Responsabilidades
A lo largo de los diferentes gobiernos que hubo en el periodo de la II República (1931-36) se fue produciendo una progresiva polarización de la sociedad española que culminó con la sublevación militar de Julio de 1936 y la Guerra Civil (1936-39). La guerra trajo la división del país en dos zonas y la consiguiente represión en los territorios controlados por ambos bandos.
En la zona republicana esta persecución vino en gran parte como consecuencia de la revolución- social desencadenada en los primeros meses de la guerra, en la que las autoridades republicanas se vieron impotentes ante los asesinatos que se cometían en su territorio.
En la zona nacional, la construcción del Estado franquista fue acompañada de una violencia extrema. La represión tuvo un carácter sistemático planificado y fue ejercido por el ejército, Falange o las autoridades políticas contra cualquier sospechoso de simpatizar con las izquierdas. Su intención era imponer un clima de terror que impidiese la contestación.
El final de la Guerra Civil no supuso el final de la violencia, sino que se procedíó a la institucionalización de la represión. La Ley de Responsabilidades Políticas (1939) pretendía la depuración total de las personas que habían colaborado con la República. Esta se completó con la Ley de Represión del Comunismo y la Masonería (1940)por la que se incoaba expediente a los acusados de defender cualquier idea contraria al régimen.
El ejército fue el principal brazo ejecutor de la política represiva. La mayoría de las causas fueron juzgadas por tribunales militares en consejos de guerra, con la total indefensión de los procesados. El número de prisioneros políticos fue tan grande que se tuvieron que habilitar campos de concentración a lo largo de todo el país. Una parte considerable de los condenados se enviaban a los Batallones de Trabajadores que se encargaban de realizar obras públicas y de reconstrucción.
El conjunto de medidas represivas se caracterizaba por su voluntad de ejemplaridad y castigo con el fin de difundir el terror para acallar cualquier tipo de disidencia.
Las medidas represivas fueron acompañadas de un proceso de confiscación y expolio del patrimonio de los vencidos, depuración de funcionarios y control de profesiones liberales. La represión sobre las personas comprometidas con la República provocó el exilio de miles de republicanos.
Reforma agraria
Durante la Ilustración, Jovellanos planteó por primera vez el problema agrario. En el siguiente momento en el que se habla de la reforma agraria es en las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz, durante el gobierno de Isabel II, que fueron una ocasión perdida ya que apenas se modernizó la agricultura, no se produjo un reparto de la tierra y se consolidaron las diferencias entre una oligarquía terrateniente propietaria y una mayoría de campesinos sin tierras. Ya en la II República se afrontó la reforma agraria como su proyecto de mayor envergadura. Sus objetivos eran redistribuir la propiedad latifundista, paliar la miseria del campesinado español y aumentar la rentabilidad de la agricultura española.
Esta reforma era esencial teniendo en cuenta el papel predominante de la agricultura española en la economía.
La Reforma se puso en marcha a partir de la aprobación en Septiembre de 1932 de la Ley para la Reforma Agraria y tuvo dos fases:
La primera fase (1932-33) pretendía lograr la modernización de la agricultura. La aplicación de esta ley se encomendó al IRA (Instituto de la Reforma Agraria). Los resultados iniciales fueron escasos porque se expropiaron muchas menos hectáreas y sea sentaron menos campesinos de los previstos inicialmente.
Las razones de este fracaso estarían en la complejidad de la propia ley, la lentitud y las dificultades- burocráticas para su aplicación, la falta de presupuesto destinado a las indemnizaciones y la resistencia de los propietarios que recurrieron a todo tipo de medidas para esquivarla.
El gobierno de derechas que ganó las elecciones de 1933 frenó la reforma agraria.
La segunda fase se reemprendíó a partir del mes de Febrero de 1936 cuando el gobiernodel Frente Popular, formado sólo por republicanos acometíó la reforma con mucha más intensidad y presentó un proyecto para la devolución de los bienes comunales a los municipios y la reanudación de los asentamiento campesinos. Ya en un clima social mucho más deteriorado los campesinos se adelantaron a las medidas legales y ocuparon las tierras.
