Desarrollo guerra civil
El estallido de la guerra provocó la destrucción de las estructuras estatales de la II República. En el bando nacional, el poder quedó en manos de unos generales que establecieron un estado autoritario y militarizado. En el bando republicano, el gobierno de la República perdió el control de la situación y el poder real quedó en manos de comités obreros organizados por partidos y sindicatos que no estaban sometidos a ningún tipo de poder.
Al inicio de la guerra hubo una enorme represión en ambos bandos. Las ejecuciones y los asesinatos se extendieron por todo el país.
La represión en la zona nacional se dirigió contra los militares, obreros y campesinos. La represión estuvo bastante organizada y controlada por militares. En la zona republicana, los grupos que más sufrieron la violencia fueron los sacerdotes y las clases adineradas.
El avance nacionalista
Para comprender la victoria de los nacionales, un dato importante es el puente aéreo organizado con aviones alemanes e italianos que permitió el rápido traslado del ejército de África a la península. Los legionarios y regulares iniciaron un rápido avance hacia Madrid. Pero el general Yagüe, que mandaba a las columnas, decidió desviarse a Badajoz.
La ciudad cayó y se inició una brutal represión que escandalizó al mundo.
Las tropas continuaron su avance hacia Madrid y, antes de llegar, Franco desvió de nuevo las tropas para liberar el Alcázar de Toledo. La liberación del Alcázar fue un gran triunfo propagandístico para Franco.
La batalla de Madrid
Las fuerzas nacionalistas, dirigidas por Varela, llegaron a Madrid, ocuparon Alcorcón, Leganés, Getafe y Cuatro Vientos.
Ante la superioridad militar de las fuerzas nacionales, partidos y sindicatos obreros alentaron la movilización de los madrileños para defender su ciudad.
La moral de los madrileños aumentó con la llegada de las Brigadas Internacionales, cuerpo de voluntarios organizado por los comunistas, para ayudar en la defensa de Madrid. La ciudad fue sometida a bombardeos aéreos y se produjeron duros combates en la Casa de Campo, la Ciudad Universitaria y el puente de los Franceses. Las tropas republicanas consiguieron resistir y Franco ordenó el fin del asalto frontal de la ciudad.
Batallas de Jarama y Guadalajara
Tras fracasar en el ataque frontal contra Madrid, Franco intentó cercar la capital. Este intento dio lugar a la batalla del Jarama y la batalla de Guadalajara, donde las tropas enviadas por Mussolini fueron derrotadas.
El fracaso ante Madrid hizo que Franco cambiara de estrategia: fue atacando las zonas más débiles de los republicanos.
La campaña del norte
Las tropas nacionales conquistaron la zona norte revolucionaria que había quedado aislada del resto del país. Durante esta campaña tuvo lugar el célebre bombardeo de Guernica. La Legión Cóndor, grupo aéreo alemán enviado por Hitler, bombardeó una ciudad sin interés militar y la arrasó. Durante la campaña vasca falleció Mola en un accidente de avión, este era el único que podía competir con Franco en el liderazgo del bando nacional.
Tratando de distraer fuerzas nacionalistas de la campaña del norte, los republicanos organizaron la ofensiva de Belchite, en Aragón. Fracaso total y las tropas franquistas tomaron todo el norte.
La conquista del norte tuvo graves consecuencias para la República. No solo perdieron las minas de la zona, sino que los franquistas pudieron concentrar todas sus tropas en el sur.
De Teruel a la batalla del Ebro
Tuvo lugar una ofensiva republicana en Teruel. Tras asegurar el dominio de Teruel, Franco lanzó un ataque general en Aragón. Fue un éxito y las tropas nacionales llegaron a Castellón. La zona republicana quedó dividida en dos.
La última gran ofensiva republicana dio lugar a la batalla del Ebro. Esta fue la más cruenta de las batallas de la guerra civil y agotó la moral y reservas republicanas.
Final de la guerra
Antes del fin de la guerra, se realizó la ofensiva nacionalista contra Cataluña. Tras tomar Barcelona, las tropas franquistas llegaron a la frontera francesa, antes se había producido un éxodo de población.
La derrota republicana era inminente. El gobierno de Negrín, con el apoyo de los comunistas y parte de los socialistas, proponía la resistencia a ultranza.
Casado dio un golpe de estado contra el gobierno de Negrín e intentó negociar la derrota con Franco, este exigió la rendición incondicional, las tropas franquistas entraron en Madrid y terminó la guerra. Una larga dictadura sustituyó el ensayo democrático de la Segunda República.