La Guerra Civil Española (1936-1939)
1º La Sublevación Militar
a) La preparación del golpe militar
Los intentos de los militares monárquicos para acabar con el régimen republicano se produjeron pronto: pronunciamiento del general Sanjurjo en Sevilla (1932), el intento de golpe en el que participaron políticos derechistas fracasó. Sin embargo, a raíz de la victoria del Frente Popular en 1936, se aceleraron los planes golpistas. La conspiración, en la que estaban involucrados militares, monárquicos alfonsinos, carlistas, falangistas y políticos cedistas, puso en marcha los preparativos en los que el ejército sería el protagonista: Sanjurjo encabezaría la sublevación desde Lisboa, Franco en Canarias, Yagüe en Marruecos, Mola en Navarra y Queipo de Llano en Sevilla. Era una sublevación de generales.
Los preparativos del golpe militar contra la República se enmarcaban en el aumento de las tensiones políticas en Europa. En Francia, la victoria del Frente Popular en las elecciones agrupó a la derecha francesa en torno a organizaciones de corte fascista. Hitler en Alemania violó los acuerdos de Versalles de 1919, inició el rearme alemán y exigió reivindicaciones territoriales en Checoslovaquia y Polonia.
b) La sublevación militar
La sublevación utilizó como pretexto el asesinato del diputado monárquico José Calvo Sotelo. Se inició en julio de 1936 en Melilla; entre los días 18 y 20 le siguieron un importante número de capitanías generales en toda España. Sin embargo, el golpe militar tuvo un éxito relativo: triunfo en Marruecos, Canarias, Andalucía Occidental con Sevilla, Galicia, Castilla-León, Navarra y parte de Aragón con Zaragoza. El resto del territorio se mantuvo fiel a la República: Madrid, Cataluña, el levante mediterráneo y la cornisa cantábrica.
La sublevación militar fracasó en las grandes ciudades y zonas industriales debido a la acción de las milicias populares armadas por los partidos de izquierda y los sindicatos ante el desconcierto y pasividad del gobierno presidido por Giral. La resistencia popular contra el levantamiento militar y en defensa de la República hizo que el golpe se transformara en guerra civil. El país quedó dividido en dos zonas: la republicana y la sublevada.
El territorio fiel a la República concentraba la industria y la mayor parte de la población, pero el gobierno se quedó sin instrumentos de defensa: ni ejército, ni aviación, solo la flota de guerra y las milicias populares. Los sublevados mantuvieron las unidades de élite del ejército de Marruecos, la estructura de la organización militar y una abundante ayuda en forma de hombres y material de guerra de la Alemania nazi y la Italia fascista.
c) Las operaciones militares
El avance hacia Madrid (julio-noviembre, 1936)
La conquista de Madrid, símbolo del poder republicano, fue un objetivo clave. El avance relámpago del ejército contra las milicias llevó a la conquista de Badajoz (con matanzas) y de Toledo (levantando el sitio del Alcázar, de valor simbólico). El gobierno decretó la movilización general para salvar Madrid, lo que generó una fuerte resistencia popular. El gobierno se trasladó a Valencia. Madrid resistió el ataque frontal gracias a las Milicias y las Brigadas Internacionales, así como a la ayuda militar soviética (tanques). La resistencia de Madrid marcó el final de la guerra de milicianos. Madrid resistiría hasta 1939. Las batallas del ejército sublevado para aislar Madrid fracasaron: Batalla de Jarama (1937) y Guadalajara (1937).
A partir de 1937, se entró en una nueva fase de la guerra, con ejércitos regulares enfrentados. La República creó el Ejército Popular de la República, disolviendo las milicias, mientras que Franco optó por una guerra de desgaste.
La ocupación del norte (1937)
Ante el fracaso en la conquista de Madrid, Franco centró la ofensiva en el norte (Asturias, Cantabria y País Vasco) por sus recursos minerales e industriales (industria pesada vasca). El avance militar concluyó con la conquista de Bilbao (previo bombardeo de Guernica). Con la conquista del norte, el ejército de Franco controló una de las principales zonas económicas de España.
El avance hacia el mediterráneo (1937-1938)
Los intentos republicanos por invertir el curso de la guerra fracasaron (Batalla de Teruel). El desgaste republicano en Teruel fue seguido del avance del ejército franquista, que consiguió llegar al Mediterráneo. Esto dividió el territorio republicano en dos zonas aisladas: el centro con Madrid y Valencia, y el norte, Cataluña con Barcelona.
En el verano de 1938, se produjo la principal batalla de la guerra civil, la Batalla del Ebro (duración aproximada de 5 meses). La ofensiva lanzada por el ejército de la República triunfó en los primeros combates, pero la superioridad del ejército de Franco en hombres y material provocó el fracaso de la ofensiva. Los episodios bélicos posteriores a la batalla del Ebro hasta 1939 contemplan el desmoronamiento del ejército republicano.
La conquista de Cataluña: en enero, conquista de Barcelona y poco después avance hasta la frontera francesa.
El final de la guerra (febrero-abril, 1939)
Posteriormente, quedó solamente la zona centro con Madrid. La sublevación de Casado, con la pretensión de negociar con Franco, hundió definitivamente la resistencia. El 1 de abril se dio por finalizada la guerra.
2º Impacto de la Guerra Civil en el Mundo
La Guerra Civil polarizó a la opinión pública internacional. Los sectores políticos conservadores la consideraban como una respuesta a la radicalización de la República, que evolucionaba hacia una revolución de corte soviético (comunista). La opinión pública democrática y de izquierdas la interpretaba como una guerra antifascista en defensa de la democracia y la libertad en España.
La oposición de las potencias fue variable. En agosto de 1936 se reunió en Londres un Comité Internacional. Inglaterra abogó por la no intervención en el conflicto y propuso la no intervención, que fue suscrita por el resto de los participantes. El acuerdo de no intervención supuso en la práctica abandonar a la República, ya que Alemania e Italia lo incumplieron enviando a los sublevados apoyo con cuerpos de ejércitos totalmente equipados, artillería, aviación, armamento y hombres. La República recibió apoyo de la Unión Soviética, pero fue una ayuda más limitada que se centró en aviación, tanques y asesores militares. México ayudó con armamento. Entre la ayuda que recibió la República, hay que destacar los 60.000 voluntarios de las Brigadas Internacionales, compuestas por voluntarios antifascistas de todo el mundo que vinieron a defender la República.