La Reforma Agraria suscitó profundos debates. Se aprobó sin mayoría y se puso en marcha de manera igualitaria en toda España, en lugar de aplicarse en principio en el sur donde predominaba el latifundismo y los jornaleros sin tierras. Esto alarmó a los pequeños y medianos propietarios, enfurecíó a los grandes terratenientes y aunque creó grandes esperanzas entre los jornaleros no satisfizo ni a unos ni a otros.
El Frente Popular es una coalición de partidos de izquierda que se presentó a las elecciones de 1936 para hacer frente a las fuerzas de derechas. Estas no lograron presentarse con una candidatura única para toda España ni redactar un programa electoral consensuado. El Frente Popular fue la fuerza más votada.
El Frente Popular surgíó en Europa para contrarrestar el avance de los fascismos a principios de los años treinta; y que llegó a España debido a la influencia del Frente ya surgido en Francia. La Internacional Comunista planteó la necesidad de llegar a alianzas entre socialistas, comunistas y partidos burgueses de izquierda contra dicho fascismo, considerado un enemigo común. En 1936, la posibilidad de una victoria de la CEDA. En las elecciones y de que a ella se unieran las formaciones políticas fascistas, como Falange Española y de las JONS, determinó la firma de este FP.
El gobierno que salíó de las elecciones de 1936 quedó formado por republicanos mientras que los socialistas y el resto de partidos de la coalición se comprometieron a prestarles apoyo parlamentario.
El nuevo gobierno puso en marcha el programa pactado en la coalición electoral. Se decretó amnistía, se obligó a las empresas a readmitir a obreros despedidos a raíz de la huelga, se reanudó el proceso reformista y presentó un proyecto para la devolución de bienes comunales a los municipios y la reanudación de asentamientos campesinos.
Esperanzados por las nuevas perspectivas de cambio, los partidos obreros y los sindicatos se lanzaron a una movilización popular. En las ciudades se pedían mejoras laborales y en el campo los campesinos se adelantaban a la legislación y ocupaban las tierras.
La nueva situación fue recibida por la derecha con rechazo. Falange adquiríó protagonismo y fomentó un clima de enfrentamiento y crispación que desembocó en la sublevación militar del 18 de Julio que dio inicio a la Guerra Civil.
El documento es de gran importancia puesto que se trata del programa electoral de la coalición de partidos que ganará las elecciones de 1936, por lo que en este fragmento del programa, aparecen algunas de las medidas reformadoras que pretendían, y que intentaron llevar a cabo tras su victoria. Sin embargo los extremismos de la izquierda más radical que pretendía iniciar una revolución y de la derecha que rechazaba las reformas del gobierno frenaron el intento de modernización de España.
Múnich
El desarrollo económico y el cambio social fueron carácterísticos del régimen de Franco entre 1959 y el final del régimen. En estos años culminaba el proceso de apertura del régimen de Franco al exterior y su lavado de imagen. Un proceso favorecido por la Guerra Fría, que había empezado en los años 50 con el retomo de los embajadores, los acuerdos bilaterales con EEUU y el Papado y el ingreso en la ONU. Ese aperturismo político trajo también una serie de transformaciones económicas: el fin de la autarquía y el inicio de la liberalización de la economía española.
También se produjo en estas décadas un aumento de la conflictividad social y la aparición de varios frentes de oposición. Por un lado aparece el movimiento obrero , los partidos de izquierda, la protesta estudiantil y las organizaciones extremistas que mantuvieron la estrategia de la violencia como método de lucha (ETA y FRAP)
En 1962 se inició la oposición política al régimen por parte de sectores moderados como la Democracia Cristiana. Esta organización política reunía clandestinamente as diversos partidos de centro. En Junio de 1962 una delegación de Democracia Cristiana compuesta por 118 delegados participó en el Congreso del Movimiento Europeo que se celebró en Múnich, al que hace referencia el texto. Participaron también políticos de diferentes ideologías que se encontraban exiliados. Se hizo una declaración democrática y se demandaron derechos y libertades básicos de cara a la posibilidad de ingreso en el Mercado Común.
La reacción que provocó en el régimen de Franco la participación de personalidades españolas en dicho congreso fue furibunda. La maquinaria propagandística del régimen se puso en marcha para desprestigiar a los participantes en dicho Congreso que desde el franquismo se denominó contubernio de Múnich. Fueron acusados de antiespañoles y cuando volvieron a España (los que podía hacerlo) se les condenó al exilio o destierro en las islas Canarias.
Esta reacción desproporcionada supuso un golpe a la imagen del régimen que vio frenados sus deseos de entrar en la CEE. No será hasta 1970 cuando España firme un acuerdo preferencial con la CEE y hasta 1985, ya con un régimen democrático cuando España entre en la CEE.
Desde su comienzo, la Guerra Civil española tuvo una gran repercusión. El conflicto se ha interpretado como un enfrentamiento entre fuerzas democráticas y en parte revolucionarias (socialistas, comunistas) y los regíMenes fascistas en ascenso (Italia y Alemania). Pero también se puede interpretar como un enfrentamiento entre los grupos sociales dominantes que no querían perder sus privilegios y los grupos emergente de obreros y burgueses que querían una democratización política.
Las reformas eran necesarias, pero atentaban contra los intereses de los grupos dominantes. Estos, ante el temor a una revolución optaron por el Golpe de Estado.
El conflicto se inició el 17 de Julio de 1936, con el alzamiento de una fracción del ejército que buscaba acabar con el gobierno republicano constitucional.
El bando de los sublevados estaba constituido por todos aquellos que se habían opuesto a las reformas de la República. Estaban apoyados e inspirados por el fascismo y se definían como nacionales y católicos.
Los leales a al República estaban constituidos por las clases populares afines a organizaciones socialistas, comunistas y anarcosindicalistas y las clases medias vinculadas a los partidos republicanos. Todos ellos defendían la legitimidad republicana y encarnaban las fuerzas sociales, políticas y sindicales que habían apoyado las reformas del bienio de izquierdas.
Tanto los sublevados como el gobierno de la República recurrieron al exterior en busca de apoyos.
Los sublevados acudieron a las potencias fascistas para obtener ayuda militar. Los sublevados recibieron la ayuda más importante por parte de Alemania e Italia. El gobierno de la República pidió ayuda a Francia y Gran Bretaña, pero estos fueron prudentes por temor a que el conflicto pudiera extenderse por Europa y no intervinieron, lo que perjudicó a la República y contribuyó a su derrota.
El gobierno de la República únicamente recibíó armas de la URSS además de la ayuda de los voluntarios de las Brigadas Internacionales.
A diferencia de la unificación política lograda por Franco en el bando rebelde, el gobierno republicano padecía divisiones internas. Desde los primeros días del alzamiento y conforme se sucedían las derrotas del ejército republicano, la autoridad central se debilitó y no pudo contener los enfrentamientos entre anarquistas, partidarios de la revolución social y comunistas, partidarios de centrar los esfuerzos en la guerra. Esto generó divisiones internas y ocasionaron graves problemas para la causa del gobierno constitucional
En Noviembre de 1938, ante la inminente derrota, el gobierno republicano buscó una paz negociada, pero Franco no quiso esa negociación, pues el caudillo pretendía la aniquilación total de la República.
El 28 de Marzo, las tropas franquistas entraban en Madrid y tres días más tarde caían las últimas plazas leales al gobierno republicano. La guerra se dio por terminada el 1 de Abril de 1939.
2da república
El resultado de las elecciones del 12 de Abril de 1931 dio la victoria a las fuerzas republicanas en la mayoría de las grandes ciudades y adquiríó de este modo un carácter de plebiscito contra la monarquía. Ante esta situación, el rey Alfonso XIII renunció a la Corona, abandonó España y el 14 de Abril se proclamó la República. El nuevo régimen se mostraba, a los ojos de gran parte la población española, como una oportunidad para democratizar y modernizar el Estado mediante un amplio programa de reformas económicas y sociales.
