Los Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana y las Etapas de la Reconquista
Consolidación de los Reinos Cristianos
Tras la invasión musulmana en el 711, surgieron diversos núcleos de resistencia cristiana. El primero de ellos se estableció en Asturias, en torno a la figura de Pelayo y la batalla de Covadonga en el 722. La monarquía asturiana se consolidó a través de una dinastía (Pelayo-Pedro) y se expandió por el Cantábrico y el valle del Duero. Otros núcleos de resistencia emergieron en Pamplona y la Marca Hispánica.
Avance y Retroceso en la Reconquista
Estos núcleos aprovecharon la debilidad de los reinos de taifas para iniciar la Reconquista en el siglo XI. Tras la conquista de Toledo en 1085, la expansión cristiana se vio frenada por el empuje de almorávides y almohades. Sin embargo, la victoria cristiana en las Navas de Tolosa en 1212 marcó el inicio de la conquista de Andalucía, que culminó con la toma de Granada en 1492.
Durante este periodo, también se recuperaron Mallorca en 1229 y Valencia en 1238. Murcia fue conquistada y, según el tratado de Cazola, pasó a formar parte de Castilla.
Modelos de Repoblación
Durante la Reconquista, se llevó a cabo la repoblación de los territorios despoblados a partir del siglo IX. Se utilizaron dos sistemas principales:
- Presura en la zona occidental.
- Aprisio en la zona oriental.
Esta primera repoblación favoreció la expansión de la pequeña propiedad campesina, aunque el señorío se desarrollaría más tarde.
El poder político pronto intervino en la repoblación. Las Extremaduras se repoblaron mediante la concesión de fueros o cartas pueblas, que otorgaban privilegios a los repobladores. Tras la conquista de Toledo, la ocupación del territorio entre el Tajo y el Guadiana se encomendó a las Órdenes Militares. En Andalucía, la repoblación se realizó mediante la concesión de tierras por parte de la monarquía (donadíos) o por repartimientos.
Organización Política, Régimen Señorial y Sociedad Estamental en la Edad Media
La organización política medieval se basaba en la monarquía feudal, que funcionaba mediante relaciones feudovasalláticas. En este sistema, el señor mantenía al vasallo, quien a cambio le ofrecía consejo y auxilio. El poder del señor feudal dependía de sus comitivas armadas, que a su vez estaban relacionadas con la extensión de sus tierras.
Esta organización actuaba como un embrión de administración, donde los merinos representaban al rey en un territorio determinado.
El rey buscaba fortalecer su poder arbitrando en los conflictos y otorgando concesiones a la aristocracia.
El régimen dominical se fundamentaba en el vínculo económico, donde el señor cedía sus tierras a cambio de una renta.
En el régimen señorial, el señor ejercía la jurisdicción, teniendo así intereses económicos y jurisdiccionales.
Los señoríos dependían del señor feudal, mientras que el realengo dependía directamente del rey.
La sociedad medieval era estamental, con una estructura social determinada por el nacimiento. Se dividía en tres estamentos: guerreros, clérigos y campesinos.
Organización Política de las Coronas de Castilla y Aragón, y del Reino de Navarra a Finales de la Edad Media
Corona de Castilla
Desde el siglo XIII, la Corona de Castilla buscó consolidar su poder mediante nuevas formulaciones jurídicas como Las 7 Partidas o el Ordenamiento de Alcalá. Los reyes ampliaron su Corte con cargos como el Mayordomo (patrimonio), el Canciller (administración) y el Condestable (milicia), quienes ganaron poder por su cercanía al rey. Se crearon instituciones como el Consejo Real, que asesoraba al rey, y la Audiencia, que impartía justicia en su nombre. Las Cortes representaban al reino y, entre otras funciones, aprobaban los impuestos. El rey comenzó a ser representado por los Corregimientos, que controlaban los concejos.
Corona de Aragón
En la Corona de Aragón, los diferentes territorios (Aragón, Valencia, Mallorca y Cataluña) estaban dirigidos por lugartenientes y virreyes. Al igual que en Castilla, el Consejo Real y la Audiencia apoyaban la acción de gobierno, pero en Aragón existía una mayor tradición de estructuras feudales. Las Cortes funcionaban mediante el pactismo, donde los nobles intervenían en la legislación y la política, que estaba necesitada de dinero. Ejemplos de pactismo son el Privilegio General y los Fueros de 1288, la Justicia Mayor de Aragón y la Generalitat en Cataluña.
