Explorando la Cultura Medieval: Religión, Arte y Conocimiento

Cultura Medieval: Un Mundo Profundamente Religioso

La cultura medieval estuvo profundamente influenciada por la religión.

La literatura, la filosofía y las artes de la época reflejaban una mentalidad teocéntrica, que convertía a Dios en el centro de todas las cosas. Las actividades cotidianas estaban regidas por la religión. La Iglesia católica ejercía un fuerte control ideológico, económico y social.

La Iglesia Católica: Estructura y Poder

A la cabeza de la Iglesia se encontraba el Papa, obispo de Roma. Debajo de él, se distinguían dos grandes grupos: el clero secular y el regular.

Clero Secular

El clero secular estaba formado por los miembros de la Iglesia que vivían integrados en la sociedad y desempeñaban funciones pastorales, como impartir sacramentos, oficiar ceremonias religiosas y predicar. Su organización era la siguiente:

  • Cargo básico: sacerdotes o curas, que estaban en contacto directo con los fieles a través de las parroquias.
  • Por encima: el alto clero, compuesto por los obispos, que dirigían las diócesis (conjuntos de parroquias), y los arzobispos, que gobernaban una agrupación de diócesis: las archidiócesis.

Clero Regular

El clero regular estaba integrado por individuos que vivían en una comunidad religiosa, siguiendo una regla, un conjunto de normas que imponían una disciplina y regulaban su vida cotidiana. Se congregaban en órdenes: órdenes monásticas y órdenes mendicantes.

Órdenes Monásticas

Las órdenes monásticas estaban formadas por monjes que vivían en monasterios aislados en el medio rural. Seguían la regla de San Benito: orar y trabajar.

Las órdenes monásticas más importantes fueron:

  • Orden de Cluny: Se difundió por Europa en el siglo XI. Sus monasterios fueron muy poderosos y en ellos trabajaron muchos campesinos.
  • Orden del Císter: Fundada en el siglo XII como reacción a la riqueza acumulada por la Orden de Cluny. Impuso un retorno a la vida sencilla y al trabajo manual.
Órdenes Mendicantes

Las órdenes mendicantes surgieron a partir del siglo XII, con el fin de predicar dentro de las ciudades. Sus integrantes vivían, en un principio, de la limosna. Destacaron:

  • Franciscanos: La Orden Franciscana fue fundada por San Francisco de Asís. Buscaba una vuelta al modelo de vida basado en la pobreza de Cristo, lo que motivó enfrentamientos entre esta orden y el papado.
  • Dominicos: La Orden de los Dominicos fue creada por Santo Domingo de Guzmán; su nombre originario era la Orden de los Predicadores. Hubo grandes teólogos en esta orden, como Santo Tomás de Aquino.

Peregrinaciones y Cruzadas: Expresiones de Fe y Poder

Las peregrinaciones eran viajes emprendidos para venerar lugares sagrados. Los peregrinos obtenían indulgencias, es decir, el perdón de sus pecados.

Las peregrinaciones más importantes fueron las que conducían a Roma, a Jerusalén y a Santiago de Compostela.

Se generó una importante actividad comercial para atender las necesidades de los peregrinos durante los viajes. Las peregrinaciones permitieron la difusión de estilos artísticos y corrientes culturales, y contribuyeron al crecimiento de las ciudades emplazadas en las rutas de peregrinación.

Entre 1095 y 1270, la cristiandad emprendió ocho cruzadas, expediciones militares para tomar la Tierra Santa, la tierra en la que predicó y murió Jesucristo, que estaba en manos del islam. Fueron inspiradas por los papas e integradas por reyes, nobles, caballeros que buscaban fortuna o marginados que seguían a predicadores fanáticos. Los papas pretendían fortalecer su autoridad y canalizar las ansias guerreras de la nobleza feudal hacia una causa que consideraban justa.

En los siglos XII y XIII, los cruzados formaron varios reinos, siendo el más importante el de Jerusalén. Sin embargo, los musulmanes acabaron recuperando los territorios perdidos.

