Evolución Socioeconómica de España durante el Franquismo
El Plan de Estabilización
Diseñado por tecnócratas del Opus Dei, siguiendo las indicaciones del Banco Mundial y el FMI, el Plan de Estabilización (1959) buscó liberalizar la economía española, acabando con la autarquía y el intervencionismo. Se recortó el gasto público, se disminuyó el intervencionismo, y se abrió la economía al exterior con la devaluación de la peseta y la liberalización de las inversiones extranjeras. Como consecuencia, se redujo el déficit del Estado y se atrajeron numerosas inversiones extranjeras, dando lugar a un acelerado crecimiento económico. Los resultados fueron inmediatos: un brusco frenazo inicial (1959-1960) y, a partir de 1961, un fuerte crecimiento económico, calificado como el «milagro español». Este crecimiento se basó en una fuerte expansión industrial, impulsada por los bajos salarios y los capitales extranjeros.
Transformaciones en la Agricultura y el Auge del Turismo
El crecimiento industrial atrajo a los campesinos a las ciudades, produciendo un aumento de los salarios agrícolas por la escasez de mano de obra en el campo, lo que a su vez impulsó la mecanización agrícola. El turismo se convirtió en un motor de la economía, atrayendo a miles de europeos por los bajos precios, la oferta de sol y playa, y la rápida expansión de la infraestructura hostelera. La balanza comercial era deficitaria, pero la balanza de pagos se mantenía equilibrada gracias a los ingresos del turismo y las remesas de los emigrantes españoles en Europa.
Planes de Desarrollo y Acercamiento a la CEE
El Gobierno intentó regular el crecimiento mediante los Planes de Desarrollo, que establecían objetivos económicos trienales. Dos objetivos principales fueron la industrialización de nuevas zonas y la reducción del desequilibrio económico regional. El crecimiento fue ininterrumpido gracias a la bonanza económica nacional. El aumento de los intercambios con Europa impulsó al gobierno español a iniciar «conversaciones exploratorias» con la CEE. En 1979, España y la CEE firmaron un Acuerdo Preferencial, vigente hasta la plena integración de España en 1986.
La Crisis del Petróleo y sus Consecuencias
En 1973, la guerra del petróleo, iniciada por los países árabes exportadores como protesta contra Occidente por su apoyo a Israel, impactó la economía española. Dos meses después, el jefe del Gobierno, Carrero Blanco, murió en un atentado terrorista. La política económica de los años finales del Franquismo se caracterizó por su permisividad, ante la creencia de que la crisis sería transitoria. Las consecuencias fueron la caída de la tasa de crecimiento del PIB, el incremento de la inflación y resultados negativos en la balanza de pagos. La crisis reveló los puntos débiles de la economía española:
- Débil base energética.
- Fuerte dependencia tecnológica del exterior.
- Elevado endeudamiento de las empresas.
- Ineficiencia de la empresa pública.
Transformaciones Sociales y Cambio de Mentalidad
El espectacular desarrollo económico generó cambios sociales y un cambio de mentalidad. La agricultura perdió protagonismo, generando un éxodo rural masivo hacia las ciudades. El Plan de Estabilización también impulsó un flujo ininterrumpido de emigrantes españoles hacia la Europa desarrollada. En los años sesenta, el «baby boom» generó problemas debido a la insuficiencia de las infraestructuras sanitarias y educativas. Para obtener fondos, se reformó el sistema de ayudas sociales en 1963, creando la Seguridad Social, siguiendo el modelo europeo de «estado de bienestar». El déficit de viviendas se convirtió en un problema crónico.
Consumismo, Modernización y Apertura al Exterior
El consumismo presidió la vida de los españoles, impulsado por el aumento del bienestar y la apertura al exterior a través del turismo. El contacto con otros europeos influyó en la mentalidad española. La inauguración de TVE simbolizó el consumo y la modernización. El aumento de la población activa femenina fue otro síntoma del cambio social. Crecieron las clases medias (empleados de banca, técnicos, secretarios, profesores…).
El Contexto de la Muerte de Franco
Franco murió el 20 de noviembre de 1975 en un contexto complejo y conflictivo, marcado por el enfrentamiento con la Iglesia (por la amenaza de expulsar al obispo Añoveros, defensor de la identidad vasca), y la condena y ejecución de militantes del FRAP y ETA.