Reino de Navarra
El Reino de Navarra mantenía una estrecha relación con Francia, ya que el rey de Navarra era también Duque de Champaña. Al igual que en Castilla, las Cortes representaban al reino, pero la recaudación de impuestos se gestionaba a través de la Cámara de Comptos.
El territorio se dividía en merindades, que eran territorios bajo la jurisdicción de un merino, encargado de su administración económica, financiera y judicial.
La Guerra de Sucesión Española, el Sistema de Utrecht y los Pactos de Familia
La muerte sin descendencia de Carlos II de España provocó un doble conflicto sucesorio: uno internacional, para evitar el aumento de la hegemonía francesa, y otro nacional, en el que Castilla, País Vasco y Navarra apoyaron al pretendiente francés, mientras que la Corona de Aragón apoyó al pretendiente austriaco. Tras la renuncia del futuro Felipe V a la corona francesa, las derrotas del bando austriaco en España y las del bando francés en Europa, se firmó el Tratado de Utrecht (1713-15). Como consecuencia, Flandes, Nápoles y Milanesado pasaron a Austria, mientras que Gibraltar y Menorca fueron cedidos a Gran Bretaña, que además obtuvo concesiones comerciales en América.
Los Pactos de Familia fueron tres acuerdos entre las monarquías de España y Francia contra Gran Bretaña:
- Primer Pacto de Familia (1733): Firmado por Felipe V para recuperar la influencia española en Italia. Francia y España se enfrentaron a Austria.
- Segundo Pacto de Familia (1743): Luis XV de Francia apoyó a España en el norte de Italia, aprovechando la Guerra de Sucesión Austríaca.
- Tercer Pacto de Familia (1761): Firmado durante el reinado de Carlos III para defender los intereses coloniales hispano-franceses en América frente a las aspiraciones británicas. Se reconoció la independencia de los Estados Unidos y, en la Paz de Versalles de 1783, Gran Bretaña devolvió Menorca y Florida a España.
La Monarquía Borbónica, los Decretos de Nueva Planta y las Reformas del Siglo XVIII
Los tres primeros Borbones (Felipe V, Fernando VI y Carlos III) reorganizaron el Estado, estableciendo una monarquía absoluta fuerte, centralista y unificada, siguiendo el modelo francés. Impulsaron la reforma del Gobierno y la Administración, sustituyendo los Consejos por los secretarios de Despacho en 1714.
Promovieron los Decretos de Nueva Planta, que suprimieron los fueros e instituciones de Aragón, respetando los de Navarra y el País Vasco. Las Cortes pasaron a ser únicas y los capitanes generales (jefes políticos de la provincia) sustituyeron a los virreyes. Se creó la Guardia Real y se cambió el idioma de la Administración del latín al castellano. Los capitanes generales también formaron parte de las Audiencias.
El ejército también experimentó cambios, como la creación de regimientos (con separación por armas en caballería, infantería y artillería) y mejoras en la armada.
Expansión y Transformaciones Económicas en la España del Siglo XVIII
En el siglo XVIII, la economía española estaba limitada por la falta de competencia, la estructura de la propiedad de la tierra y la oposición al cambio.
La agricultura se veía afectada por el régimen de propiedad. Durante el reinado de Carlos III, se implementaron medidas como los alquileres municipales y la colonización de tierras.
La industria se incentivó por el aumento de la población, la mayor demanda de productos, el incremento de las rentas de nobles y eclesiásticos, y una nueva política comercial con América. El principal obstáculo era el sistema gremial. Los reyes potenciaron la industria mediante el proteccionismo, las manufacturas reales y el fomento de la construcción naval.
Se inició una política proteccionista para el comercio interior. La política comercial con América se reforzó con medidas como la reducción de las atribuciones del Consejo de Indias, la disolución de la Casa de Contratación en 1778 y la división del virreinato del Perú, creándose los virreinatos de Nueva Granada y Río de la Plata en 1776. Además, se estableció un ejército permanente en puntos estratégicos.
Despegue Económico de Cataluña
Cataluña experimentó un notable despegue económico en el siglo XVIII. Duplicó su población, el campesinado se orientó al mercado, se desarrolló una burguesía agraria innovadora y aumentaron los intercambios peninsulares y con el exterior. La industria catalana se vio favorecida por el proteccionismo. El crecimiento generó excedentes de capital que se invirtieron en la modernización del sector textil, sentando las bases para la revolución industrial del siglo XIX.