Las cruzadas dieron origen a las órdenes militares, formadas por caballeros que eran al mismo tiempo monjes y soldados. Las más importantes fueron la del Temple, que custodiaba el Santo Sepulcro de Cristo en Jerusalén, y la de los Hospitalarios, que asistía a los peregrinos.

Religiosidad Popular y Herejías

La religiosidad popular en la Edad Media incorporaba antiguas costumbres paganas que la Iglesia había cristianizado, como ritos funerarios y fiestas relacionadas con el paso de las estaciones. Se rendía culto a los santos y se realizaban procesiones, venerando sus reliquias y haciendo ofrendas. Los predicadores incitaban a las masas a realizar actos de penitencia pública y, en ocasiones, provocaban reacciones violentas contra los judíos o los ricos.

También fueron frecuentes las herejías, interpretaciones de la religión que se desviaban de la doctrina de la Iglesia. Algunas de estas herejías, como la albigense (también llamada cátara) o la husita, tuvieron una importante repercusión social.

Cultura Monástica y Universidades: Centros del Saber

Hasta el siglo XII, la cultura estuvo recluida en los monasterios. Los monjes eran casi las únicas personas que sabían leer y escribir, y gran parte de su trabajo se desarrollaba en los escritorios de la biblioteca del monasterio. Hacían copias de las obras de los primeros pensadores cristianos. Aunque no se rechazaba la cultura grecorromana, solo se aceptaba aquello que fuera compatible con la doctrina cristiana. Esto supuso una limitación al conocimiento y a la difusión de las obras clásicas.

Con el crecimiento urbano de la Plena Edad Media, la actividad cultural fue desplazándose hacia las ciudades. Gracias a los obispos de núcleos como París o Chartres, se formaron escuelas vinculadas a la catedral. A raíz de estas escuelas surgieron, en el siglo XIII, las primeras universidades o estudios generales. En ellas, se estudiaban artes, derecho, medicina y teología. Las más importantes fueron la Sorbona (París), a la que acudieron los más destacados intelectuales, la de Oxford (Inglaterra) y la de Bolonia (Italia).

Secuoya: Miniatura medieval que representa una clase universitaria de derecho.

A partir del siglo XIII, se produjo una evolución en el pensamiento filosófico gracias al trabajo del filósofo musulmán Averroes, quien contribuyó a difundir en Occidente las ideas de Aristóteles.

El más importante de los filósofos medievales fue Tomás de Aquino, que realizó en su obra una síntesis del pensamiento cristiano con el aristotélico y que tuvo gran influencia en la cultura europea.

Literatura en Lenguas Romances y el Avance de la Cultura Laica

Tras la caída del Imperio romano, el latín evolucionó hacia las lenguas romances: francés, portugués, castellano, catalán, etc. No obstante, el latín se mantuvo como la lengua de cultura en el ámbito eclesiástico y universitario durante muchos siglos. Se produjo, por tanto, un desajuste entre la lengua que utilizaban los intelectuales y la que hablaba el pueblo. A partir del siglo XIII, cristalizó la literatura en lenguas romances.

Las primeras manifestaciones fueron los cantares de gesta, poemas épicos que relataban las hazañas legendarias de un héroe. Estos poemas los recitaban de memoria los juglares.

Los cantares más conocidos son el Cantar de Roldán, en francés, y el Cantar de Mio Cid, en castellano.

Los juglares eran artistas ambulantes que recorrían los pueblos recitando y tocando instrumentos musicales.

Otra manifestación literaria fue la poesía cortesana. Esta poesía surgió en los castillos de Provenza, al sur de la actual Francia, y era recitada por los trovadores. En ella, se cantaba al amor y a la belleza de las damas. Estaba influida por los ideales caballerescos y por el culto al amor que se puso de moda en ambientes nobles y cortesanos.

Los trovadores eran poetas que residían en las cortes de los nobles, donde componían y recitaban sus propias obras.

Durante la Plena y la Baja Edad Media, junto al crecimiento comercial y urbano, tendió a aumentar el número de intelectuales que no eran clérigos. Eran expertos en leyes, poetas o historiadores que ya no solo vivían en las cortes de reyes y nobles, sino que también atendían la demanda cultural de los grupos burgueses.

