Factores Impulsores del Imperialismo
La Segunda Revolución Industrial transformó la economía de las principales potencias europeas.
Causas Económicas y Demográficas
El imperialismo tuvo principalmente motivaciones económicas. Las potencias europeas necesitaban:
- Buscar nuevos mercados.
- Comprar materias primas y productos coloniales.
- Invertir sus excedentes de capital fuera de Europa, ya que la mano de obra era más barata y les permitía obtener más beneficios.
Hubo un aumento de la población europea que estimuló la emigración a otros continentes.
Intereses Políticos y Estratégicos
Todos los gobiernos querían aumentar su prestigio y poder internacional construyendo imperios coloniales. Las grandes potencias compitieron para controlar áreas geográficas de interés económico o estratégico. La rivalidad política y militar entre países provocó conflictos locales y crisis internacionales que causaron la Primera Guerra Mundial.
Motivaciones Ideológicas
El nacionalismo conservador y la opinión pública defendían la superioridad de algunas naciones y su derecho a imponerse sobre otros pueblos, lo que se tradujo en una supuesta «misión civilizadora» de los europeos, que se creían superiores cultural y tecnológicamente. Estas posiciones desembocaban en el racismo, ya que consideraban al hombre blanco superior a otras etnias. Solo algunos intelectuales, sindicalistas y líderes políticos y socialistas lo denunciaron y defendieron el derecho de los pueblos a decidir.
Exploración y Conquista
La búsqueda de nuevos territorios propició los viajes científicos y las exploraciones geográficas. Los exploradores más prestigiosos fueron los ingleses Livingstone y Stanley, y el francés Brazza. Los europeos aprovecharon para enfrentar las rivalidades internas entre las tribus y etnias indígenas con el fin de enfrentarlas entre sí y reclutar tropas a su servicio.
La Organización Colonial
Colonias de Explotación
Eran territorios destinados a la explotación económica. Los colonizadores se apropiaban de las tierras para crear plantaciones o para explotar yacimientos de cobre, oro y diamantes. La metrópoli ejercía una verdadera política de ocupación. El gobernador, los mandos militares y los funcionarios de élite eran europeos y se encargaban de la administración y de mantener el orden. Los pequeños funcionarios y soldados solían ser indígenas.
Colonias de Poblamiento
Recibían numerosa población europea que había emigrado y se establecía en ellas de forma permanente (colonos). En el Imperio británico recibieron el nombre de dominios: Canadá, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Sudafricana. En Francia, el ejemplo más relevante fue Argelia.
Protectorados
Existían Estados estructurados. Tras la ocupación europea, mantuvieron un gobierno indígena y una organización estatal y administrativa propia. La metrópoli creó e impuso un gobierno que dominaba al gobierno local y se reservaba las funciones de defensa y política exterior. En África, Marruecos fue el ejemplo más claro: era un reino repartido entre Francia y España.
Grandes Imperios Coloniales
El Reparto del Mundo
A partir de 1870, las grandes potencias europeas llegaron a controlar casi toda África y Asia, la mayor parte de las islas del Pacífico y de Oceanía y territorios de América del Norte. La colonización del continente africano fue muy rápida. El choque de intereses entre las potencias rivales impulsó la Conferencia de Berlín (1885). En ella se decidieron las normas y las zonas que ocuparía cada una. Gran parte del continente asiático fue colonizado tanto por las potencias europeas occidentales como por otros países deseosos de expandirse. China ofrecía un inmenso mercado al que todos querían acceder. Las llamadas «guerras del opio» (1840-1860) forzaron la apertura de algunos puertos del Imperio chino al comercio exterior y la entrada de intereses occidentales en la explotación de sus riquezas. La intromisión extranjera fue contestada con diversas revueltas sociales, como la de los bóxers (1899).
El Imperio Británico
Gran Bretaña poseía el mayor imperio colonial y controlaba las rutas comerciales marítimas con bases en el Atlántico, el Índico, el Pacífico y el Mediterráneo. En África, los británicos intentaron formar un imperio continuo de Norte a Sur, que se extendiera desde El Cairo (Egipto) hasta Ciudad del Cabo (Sudáfrica). La principal colonia británica fue la India, y para garantizar un territorio de seguridad a su alrededor, los ingleses rivalizaron con Francia para anexionarse Birmania y con Rusia por el dominio de Afganistán y el Tíbet.
El Imperio Francés
Era el segundo imperio colonial. Los franceses se instalaron en diversas zonas, en especial, en África del Norte y en el Sudeste asiático. El proyecto francés de ocupar en África un vasto territorio de Este a Oeste, desde el mar Rojo al océano Atlántico, topó con los intereses británicos en Sudán. La rivalidad entre ambos países provocó el incidente militar de Fachoda (1898), en el que se impusieron los británicos. Francia consolidó su dominio en una amplia zona que se extendía por Marruecos, Argelia, Túnez, y más al Sur, en las llamadas África Occidental Francesa y África Ecuatorial Francesa. La presencia francesa en el sudeste asiático (Conchinchina) se amplió con el establecimiento de una serie de protectorados que formaron la Indochina francesa (Camboya, Vietnam y Laos).
Otros Imperios Europeos
El rey de Bélgica, Leopoldo II, adquirió como propiedad privada una gran colonia a lo largo del río Congo, que legó a Bélgica a su muerte. Alemanes e italianos llegaron tarde al reparto. Alemania se estableció en Tanganica y África Sudoccidental, mientras que Italia ocupó Libia. También poseían importantes territorios coloniales países como Holanda y Portugal. Rusia se expandió por Asia, desde el Turquestán hacia Manchuria, y España se asentó en la zona del golfo de Guinea, el Sahara y el Norte de Marruecos (Rif).
Los Imperios Extraeuropeos: Estados Unidos y Japón
Estados Unidos se expandió hacia el Pacífico, donde ocupó la posesión española de Filipinas y Hawái. En el Caribe expulsó a los españoles de Cuba y Puerto Rico y se apoderó de una franja de Panamá, de la República Dominicana y Nicaragua. El expansionismo japonés fue el resultado de la modernización social y la industrialización del país en el período del emperador Meiji. Detuvo el avance ruso en la provincia china de Manchuria y se anexionó las islas Kuriles, Corea y Formosa (Taiwán).
Consecuencias de la Colonización
Impacto de la Civilización Europea
Los colonizadores trazaron fronteras, talaron bosques, pusieron cultivos e infraestructuras para explotar y comunicar los territorios conquistados. Esto supuso una modificación del paisaje. También se introdujeron medidas higiénicas que ayudaron a reducir la mortalidad, aunque persistió la subalimentación crónica. Se produjo un descenso del analfabetismo. Se pretendía la aculturación, es decir, la imposición de las formas de vida de los colonizadores prescindiendo de la cultura local. Los misioneros se encargaban de la educación, la sanidad y de una obra de evangelización.
Las Transformaciones Económicas
Se impusieron los intereses económicos de los colonizadores. Muchos indígenas quedaron sometidos y sus condiciones de vida empeoraron. Se potenciaron las grandes plantaciones de productos que beneficiaban a la metrópoli. Se impuso una economía monetaria y de mercado. La artesanía local se arruinó debido a la competencia de los productos industriales importados desde la metrópoli.
Cambios Sociales y Culturales
Se produjo una profunda segregación social e incluso racial en algunas zonas. Los colonos de la metrópoli solían vivir en lujosas residencias. Hubo una pérdida de la identidad, sobre todo en aquellas culturas indígenas que carecían de una tradición escrita a nivel político, jurídico o cultural. Por ello, la aculturación fue mayor en África que en Asia.