La Ilustración y el Despotismo Ilustrado de Carlos III
El pensamiento ilustrado tardó en llegar a España en comparación con el resto de Europa. Durante los reinados de Felipe V y Fernando VI, surgieron precursores como Mayans, Feijóo y Flórez, con ideas innovadoras. Se crearon las principales Reales Academias y las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, que se extendieron por España para defender y premiar las nuevas ideas científicas.
Estas nuevas ideas impulsaron reformas económicas e importantes investigaciones científicas, como las excavaciones arqueológicas en Pompeya y las expediciones geográficas de Malaspina. También se desarrolló una literatura orientada a la transformación de la sociedad española, con figuras destacadas como Jovellanos, Samaniego y Moratín.
Este movimiento triunfó con Carlos III, quien contribuyó al urbanismo madrileño (calles empedradas, farolas de aceite, paseos y monumentos). Contó con colaboradores como el Conde de Aranda, presidente del Consejo de Castilla, y el Marqués de Esquilache, Secretario de Guerra. Contra este último se dirigió un motín en 1766, relacionado con medidas contra las clases sociales con más capital, como la reducción del número de manos muertas, la contribución universal y el reglamento de capas y sombreros. Un año después del motín, se expulsó a los jesuitas, acusados de promover la revuelta.
La Crisis de 1917 y el Camino Hacia la Dictadura de Primo de Rivera
Entre 1912 y 1917, la tensión en España aumentó debido a varios factores:
- Inestabilidad política: La fragmentación de los principales partidos llevó a la formación de gobiernos de coalición débiles y sin mayoría parlamentaria. Las Cortes se cerraban periódicamente y el sistema de turnos de partidos quedó roto.
- Impacto de la Primera Guerra Mundial (1914-18): España se mantuvo neutral, pero la guerra generó especulación e inflación. Los primeros años hubo un impulso económico debido al aumento de las exportaciones a los países beligerantes, lo que provocó un aumento de precios y escasez de productos en el interior. Las consecuencias de la crisis afectaron a los trabajadores, originando un conflicto social que estalló en el verano de 1917.
El malestar de 1917 tuvo un triple aspecto:
- Malestar en el ejército: La inestabilidad política, los bajos salarios y la Ley de Ascensos de Guerra, que favorecía a los africanistas, llevaron a la formación de Juntas de Defensa. Estas agrupaciones, aunque inicialmente motivadas por intereses propios, fueron legalizadas, aumentando la injerencia del ejército en la vida civil.
- Crisis política: Se manifestó en la creación de la Asamblea de Parlamentarios en julio, en Barcelona. A ella acudieron regionalistas, un sector de los liberales y buena parte de los diputados de izquierda.
- Huelga General revolucionaria: Convocada por la CNT y la UGT para conseguir un cambio político. La huelga fue duramente reprimida.
El miedo a la revolución social provocó la disolución de la Asamblea y el apoyo de las Juntas al gobierno moderado en la represión de la huelga. Los acontecimientos de 1917 debilitaron el sistema, cuyos últimos años se caracterizaron por:
- Inestabilidad política: Se formaron Gobiernos de Concentración integrados por liberales, conservadores y la Lliga Regionalista de Cataluña, que fracasaron, sucediéndose 13 gobiernos en 5 años. El ejército, apoyado por el rey, tuvo gran responsabilidad en esta inestabilidad.
- Creciente conflictividad social: Aumentó tanto por la crisis económica como por la influencia de la revolución bolchevique, liderada por la UGT y la CNT. La fuerza del movimiento obrero provocó fenómenos como el»trienio bolcheviqu» (1918-20), con numerosas huelgas y ocupaciones de tierras, y el»pistolerism» en Barcelona, una forma de violencia social ejercida por los patronos contra los sindicalistas.
El Desastre de Annual y el Golpe de Estado de Primo de Rivera
Tras el desastre militar de Annual, el gobierno dimitió y Alfonso XIII encargó a Maura la formación de un gobierno de concentración. Este ejecutivo, apoyado por todas las fracciones políticas, buscaba el desquite en el Rif y contó con el apoyo de la opinión pública. Se evitaron los errores anteriores y las operaciones fueron dirigidas directamente por Berenguer, recuperándose el territorio perdido en julio de 1921. Se intentó la vía diplomática, pero al fracasar, se reinició la guerra.