Libros de Horas y Alfabetización

Los libros de horas, que tenían ilustraciones de gran belleza, estaban destinados a la oración y a la meditación religiosa no solo de clérigos, sino también de laicos. Esto representaba un tímido avance en la alfabetización de la población, especialmente entre los grupos urbanos más adinerados y la nobleza.

El siglo XIV, con sus múltiples conflictos, marcó el pensamiento con un fuerte pesimismo y con la obsesión por la muerte, lo que se reflejó en el arte y la literatura con composiciones como las danzas de la muerte.

Este siglo también fue, en las ciudades italianas, el de los precursores del humanismo, con poetas como Dante, Boccaccio y Petrarca. Esta corriente cultural se extendió fuera de la península itálica durante el siglo XV y estuvo preocupada por el individuo, por la Antigüedad clásica y por una visión del mundo más independiente de la religión.

La Riqueza Cultural en la Península Ibérica

Influencias Europeas en los Reinos Cristianos Hispánicos

Hasta el siglo XII, la cultura de los reinos cristianos estuvo, como en el resto de Europa, en manos de la Iglesia. Los monasterios eran los depositarios del saber, que se encontraba en sus bibliotecas, y las órdenes religiosas eran las encargadas de transmitir la visión teocéntrica que imperaba en la mentalidad feudal.

Los Beatos

Las obras se conservaban en las bibliotecas monacales. Los libros se copiaban a mano con minuciosidad y se adornaban con expresivas y ricas ilustraciones.

Uno de los libros que fue copiado más veces fue el del monje Beato de Liébana, Comentarios al Apocalipsis de San Juan; asimismo, las ilustraciones con que se adornaba reflejaban los horrores del juicio final. Por este motivo, en España, se llama beatos a los libros ilustrados medievales.

Durante la Alta Edad Media, los territorios cristianos peninsulares, especialmente los occidentales, estuvieron relegados por el dominio de la cultura de al-Ándalus.

Sin embargo, a partir del siglo XI, los reinos cristianos entraron de lleno en las corrientes políticas, económicas y culturales europeas.

El Contacto entre las Tres Culturas

En al-Ándalus, la actividad cultural se mantuvo a pesar de la crisis política del siglo XI. Las diferentes cortes de las taifas se esforzaron por fomentar el trabajo de científicos, de poetas, como Ibn Quzman o Ibn Hazm, y, sobre todo, de filósofos, como Averroes —responsable de la difusión en Occidente del pensamiento de Aristóteles— o Ibn Arabi.

Otro ejemplo de este ambiente cultural fue la obra de Ramon Llull, intelectual de la Corona de Aragón que escribió obras de filosofía, teología, ciencia, gramática… en latín, árabe y catalán.

En territorio islámico, se desarrolló también el pensamiento judío, gracias a figuras como el médico y teólogo Maimónides.

Asimismo, intelectuales judíos, musulmanes y cristianos iniciaron, en el siglo XII, un periodo de colaboración cultural sin precedentes gracias a la Escuela de Traductores de Toledo, en la que se traducían del árabe al latín muchas de las grandes obras del pensamiento oriental. También hubo traducciones a lenguas romances, como en la corte del rey de Castilla Alfonso X. Él mismo, junto con intelectuales de las tres religiones, fue autor de obras de derecho, historia, poesía y astronomía.

Alfonso X el Sabio

El monarca castellano Alfonso X destacó tanto por su labor política como por la cultural. Esta última fue la que hizo que se le diera el sobrenombre de «el Sabio».

Durante su reinado, en el siglo XIII, impulsó la labor intelectual, a través del mantenimiento de instituciones como la Escuela de Traductores de Toledo. Además, él mismo escribió obras de diverso tipo: poéticas, como las Cantigas de Santa María, escritas en gallego; históricas, como la Crónica general; y redactó también las primeras normas ortográficas del castellano.

La Cultura en la Baja Edad Media

Al igual que en el resto de Europa, la cultura en la etapa final de la Edad Media estuvo marcada por el desarrollo urbano y por el avance del humanismo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *