Fuero de los españoles comentario de texto

LA FALANGE Y EL NACIONALSINDICALISMO



Tras la guerra, la Falange aportó al franquismo elementos de su ideología y de su imagen externa. Antiliberal, antimarxista y antidemocrática, la Falange propiciaba el nacionalsindicalismo, un sistema totalitario basado en las teorías del fascismo italiano sobre la organización del Estado corporativo, controlado por un partido y un sindicato únicos que debía superar los conflictos entre clases sociales fomentando los sentimientos de solidaridad nacional.

La Falange aportó, además, la memoria de su líder José Antonio Primo de Rivera que el franquismo convirtió en un mito. José Antonio fue una de las consignas del régimen.

La Falange ejerció su labor de adoctrinamiento y captación a través de organizaciones paralelas como la Sección Femenina, el Frente de Juventudes o la Organización Juvenil Española, OJE. Bajo su inspiración se creó la Central Nacional Sindicalista, la CNS o sindicato vertical, en el que fueron obligados a afiliarse patronos y obreros. Ocupó cerca de un tercio de los altos cargos del franquismo en los primeros años del régimen y la derrota de Alemania e Italia en la Segunda Guerra Mundial supuso el relevo del gobierno de los falangistas más destacados.

LA IGLESIA Y EL NACIONALCATOLICISMO



 La Iglesia apoyó a los sublevados el 18 de julio de 1936, a los que bendijo como cruzados y mártires caídos por Dios y por España. Ya ganada la guerra, Franco empezó a controlar a la jerarquía eclesiástica a través del derecho de presentación de obispos ante el Vaticano.
Concedió a la Iglesia una preeminencia ideológica absoluta. El Estado se declaró confesional y suprimió la legislación laica de la República, prohibiéndose el matrimonio civil, el divorcio y el aborto, por considerarlos anticristianos. Se entregó al clero el control de la enseñanza a través de la censura de libros de texto y la enseñanza obligatoria de la religión católica, y se facilitó la creación de centros escolares religiosos. Además, la participación en los rituales y liturgias católicos fue casi obligatoria, bajo pena de ser considerado desafecto al régimen.

Se fraguó así otra de las señas de identidad del franquismo, el nacionalcatolicismo, es decir, la defensa de la religión y de la moral católicas en sus versiones más tradicionales, como algo consustancial a la propia España, en virtud de la cual justificó la fura represión que se emprendió contra la masonería y el comunismo. Franco sintió por la masonería una especial aversión que le llevó a condenar toda la tradición laica e ilustrada europea. Por otro lado, el comunismo se convirtió en el blanco de las diatribas del régimen, especialmente desde que se comprobó la gran rentabilidad política que suponía atacar a los soviéticos en el contexto de la guerra fría que se implantó en Europa a final de los años cuarenta.

LA INSTITUCIONALIZACIÓN DEL ESTADO AUTORITARIO



 En los primeros años el franquismo definió el sistema institucional de un nuevo Estado autoritario. Franco siempre se refirió a la democracia con el término despectivo de partitocracia, es decir, un gobierno de partidos que en lugar de unir enfrentaban a los españoles. Por ellos, suprimió los partidos, tanto los rojo-separatistas (republicanos, socialistas, comunistas y nacionalistas) como de la propia derecha, monárquicos o católicos. Además, prohibió que la prensa llamara partido al conglomerado político que formaba el bloque sublevado el 18 de julio, al que se había de calificar como Movimiento Nacional.

La aversión de Franco hacia la democracia liberal fue tal que renunció a promulgar un cuerpo legal que pudiera recordar a las constituciones liberales. En su lugar, fue publicando una serie de leyes fundamentales.

La Ley Constitutiva de las Cortes (1942)
definía una cámara elegida por Franco y por el sufragio indirecto de las corporaciones (sindicatos, familias y municipios). A este sistema se le llamó democracia orgánica.

La Ley de Referéndum Nacional (1945)
reconocía el derecho de los españoles al voto, que podía ejercerse en consultas electorales sobre determinados asuntos del Estados. Pero las pocas que se llegaron a hacer estuvieron sujetas a todo tipo de manipulaciones propagandísticas.

El Fuero de los Españoles (1945)
era una declaración de derechos y deberes de los españoles, realizada sin garantías democráticas.

Doc. 1 => El Pardo, 17 de julio de 1945, Francisco Franco

Es un fragmento del Fuero de los Españoles de 1945 en el que se demuestra la afirmación de que se realizaban los derechos y deberes sin garantías democráticas. En prácticamente todos los artículos presentes, primero se reconoce el derecho y  lo ajustan a sus intereses, es decir, como si lo negara en los añadidos de final de los artículos.

Por ejemplo en el Artículo 6, que dice que “La religión católica. . . es reconocida como religión oficial” y a continuación añade que “ no obstante asume la protección de la libertad religiosa”, es decir, como si lo contradijese. Lo mismo ocurre en el artículo 30 con el reconocimiento de la propiedad privada y su subordinación “a la Nación y al bien común”.

 La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado se promulgó ante la ofensiva lanzada por las fuerzas monárquicas capitaneadas por el pretendiente al trono español, Juan de Borbón, disponía el gobierno vitalicio de Franco y le permitía nombrar a su sucesor, algo que, como veremos, no decidió hasta veinte años después.

Doc. 2 => Artículo 6 de la Ley Orgánica del Estado (1967)


Este texto es un fragmento perteneciente a la Ley Orgánica del Estado, una ampliación de la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, aprobada mediante referéndum.

Nos habla de cómo los tres poderes: judicial, legislativo y ejecutivo los concentra una sola persona; por lo que el texto está centrado en la importancia del régimen.

En cuanto a los poderes, “ es el representante supremo de la Nación”, “ ejerce el poder supremo político y administrativo”(poder ejecutivo), “ostenta la Jefatura Nacional del Movimiento”, “garantiza y asegura. . “,”sanciona y promulga las leyes” (poder legislativo) ,”administra justicia”(poder judicial).

En conclusión, se ve cómo concentra todo el poder una persona, es decir, un régimen autoritario, una dictadura, cerca de 30 años después.

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