Las repercusiones del desastre fueron:
- El país exigió responsabilidades, iniciándose investigaciones militares y políticas. En las Cortes, republicanos y socialistas atacaron al sistema, al ejército y al rey.
- La reconquista dio prestigio a los militares africanistas, muchos de los cuales serían clave en el golpe de estado de 1936.
Esto empujó al ejército a actuar. El 13 de septiembre de 1923, el general Primo de Rivera dio un golpe de estado, suspendiendo la Constitución, supuestamente para salvar la monarquía y el orden. Así terminó el sistema de la Restauración creado por Cánovas del Castillo en 1876.
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
El 13 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, estableció una dictadura militar apoyada por el rey, el ejército y la sociedad conservadora. Las causas del golpe fueron las responsabilidades de Annual, el peligro para la Corona, la violencia social, la radicalización del catalanismo y la crisis política de los partidos dinásticos. La dictadura se inspiró en el régimen de Mussolini en Italia, pero no fue fascista. Tuvo dos etapas:
1) Directorio Militar (1923-25)
Primo de Rivera asumió todos los poderes al frente de un Directorio Militar. Suspendió la Constitución, ilegalizó los partidos y sustituyó a los Gobernadores Civiles por militares. Sus objetivos eran:
- Restablecer el orden social mediante acciones represivas, especialmente contra los anarquistas. En 1923 se creó el Somatén Nacional, una milicia especial de defensa.
- Lograr el control del Rif, lo que se consiguió gracias a la colaboración de Francia y al desembarco de Alhucemas en 1925. Tras el desembarco, se inició un ataque a la región central del Rif, que se rindió, permitiendo el control del protectorado.
2) Directorio Civil (1925-30)
Tras la paz en Marruecos y con un clima de tranquilidad social, Primo de Rivera intentó institucionalizar la dictadura. Nombró un nuevo directorio con militares y civiles, como José Calvo Sotelo, pertenecientes al único partido creado por la dictadura. Justificaron la dictadura por el relativo éxito económico y la paz social.
Política Económica:
- Fomento de las obras públicas.
- Creación de monopolios como Telefónica y CAMPSA.
- Proteccionismo.
Los problemas económicos surgieron debido al déficit público y al atraso agrícola.
Política Social:
Se pretendía un reformismo social paternalista:
- Mejora de la situación de los trabajadores.
- Colaboración con sindicatos como la UGT, mientras que la CNT y los comunistas fueron ilegalizados y perseguidos.
- Creación de la Organización Corporativa Nacional, con comités laborales paritarios (mitad patronal, mitad sindicatos) para solucionar conflictos.
El régimen intentó mejorar la imagen exterior de España con la celebración de la Exposición Iberoamericana de Sevilla y la Exposición Internacional de Barcelona.
Con la actividad política suspendida, hubo poca oposición a la dictadura. Los sectores intelectuales fueron los más críticos; algunos, como Miguel de Unamuno, se exiliaron. Surgieron movimientos universitarios, como la fundación de la Federación Universitaria Escolar en 1927. Al año siguiente, el malestar creció por el inicio de la crisis económica y la agitación universitaria.
3) Final de la Dictadura y Proclamación de la Segunda República
Ante el creciente malestar social, Alfonso XIII retiró su apoyo al dictador, quien dimitió en enero de 1930. El rey designó al general Dámaso Berenguer para formar un gobierno provisional con el objetivo de volver al sistema constitucional de 1876, convocando elecciones municipales y a Cortes para 1931. Sin embargo, esto resultó difícil por:
- El descrédito de la monarquía tras su apoyo al dictador y el desastre de Annual.
- La debilidad de los partidos dinásticos.
- La cohesión de la oposición republicana gracias al Pacto de San Sebastián (17 de agosto de 1930), que preparó una insurrección armada apoyada por movilizaciones populares.
El levantamiento militar fracasó, provocando la dimisión de Berenguer, quien fue sustituido por el almirante Aznar.
Las elecciones municipales fueron planteadas por la oposición como un»referéndu» sobre la monarquía. La clara victoria de la oposición provocó la proclamación de la República en las calles de las grandes ciudades. Alfonso XIII se exilió y el 14 de abril de 1931 quedó proclamada la República en varias ciudades españolas.