Tras la dictadura de Berenguer y Aznar, se convocaron elecciones en Abril de 1931 y se proclamó la república con gran aceptación popular. Se proclamó presidente a Alcalá Zamora y Azaña formó gobierno. Comienza el bienio progresista que duró desde 1931 hasta 1933.
Se dieron numerosas reformas entre las que destacaron: Se separó la Iglesia del Estado y se dieron leyes como la Ley de divorcio o Ley de confesiones y Congragaciones religiosas. Otras reformas en ámbitos más específicos fueron: la reforma educativa con medidas como educación gratuita y laica, se construyeron numerosas escuelas, y destacaron las llamadas Misiones Pedagógicas. La reforma laboral; Largo Caballero continuó la política social y laboral del gobierno provisional. Destacaron leyes como la Ley de Contratos de Trabajo o la Ley de Jurados Mixtos.
Se proclamaron los Estatutos de Autonomía que reconocían el derecho de las regiones a constituirse en régimen de autonomía. La primera fue Cataluña en el que se creó una Generalitat, Parlamento etc. Con importantes competencias. El caso vasco fue más complejo por las diferencias entre la izquierda y la derecha. Otra reforma fue la del ejército realizada por Azaña como ministro de guerra. Su objetivo era crear un ejército moderno y eficaz reduciendo el exceso de oficialidad y establecer primacías del poder civil.
Quizá una de las reformas más importantes fue la reforma agraria. Presentaba un gran atraso técnico y el desempleo se intensificó por la crisis. Se pretendíó la modernización de la técnica, acabar con el latifundismo y redistribuir la propiedad mediante el asentamiento de campesinos en las tierras expropiadas. Sin embargo se encontraron con problemas como la oposición de los terratenientes, la excesiva burocracia y trámites prolongados y la falta de datos sobre la propiedad de la tierra. La lentitud, el paro y la frustración de los jornaleros derivaron en insurrecciones con trágicos enfrentamientos con el orden público.
Este sistema también presentó oposición. Encontramos a los anarquistas con los que hay una intensa agitación huelguística desde 1931. Hubo un intento revolucionario en 1932 en la cuenca minera del Alto Llobregat dirigido por la CNT con una dura represión. En Cádiz, los sucesos de casa Viejas hizo que la credibilidad del gobierno se tambaleara. La derecha se reorganizó. Trataron de derribar a la república mediante una conspiración. En 1932 el general Sanjurjo intentó un Golpe de Estado que fracasó. La derecha católica hostil a la república fundó la CEDA y se movilizaron a las masas católicas.
La coalición republicana socialista sufríó una crisis debido a la postura de acoso del partido radical, las huelgas de la CNT y el acoso de organizaciones y patronos. Alcalá Zamora forzó a dimitir a Azaña. Se disolvieron las cortes y se convocaron nuevas elecciones. Fue en un panorama en que la mujer votaba por primera vez y se movilizaron a los votantes católicos. Triunfó la derecha, CEDA y Partido Radical debido fundamentalmente a la división de los republicanos, abstencionismo de anarquistas y su presentación a las elecciones como coalición. Comienza así el bienio conservador o bienio negro.
Se paralizaron las reformas y hubo enfrentamientos con la Generalitat así como la paralización del Estatuto Vasco. En 1934 estalla la primera revolución de Octubre porque la CEDA presionaba para que las reformas fuesen más rápidas. Hubo huelgas y manifestaciones tan importantes que se creó el Estado de Guerra. En Asturias se pusieron de acuerdo socialistas, anarquistas y comunistas e hicieron comités revolucionarios en los que el gobierno intervino mandando la legión al mando de Franco. En Cataluña fue una revolución política apoyada por el presidente Lluís Companys. Se declaró la República catalana dentro de la República Federal Española y tuvo que intervenir el ejército que detuvo al gobierno. Fue apresado Azaña y líderes como Largo Caballero.
