior. Hubo protestas y rebeliones contra el intento de los monarcas navarros de entregar la administración a oficiales franceses. Al convertirse en reina Juana de Evreux, el reino quedó separado de la corona francesa. El reinado de Carlos II el Malo sumió al país en la lucha política contra Francia y en la guerra civil castellana. Con Carlos III el Noble se abrió una etapa de paz y cierta estabilidad. La boda de Blanca con Juan II de Trastámara hizo girar a Navarra hacia la política peninsular. Durante el resto del siglo XV, el reino quedó sumergido en la lucha por la corona, donde se cruzaban los intereses de Aragón, Castilla y Francia. La disputa se mezcló con la guerra civil catalana y dividió a la nobleza navarra en dos bandos enfrentados. Navarra acusó seriamente la crisis demográfica y económica.
2. La Organización Política y las Instituciones
2.1. La Corona de Castilla y la consolidación de su autoridad
Uno de los rasgos políticos más acusados es el fortalecimiento del papel de la monarquía. Desde el reinado de Alfonso X se configuró un estado moderno que, a finales del siglo XV, era uno de los más poderosos de Europa. A ese reforzamiento de la autoridad de los reyes contribuyó la extensión de una teoría del origen divino del poder.