Formación del Estado Liberal en España (1833-1868)

Caracteres generales de esta etapa:

1. Los partidos políticos: Consolidación del pluralismo político

Surgen dos partidos principales:

  • Partido Moderado:
    • Intenta unir tradición y modernidad.
    • Defiende la soberanía compartida entre las Cortes y la Corona.
    • Cortes bicamerales: Congreso (sufragio censitario restringido) y Senado (nombrado por el rey).
    • Talante conservador, reformas de carácter administrativo.
    • Principal líder: Narváez.
    • Base social: aristocracia, alta burguesía, profesiones liberales y altos mandos militares.
    • Mayor tiempo en el poder durante el periodo 1833-1868.
    • Dos tendencias durante el reinado de Isabel II:
      • Tradicionalistas y conservadores (Narváez, Bravo Murillo).
      • Tolerantes, buscando alianzas con progresistas moderados (Cánovas del Castillo, O’Donnell).
  • Partido Progresista:
    • Soberanía reside en las Cortes, rey con menos poder (papel moderador).
    • Más avanzados y menos clericales.
    • Reformas más profundas, predominio del carácter económico.
    • Líderes principales: Espartero y Serrano.
    • Base social: clases medias urbanas (artesanos, comerciantes) y algunos sectores del ejército.
    • División con el tiempo:
      • Progresistas puros.
      • Demócratas: más radicales, sufragio universal masculino (origen de republicanos y socialistas).

2. Economía

Medidas llevadas a cabo por gobiernos progresistas. Destaca la desamortización.

3. Administración

Cambios administrativos por gobiernos conservadores: división provincial de Javier de Burgos, nuevo Código Penal, creación de la Guardia Civil.

4. Presencia de los militares en la política

  • Pronunciamientos (golpes de estado) frecuentes (Espartero, Narváez, O’Donnell, Prim, Martínez Campos).
  • Milicias y juntas: nacen con la Guerra de la Independencia y las Cortes de Cádiz, se consideran representantes de la voluntad popular.

El problema sucesorio y la Primera Guerra Carlista

La sucesión

En 1830 nace Isabel, hija de Fernando VII. Fernando VII promulga la Pragmática Sanción, que permite el acceso al trono a su hija. En 1833 Isabel sucede a su padre a los 13 años, con María Cristina como regente. Esto provoca la indignación de los carlistas, que apoyaban la sucesión de Carlos María Isidro, hermano del rey.

La Primera Guerra Carlista (1833-1839)

Guerra de sucesión y reflejo del enfrentamiento entre absolutistas y liberales:

  • Carlistas: Apoyados por el clero y los campesinos, representan la tendencia absolutista. Lema: «Dios, Patria, Fueros, Rey».
  • Cristinos o isabelinos: Apoyados por altos mandos del ejército, clase media, ilustrados, aristócratas y comerciantes. Liberales, concentrados en zonas urbanas.

La guerra termina en tablas con el Abrazo de Vergara (1839), un convenio entre Espartero y Maroto. Los carlistas aceptan a Isabel (temporalmente).

Las Regencias

Regencia de María Cristina (1833-1840)

Inicio del sistema liberal con gobiernos moderados (Cea Bermúdez, Martínez de la Rosa). Burguesía poco implantada, campesinado tradicional. Dos legislaciones sucesivas:

  • Estatuto Real (1834): Carta otorgada, soberanía compartida entre rey y Cortes (bicamerales: Próceres, nombrados por la Corona, y Procuradores, sufragio restringido). Pronto surge la idea de sustituirlo. Se forman Juntas Locales y Provinciales que exigen una Constitución.
  • Constitución de 1837: El progresista Mendizábal, jefe de Gobierno, provoca un levantamiento progresista (Motín de la Granja) que exige la vuelta de la Constitución de 1812. La regente cede, se restablece la Constitución de 1812, los progresistas gobiernan entre 1836 y 1837 y elaboran una nueva Constitución.

Regencia de Espartero (1840-1843)

El cambio de regente se produce por la propuesta de los moderados en 1840 de una Ley de Ayuntamientos que restringe el voto en la elección de alcaldes y da el control a la Corona. Esto provoca protestas de los progresistas y María Cristina pide ayuda al General Espartero. Espartero se niega a apoyarla y María Cristina impone la ley. Los progresistas se sublevan y la regente huye a Francia. Espartero es nombrado regente con el apoyo de los progresistas.

Aspectos destacables de esta etapa:

  • Continúa la desamortización eclesiástica y se inicia la civil.
  • Se divide el partido progresista.
  • Numerosos pronunciamientos moderados (O’Donnell, Diego de León).
  • Sublevación en Barcelona (1842): Espartero liberaliza la venta de tejidos ingleses, lo que provoca una movilización en Barcelona. Espartero ordena bombardear la ciudad y reprimir duramente a los sublevados. Fuerte rechazo contra el regente. Pronunciamiento de Narváez que provoca la caída de Espartero y su exilio.

La década moderada (1844-1854)

Presidida por Narváez la mayor parte del tiempo. Se establecen las principales instituciones liberales y se reforma la administración.

  • Constitución de 1845: Inspirada en la de 1837, pero mucho más conservadora.
  • Concordato con el Vaticano (1851): La Iglesia acepta que la corona proponga los nuevos obispos y las expropiaciones ya hechas, a cambio de frenar la desamortización.
  • Reformas administrativas y políticas de carácter centralizador:
    • Ley de Ayuntamientos de 1840.
    • División territorial en provincias.
    • Anulación de privilegios fiscales.
    • Creación de la Guardia Civil (1844).
    • Inauguración del primer tramo de ferrocarril (1848).
    • Organización de la enseñanza pública.
  • Segunda Guerra Carlista (1846-1849).
  • Revolución de 1854.

Decadencia y caída de la monarquía (1856-1868)

O’Donnell preside el gobierno brevemente, sustituido por Narváez, político favorito de la reina. La reina llama a O’Donnell, comienza el «gobierno largo» de la Unión Liberal (1858-1863). Estabilidad durante 5 años. Algunos progresos económicos (auge del ferrocarril). En política exterior destaca la intervención en Marruecos (ataque a Ceuta y Melilla en 1859). España vence, el general Prim gana prestigio. En 1863 O’Donnell dimite por divisiones internas y revueltas campesinas. Se suceden siete gobiernos en cinco años, inestables y autoritarios. El descontento se refleja en sucesivos conflictos:

  • Noche de San Daniel (1865).
  • Insurrección militar en el cuartel de San Gil (1866).

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