Como consecuencia de la revolución de Octubre la CEDA intensificó su poder y su orientación política. Algunas de las medidas que tomaron fueron: la suspensión del Estatuto de Cataluña, se devuelve las propiedades a las órdenes religiosas, Franco es nombrado Jefe del Estado Mayor, Gil Robles es ministro de guerra y se modifica la Constitución con restricciones para las autonomías o abolición del divorcio (1935). En ese mismo año el Partido Radical se ve envuelto en numerosos casos de corrupción como el Caso del Estraperlo o la malversación de los fondos públicos. Lo que conllevó a la convocatoria de elecciones para 1936.
Ganó el Frente Popular que era una coalición de republicanos, socialistas y comunistas. Sus objetivos eran regresar a las medidas del bienio progresista y amnistía para los encarcelados tras la revolución del 34. Con ellos se restablecíó el gobierno catalán, se negociaron los Estatutos gallegos y vascos y se reanudaron asentamientos decampesinos. El triunfo del Frente Popular supuso un aumento de las movilizaciones populares.
El rechazo de la derecha se vio en la Dialéctica de los puños y las pistolas. Debido al clima de violencia estratégico, en Marzo se convocó un alzamiento dirigido por Emilio Mola. Su objetivo era un pronunciamiento simultáneo en las guarniciones militares. El Estado conocía que se estaba barajando este golpe y estaba apoyado por sectores monárquicos, carlistas, falangistas…
El 14 de Julio muere Calvo Sotelo en mano de los izquierdistas por lo que los planes se aceleraron y el 17 de Julio se inició la sublevación en Marruecos que fue el detonante para la Guerra Civil Española, una confrontación que se alargó durante tres años que dio lugar a un cambio radical en el país tanto en la vida política como social.
Franquismo
El resultado de la Guerra Civil fue la consolidación de un régimen dictatorial liderado por Francisco Franco, que se extenderá desde el final de la guerra en 1939 hasta la muerte de dictador y el comienzo de la transición a la democracia en 1975.
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Franco se caracterizó por un férreo anticomunismo y una destacada exaltación del nacionalismo. Poseía un fuerte sentido de la disciplina y una gran capacidad de arbitraje. Aunque su formación política era muy limitada en los inicios, se supo adaptar a las diferentes coyunturas internacionales.
Así, el régimen en sí se caracterizó por elementos como el carácter personalista de la dictadura, ya que no fue el ejército, sino un militar quien controló el país, o la convivencia de diversas familias de la derecha (monárquicos, falangistas, carlistas, católicos) sobre las que Franco ejercíó su arbitraje de acuerdo con la situación vigente en cada momento.
A pesar de ello, el régimen no tuvo una ideología definida, pues bien, su propaganda fue cambiando respecto a la situación internacional, factor que marcará la evolución del régimen. Además, el régimen mantuvo una fuerte censura y una represión visible contra aquellos con se rebelaran en contra.
En lo que a la estructura jerárquica se refiere, Franco concentraba la práctica totalidad de los poderes: jefe del Estado, jefe de gobierno, secretario del partido único (FET y de las JONS), presidente del consejo nacional… Además de poseer poderes extraordinarios para promulgar leyes. También se pueden diferenciar otros órganos como los gobernadores civiles y los alcaldes, todos ellos elegidos desde el gobierno. Con todo ello, el régimen evoluciónó de la siguiente manera:
Entre 1939 y 1945, (periodo conocido como «La Era Azul») la política interior estuvo marcada por la situación de posguerra. Se llevó a cabo una represión de todos aquellos que contrariaron a los sublevados (esta política quedó reflejada en la Ley de Responsabilidades políticas), se depuraron los funcionarios y los cargos públicos contratados durante La República, se reprimieron los nacionalismos… Entre otros.
Internacionalmente, esta etapa estuvo marcada por el desarrollo de la II Guerra Mundial. Hasta 1942 el régimen adoptó una ideología claramente fascista, pero con el declive y la derrota de los fascismos, Franco decidíó eliminar del poder todo signo fascista, volviendo a la neutralidad, y, favoreciendo, a partir de 1945 al catolicismo.
