Francisco Pizarro: Conquistador español que llevó a cabo la conquista del Imperio
Inca entre 1531 y 1533. Al igual que Cortés, utilizó los enfrentamientos internos entre los incas como arma para la conquista y, al igual que Cortés, ejecutó al Inca Atahualpa y se alió con la nobleza indígena para controlar la capital del Imperio, Cuzco. Su enfrentamiento con Diego de Almagro por la gobernación de las tierras conquistadas le llevará a la muerte, asesinado por orden de éste.
Inca entre 1531 y 1533. Al igual que Cortés, utilizó los enfrentamientos internos entre los incas como arma para la conquista y, al igual que Cortés, ejecutó al Inca Atahualpa y se alió con la nobleza indígena para controlar la capital del Imperio, Cuzco. Su enfrentamiento con Diego de Almagro por la gobernación de las tierras conquistadas le llevará a la muerte, asesinado por orden de éste.
BARTOLOMÉ DE LAS CASAS: Dominico español defensor de los derechos de los indígenas. Con su informe titulado «Brevísima relación de la destrucción de las Indias», movíó a Carlos I a tomar medidas para resolver la situación, aprobándose las Leyes Nuevas. En la conocida como «Controversia de Valladolid» se enfrentó a Juan Ginés de Sepúlveda, defensor de la esclavitud de los indígenas. Su Brevísima relación constituyó un factor importante en la difusión de la «Leyenda negra».
PAZ DE AUGSBURGO: Acuerdo de paz firmado en dicha ciudad para poner fin al conflicto entre los príncipes protestantes de la Liga de Smalkalda y el emperador católico Carlos V, en 1555. Se resuelve reconocer que la religión del príncipe de cada Estado debía corresponder con aquella que desarrollasen sus súbditos. Supuso en la práctica, la derrota de la «idea imperial» de unidad religiosa de Carlos V y fue el detonante de su abdicación un año después.
Felipe II: Rey de España, hijo y heredero de Carlos I, reinó sobre un inmenso Imperio territorial, que se extendía por Europa, América y Asía. Su reinado, que abarca la segunda mitad del siglo XVI. Tuvo como prioridades el logro de la unidad ibérica, la defensa a ultranza del catolicismo y el mantenimiento de la hegemonía española en Europa. Gran parte de su reinado estuvo ocupado por constantes guerras, con Francia, con los turcos y con Inglaterra, a las que hay que añadir la larguísima guerra en los Países Bajos para evitar su independencia. A estos conflictos tuvo que añadir varios problemas internos como la revuelta de las Alpujarras. Fallecíó en 1598.
CONCILIO DE TRENTO: Concilio ecuménico de la Iglesia católica desarrollado a mediados del S.XVI (desde 1545 hasta 1553) y que tuvo lugar en la ciudad italiana de Trento. Su objetivo fue responder a la Reforma protestante y fijar el dogma católico tras la degradación y crisis a la que había llegado la Iglesia católica. Al definir los dogmas se dio una mayor unidad a la doctrina católica que se opuso a las ideas protestantes, con lo que el Concilio resultó la ruptura definitiva de ambas tendencias. Los decretos del concilio definieron dogmas y fijaron los modelos de fe y las prácticas de la Iglesia hasta mediados del Siglo XX.
BATALLA DE LEPANTO: Batalla naval en la que la llamada “Liga Santa” formada por Felipe II, el Papa Pío V y Venecia, se enfrentan a una gran flota de los turcos otomanos. La flota comandada por Juan de Austria derrotó a la turca en el golfo de Lepanto (Grecia) en 1551. La victoria de los cristianos freno el avance turco, pero no supuso la derrota definitiva de estos ni el fin de la piratería musulmana en el Mediterráneo.
VALIDOS: Personas en las que los sucesivos monarcas del Siglo XVII delegaron las funciones de gobierno de España. Esta figura no tuvo un reconocimiento institucional y dependían enteramente de la confianza del rey. Las funciones que ejercía un valido eran las de máximo nivel en la toma de decisiones políticas: control y coordinación de la Administración, con lo que en la práctica gobernaba en nombre del rey. Recibieron muchas críticas de diversos sectores sociales, sobre todo por el nepotismo con el que se comportaron algunos de ellos, enriqueciendo a sus amigos y familiares. Destacan el Duque de Lerma en el reinado de Felipe III y el Conde-Duque de Olivares con Felipe IV.
EXPULSIÓN DE LOS MORISCOS: Medida llevada a cabo por Felipe III a principios del Siglo XVII, por la que los moriscos (musulmanes obligados a convertirse al cristianismo en el Siglo XVI) debían abandonar el reino, por considerarlos un enemigo interno y un peligro para los buenos creyentes católicos. Su marcha afectó gravemente a la economía agraria, especialmente de Aragón y Valencia, por la pérdida de una mano de obra muy cualificada, y en un momento de crisis demográfica. La mayoría de los casi 300.000 moriscos expulsados pasaron al norte de África.
UníÓN DE ARMAS: Medida de reforma propuesta por el conde-Duque de Olivares, valido de Felipe IV, que buscaba una proporcional contribución de todos los territorios de la corona para la defensa de los intereses hegemónicos en Europa, algo que, hasta ahora, sólo había realizado Castilla. Pretendíó crear un ejército permanente de unos 140.000 hombres integrado por hombres reclutados de todos los reinos de la monarquía, en proporción a su población y capital. El proyecto fracaso por la oposición de las cortes del reino de Aragón que no quiso cumplir los requisitos exigidos.
PAZ DE Westfalia: Acuerdo de paz entre las potencias europeas, que puso fin a la Guerra de los 30 Años, en 1648. Entre sus resoluciones destaca un reordenamiento del mapa de Europa, con la independencia de Holanda, la fragmentación nacional del Imperio alemán, el fin del Imperio austríaco, la perdida de la hegemonía en Europa de la dinastía de los Habsburgo y el fortalecimiento de Francia. Desde el punto de vista político supuso el reforzamiento de los estados-nacíón y de las monarquías absolutas. Desde el punto de vista religioso supuso el fin de las guerras de religión, reconociendo la libertad religiosa. Para España supuso su decadencia como potencia europea.
TRATADO DE LOS PIRINEOS: Acuerdo firmado en 1659 entre Francia y España poniendo fin a la guerra entre ambos países, iniciada en 1635. Este acuerdo supuso el reconocimiento de la hegemonía territorial, económica y política de Francia, que recupera los territorios españoles del Rosellón y la Cerdaña, así como la regíón de Artois.