Desarrollo de la Guerra Civil Española e Internacionalización del Conflicto
Las causas del final de la II República fueron tanto internacionales como internas:
- El auge en el ámbito europeo de los totalitarismos, tanto de izquierda como de derecha, llevó a numerosos países a sustituir las democracias por sistemas totalitarios. El modelo de revolución bolchevique soviético prendió en las mentes de la clase trabajadora europea. La crisis de 1929 se extendió a Europa.
- Entre las causas de origen interno están la falta de cultura democrática que impedía la aceptación de los resultados electorales, una estructura social muy polarizada y una escasa base social sobre la que se sustentaba el régimen. El ejército se convirtió en un factor desequilibrante.
Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, el deterioro del orden público fue en aumento. El temor de algunos sectores conservadores por las medidas de gobierno de izquierda terminó con la intervención del ejército. Mola fue el cerebro de la conspiración, quien desde finales de 1935 estableció contacto con determinados generales y entabló negociaciones con partidos de derecha. El plan consistía en un golpe de Estado seguido por el establecimiento de un directorio militar presidido por Sanjurjo.
El 17 de julio se sublevan las fuerzas de la Legión y de los Regulares de Melilla. Franco vuela el 19 de julio a Marruecos para ponerse al frente de las tropas del Protectorado. El alzamiento triunfó en el norte (Galicia-Navarra) y Andalucía occidental. La sublevación militar había fracasado, convirtiéndose en una guerra civil que duraría tres años.
El gobierno de la República contó con mayores recursos económicos, pues controlaba las zonas industriales, y también controlaba la mayor parte de los recursos militares. Los apoyos políticos a la República fueron los partidos de la izquierda burguesa (UGT, CNT,…). Mientras que los sublevados dominaban zonas de predominio rural, contaban con el ejército de África (muy numeroso en infantería) y de su lado estaban muchos integrantes de la CEDA, la Falange y los carlistas.
Los sublevados fueron apoyados por los regímenes fascistas, como Italia y Portugal. Alemania envió la Legión Cóndor, oficiales y ayuda económica. Italia proporcionó soldados y dinero. Portugal envió un cuerpo de voluntarios y prestó ayuda diplomática. Hitler utilizó la guerra de España para desviar la atención de la expansión de Alemania, crear divisiones internas en Francia e involucrar a Mussolini en sus planes.
El temor a que se desencadenara una nueva guerra en Europa inclinó a los países democráticos como Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos a desentenderse del conflicto. Francia, decidida en un principio a intervenir a favor de la República, acabó por suspender la venta de armas a España, impulsando la creación de un Comité de No Intervención. Estados Unidos interpretaba la guerra como un avance del comunismo, por lo que prohibió la venta de armas a España y se declaró neutral. Grandes empresas norteamericanas abastecieron a Franco. La República intentó que la República recibió ayuda de México y la URSS. La ayuda de la URSS consistió en la aportación de hombres y material bélico a cambio del oro del Banco de España. México aportó armas, alimentos y apoyo diplomático.
En el desarrollo de la guerra, el bando franquista llevó la iniciativa. La victoria se debió a varios factores, como la unidad de gobierno y de mando militar, la ayuda exterior y la posesión de una fuerza de combate eficiente y disciplinada.
Fases de la Guerra Civil Española
1ª fase: La lucha por Madrid (julio 1936 – marzo 1937)
El planteamiento inicial de los rebeldes era tomar Madrid. Mola desde el norte (requetés) y Franco desde el sur (Ejército de África) avanzaban hacia la capital, moviéndose en columnas. Franco se desvió hacia Toledo para liberar el Alcázar (27 de septiembre), donde el general Moscardó resistía. La resistencia del Alcázar se convirtió en un símbolo del bando “nacional». En noviembre se intenta el asalto a Madrid. El gobierno se trasladó a Valencia, dejando una Junta de Defensa al mando de la capital. La llegada de las primeras Brigadas Internacionales contribuyó al éxito de los republicanos, que consiguieron frenar a Franco.
2ª fase: La campaña del norte (abril – octubre de 1937)
La nueva ofensiva se centra en la Cornisa Cantábrica, aislada del territorio republicano. En abril, la Legión Cóndor bombardea Guernica; en junio cae Bilbao; en agosto entran los italianos en Santander y en octubre es ocupada Asturias. Para reducir la presión franquista sobre el norte, el general Vicente Rojo inicia una serie de ofensivas republicanas, como la batalla de Brunete (julio de 1937) o la batalla de Belchite (agosto 1937) en Aragón. Ambas fracasaron. El control del norte le permite a Franco hacerse con recursos mineros e industriales. Varios países reconocieron el gobierno de Franco.
3ª fase: La ofensiva de Aragón (diciembre de 1937 – noviembre de 1938)
La batalla de Teruel (enero – febrero de 1938) permitió a Franco alcanzar el Mediterráneo. La reacción republicana desencadenó la batalla del Ebro (julio-noviembre de 1938), con intención de volver a unir todo el territorio republicano y prolongar la resistencia. Esta batalla fue la más sangrienta y supuso la derrota casi definitiva del ejército republicano.
4ª fase: El fin de la guerra (noviembre de 1938 – abril de 1939)
Entre diciembre y enero de 1939, las tropas franquistas ocupan Cataluña. Se produce la huida republicana hacia la frontera francesa. Los comunistas eran partidarios de continuar la resistencia. Por el contrario, los anarquistas y socialistas consideraban que la guerra estaba perdida y querían un final negociado. En marzo dimite Azaña. El coronel Segismundo Casado da un golpe de Estado en Madrid, pensando en terminar la guerra mediante una negociación con Franco. El 28 de marzo, las tropas de los sublevados entraban en Madrid y el 1 de abril se finaliza la guerra.