En lo económico la producción se redujo a un tercio de lo producido en 1936 y se regresó a niveles de 1914. España se encontraba muy lejos de los niveles económicos de Europa. Además, el país no recibíó apoyo internacional y se establecíó un régimen de autarquía caracterizado por una gran escasez de alimentos (cartillas de racionamiento y mercado negro). Para intentar paliar la falta de inversión el Estado llevó a cabo una política intervencionista creando el INI (Institutito Nacional de Industria).
Durante estos años, se aprobaron numerosas leyes, conocidas como «Leyes Fundamentales», que configuraron la estructura legal del régimen: Fuero del trabajo, Fuero de los españoles, Ley consultiva de Cortes, Ley de Referéndum nacional, Ley de sucesión y Ley de principios del movimiento.
Entre 1945 y 1959 se produjo una etapa de superación y aperturismo internacional. Tras la caída de las potencias fascistas (1945), España sufríó un gran aislamiento internacional. Únicamente fue apoyado por las dictaduras de Salazar (Portugal) y Perón (Argentina). Así pues no contó con las ayudas del Plan Marshall y quedó excluido de la OTAN. Para intentar solucionar esta situación Franco decidíó dar un giro al régimen, pasando de un gobierno falangista a uno de corte nacional católico y se definíó el régimen como «Democracia orgánica» y Carrero Blanco fue elegido como subsecretario de Estado.
Así, bajo el contexto de la Guerra Fría, se fue produciendo una progresiva aceptación del régimen. Además la situación estratégica de España hizo que EEUU apoyara al país con el objetivo de ganar un aliado. Posteriormente, en 1953 se establecen los primeros signos de aperturismo con la instalación de bases estadounidenses en España y con la firma de un concordato con el Vaticano.
Así, bajo el contexto de la Guerra Fría, se fue produciendo una progresiva aceptación del régimen. Además la situación estratégica de España hizo que EEUU apoyara al país con el objetivo de ganar un aliado. Posteriormente, en 1953 se establecen los primeros signos de aperturismo con la instalación de bases estadounidenses en España y con la firma de un concordato con el Vaticano.
Durante estos años, la oposición al franquismo se reorganizó en el exilio, creándose un gobierno republicano en México, aunque se trasladó a París tras la II Guerra Mundial. En España, los maquis (de mayoría comunista) protagonizaron una oposición armada, aunque el régimen no se vio afectado. También se apoyó la posibilidad de un cambio hacia una monarquía liberal con Juan de Borbón como rey, pero se descartó con el tiempo aunque Juan Carlos, su hijo, tuvo la posibilidad de educarse en España.
A partir de 1960 se produjo una etapa de aperturismo y de gran desarrollo económico. Se introdujeron en el gobierno a gente económicamente preparada para llevar a cabo este proceso de crecimiento, los llamados tecnócratas (procedentes del Opus Dei). Además, contribuyeron decisivamente el turismo, la inversión extranjera y la llegada de divisas de emigrantes españoles. Como consecuencia aumentó la renta per cápita y 1 se desarrolló tanto la economía como la industria, creándose una sociedad más igualitaria y cercana a las europeas.
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En la política se establecieron nuevos cambios legislativos. La Ley orgánica de Estado (1967) establecíó una monarquía en manos de Juan Carlos de Borbón como sucesión del régimen, la Ley de prensa (1966) permitíó una mayor flexibilidad en la censura y las huelgas perdieron su carácter delictivo.
Además se produjo un desarrollo social y un cambio en la mentalidad de las nuevas generaciones, que se presentaron como la nueva oposición al régimen y protagonizaron numerosas protestas universitarias; el PC tuvo una gran influencia en los medios culturales; numerosos partidos (a pesar de su ilegalidad) modificaron sus propuestas y dirigentes; y Sectores de la iglesia empezaron a criticar la política del régimen. Además, a principios de los 70 se produjeron un elevado número de huelgas obreras, lideradas por el sindicato CCOO.
