Desarrollo de la Guerra Civil Española: Las Fases Bélicas
El conflicto de la Guerra Civil Española se puede dividir en cuatro fases principales, cada una caracterizada por distintas estrategias y eventos significativos:
Primera Fase: La Guerra de Columnas (Julio – Noviembre 1936)
Esta fase inicial se conoce como la «guerra de columnas». Las tropas sublevadas desde África lograron conectar con la zona norte peninsular tras vencer una fuerte resistencia en Badajoz. Francisco Franco ocupó Toledo, situándose a las puertas de Madrid a finales de octubre. El gobierno republicano decretó una movilización general para defender la capital. El 6 de noviembre de 1936, el gobierno se trasladó a Valencia, dejando Madrid bajo el mando del general Miaja. Madrid resistió gracias al apoyo de las Brigadas Internacionales y la columna anarcosindicalista Libertad, liderada por Buenaventura Durruti.
- Avance de las tropas sublevadas desde África.
- Toma de Toledo por Franco.
- Traslado del gobierno republicano a Valencia.
- Resistencia de Madrid.
Segunda Fase: Estabilización de Frentes y Batallas Clave (Diciembre 1936 – Octubre 1937)
Ambos bandos regularizaron sus ejércitos:
- Bando republicano: Creación del Ejército Popular de la República y disolución de gran parte de las milicias.
- Bando sublevado: Franco militarizó los cuerpos de voluntarios.
Tras el fracaso en la toma de Madrid, los sublevados intentaron aislar la ciudad cortando las comunicaciones con el este, especialmente la carretera de Valencia. La Batalla del Jarama fue un enfrentamiento crucial en este intento, que finalmente se estancó debido al desgaste de ambos ejércitos. En marzo de 1937, el Ejército Popular de la República obtuvo una importante victoria contra las tropas italianas aliadas de Franco en la Batalla de Guadalajara.
Franco cambió su estrategia, pasando de la toma de Madrid a la conquista de todo el territorio. Entre abril y octubre de 1937, las operaciones se concentraron en la franja cantábrica. Durante esta ofensiva, la aviación alemana, bajo órdenes del cuartel general de Franco, bombardeó la población civil de Guernica, el primer bombardeo aéreo de la historia sobre población civil.
El gobierno republicano lanzó ofensivas en Brunete (cerca de Madrid) y Belchite (cerca de Zaragoza) para distraer a Franco y aliviar la presión en el norte, pero no lograron impedir la caída de la zona cantábrica, una importante región minera e industrial.
Tercera Fase: Ofensiva hacia el Mediterráneo (Noviembre 1937 – Junio 1938)
El ejército republicano fue reestructurado, con mandos militares profesionales y la integración de milicianos y brigadistas. Tras una dura batalla, los republicanos tomaron Teruel, pero pronto tuvieron que abandonarla para enfrentarse a la Campaña de Aragón, lanzada por Franco. Esta ofensiva permitió a los sublevados llegar al Mediterráneo, dividiendo en dos el territorio controlado por la República. Franco continuó avanzando hacia el sur, enfrentándose a una nueva y desesperada ofensiva republicana en el Ebro.
Cuarta Fase: Batalla del Ebro y Fin de la Guerra (Julio 1938 – Abril 1939)
La Batalla del Ebro fue el episodio bélico más importante del conflicto. Los republicanos intentaron avanzar hacia el sur para reunificar su territorio. Franco detuvo el ataque con una gran concentración de tropas y el apoyo de la aviación italiana y alemana. Tras detener el avance republicano, Franco inició una contraofensiva, obligando a los republicanos a retroceder y causando graves daños a su ejército.
Franco decidió entonces tomar Cataluña. El 26 de enero entró en Barcelona sin resistencia. La caída de Cataluña provocó un éxodo masivo hacia Francia, incluyendo al gobierno de la República (instalado en Barcelona desde octubre de 1937) y al gobierno de la Generalitat. Se unieron a los exiliados del gobierno vasco, que llevaban más de un año en Francia.
En 1939, la República solo controlaba la zona centro. El jefe del gobierno republicano, Juan Negrín, regresó de Francia dispuesto a continuar la guerra, contando con el apoyo de los comunistas. Sin embargo, la situación era insostenible. Francia e Inglaterra reconocieron al gobierno de Franco, y Manuel Azaña dimitió como presidente de la República.
El coronel Casado, en desacuerdo con la creciente influencia comunista, dio un golpe de Estado en marzo de 1939 contra el gobierno de Negrín, estableciendo un Consejo Nacional de Defensa presidido por Miaja. Franco exigió la rendición incondicional. El 28 de marzo de 1939, el ejército de Franco entró en Madrid sin resistencia, y el 1 de abril de 1939, Franco firmó el último parte de guerra, declarando el fin del conflicto.