Con esta situación de cambios sociales, políticos y económicos, llegamos a la última etapa del régimen (1973-1975) o «tardo franquismo», que se caracterizó por la decadencia física y senil de Franco, los problemas del desarrollo económico derivados de la crisis del petróleo y una oposición cada vez más elevada y más activa.
Este último periodo estuvo marcado por el terrorismo, presente en bandas como ETA, que nacíó en los 50 con el fin de reivindicar el nacionalismo vasco y que se radicalizó en los 60. Su actuación marcó el devenir de España con el asesinato de Carrero Blanco, principal candidato para la continuación del régimen y quien había adoptado el cargo de jefe de gobierno por la incapacidad de Franco. Tras su asesinato en 1973, fue sustituido por Carlos Arias Navarro.
Cabe destacar además, en Septiembre de 1975, el Proceso de Burgos, por el cual se condenó a ser ejecutados a cinco terroristas tanto de ETA como de la FRAP. Este hecho generó un gran descontento entre la sociedad y fue condenado por el Vaticano. Además la crisis del petróleo supuso un agravio al malestar social por el incremento de los precios y del paro, unido a la crisis del Sáhará, que evidenció la incapacidad del gobierno en ese momento.
Finalmente, tras una larga agonía de Franco, durante la cual le sustituyó Juan Carlos en determinadas funciones, el dictador fallece el 20 de Noviembre de 1975. A los pocos días Juan Carlos fue coronado rey de España
La situación social en España tras su muerte era muy diferente a la de hace cuarenta años. Nos encontrábamos en una sociedad más igualitaria, con una mayor movilidad social y con mayor poder adquisitivo, así como un menor nivel de alfabetismo. La mentalidad del país era muy diferente y el deseo de la democracia estaba patente en la sociedad española. Debido a esta situación, durante los dos años siguientes, España vivirá una profunda transformación hacia la democracia, iniciándose así el proceso de transición que culminará con las elecciones de 1977 y la aprobación de la constitución de 192 ,por referéndum popular.
Civil war
Tras el fracaso de la insurrección militar del 18 de Julio de 1936 por parte de las facciones más conservadoras del ejército, se inicia la Guerra Civil española, que tendrá una marcada importancia tanto en la historia del país como en la del continente europeo, llegando a tener una importante dimensión internacional.
En el exterior, la guerra adquiríó un carácter internacional. El Frente Nacional obtuvo apoyo, tanto militar como económico de las potencias fascistas, Italia y Alemania; mientras el Frente Popular únicamente fue apoyado, y en menor medida, por La URSS, ya que, Francia e Inglaterra firmaron un acuerdo de no intervención para evitar la extensión del conflicto.
En el interior, al inicio del conflicto, el gobierno se trasladó a Valencia y Casares Quiroga fue sustituido en el gobierno por José Giral, quien tomo la medida de repartir armas entre las milicias de los sindicatos, ya que la gran parte del ejército estaba a favor del mando alzado. Mientras, el bando nacional formó en Burgos la Junta de Defensa Nacional, un gobierno paralelo al de la República para controlar y organizar la zona sublevada, inicialmente dirigido por Miguel Cabanellas, hasta el 30 de Septiembre, cuando fue elegido Francisco Franco, quien fue proclamado el 1 de Octubre generalísimo de los ejércitos y Jefe del gobierno del Estado.
El alzamiento militar triunfó en el norte de Marruecos, en Galicia, las capitales andaluzas, los archipiélagos y el interior del norte de España, mientras, seguían en control de la República las áreas más industrializadas, como País Vasco y Cataluña, así como el litoral mediterráneo, Madrid, el interior del sur peninsular y gran parte de Andalucía, dejando al país dividido entre dos bandos, el Frente Nacional y el Frente Popular.
Inicialmente, el bando nacional intentó un ataque directo hacia la capital, pero los republicanos consiguieron paralizar el ataque a las puertas de Madrid. Ante la situación, Franco decidíó cambiar la táctica y el rumbo de la guerra concentrando los esfuerzos en la zona norte. La República, para aliviar la presión en el norte decidíó en Julio de 1937 atacar Brunete y Belchite, pero la mala coordinación de las tropas republicanas impidieron el triunfo de la ofensiva y en Octubre de 1937 se daba por finalizada la conquista del norte.
Durante este periodo, en la zona republicana, el Estado se fue desmoronando y se fueron radicalizando las posturas anarquistas y socialistas, llegando a la confrontación dentro de los sectores de la izquierda. Ante la situación de inestabilidad, Largo Caballero formó un nuevo gobierno en el que entraron cuatro ministros anarquistas con el fin de pacificar las diferentes posturas y aunar esfuerzos contra los sublevados.
A pesar de todo ello, las posturas entre afianzar el orden, ganar prestigio para el gobierno de la república y obtener apoyo internacional apoyadas por republicanos, comunistas y parte de los socialistas seguían confrontadas con el pensamiento de afianzar la revolución apoyado por los anarquistas y comunistas del POUM, partido que defendíó una postura revolucionaria radical.
Esta confrontación debilitó al gobierno de Largo Caballero, que tuvo su detonante final en los altercados de Barcelona de Mayo del 37, donde murieron más de 200 personas. Tras este hecho, se establecíó un gobierno socialista liderado por Negrín y el POUM fue declarado ilegal. Una vez, con Negrín en el poder, el gobierno se trasladó a Barcelona para un mejor control de los recursos económicos y militares, y se orientaron todos los esfuerzos en lo militar con el objetivo de frenar el avance de las tropas franquistas.
Mientras, en la zona bajo control sublevado se llevó a cabo una dura represión entre todo aquel que estuviera relacionado con algún sindicato o con los ideales de la izquierda.
Así, continuó la contienda bélica y los esfuerzos del bando nacional se centraron en el avance al Mediterráneo. En contra, el bando popular intentó frenar el avance con la batalla de Teruel (Noviembre de 1937- Junio 1938), única capital de provincia que recuperó el gobierno republicano aunque volvíó a caer en manos de los sublevados
Una vez finalizada la campaña de Teruel, se desencadenó la campaña de Aragón, momento en el que tuvo lugar la Batalla del Ebro, la más cruenta de la guerra, que fue decisiva para el fin de la contienda.
Ante el avance del bando nacional, las continuas derrotas del bando republicano y la precaria situación, el gobierno de Negrín intentó pactar la paz a través del programa conocido como los trece puntos (Abril 1938), pero Franco lo rechazó y la batalla se extendíó hasta la toma total del valle del Ebro dejando el bando republicano fraccionado en dos, el norte de Cataluña y el resto del litoral.
Así, el 26 de Enero de 1939 se tomó Barcelona, y a partir del 30 de Enero se inició un éxodo masivo de republicanos españoles hacia Francia. Ya solo quedaban en manos de la república Madrid, Castilla-La Mancha, Valencia y Murcia.
Finalmente, el 28 de Marzo del 39 Madrid fue ocupada por las tropas franquistas prácticamente oposición, mientras el resto de posesiones en manos del frente popular cayeron simultáneamente, siendo Valencia el último reducto republicano.
El 1 de Abril de 1939 el gobierno de Burgos redactó el último parte de guerra, la guerra había terminado.
A pesar del final de la guerra, durante la posguerra, el nuevo gobierno dictatorial de Franco llevó a cabo un exterminio sistemático de todo aquel que había sido contrario al alzamiento mediante la redacción de la Ley de Responsabilidades políticas.
Las consecuencias de la guerra fueron una gran miseria, muertes, carestía generalizada y desnutrición de la población. Hubo una gran reducción de la producción industrial, gran coste de la guerra y muchos tuvieron que exiliarse o fueron recluidos en campos de concentración.
Se inicia así una nueva etapa de la historia de España marcada por una fuerte represión política y social, unida a años de pobreza y poniendo definitivamente fin al sistema democrático republicano