Historia de España en el siglo XIX: Ferrocarril, Constitución de 1876 y Revolución de 1868

El Ferrocarril en España (Siglo XIX)

El ferrocarril fue la gran transformación económica en la España del siglo XIX. Comenzó en 1848 con la línea Barcelona-Mataró y su gran desarrollo se produjo a partir de la ley de 1855. Se hizo en un tiempo récord, pues hacia 1866 las grandes vías estaban terminadas. El resultado fue un trazado radial con centro en Madrid y unos enlaces transversales.

El estado facilitaba la construcción del trazado y daba facilidad a las compañías adjudicatarias para adquirir el material necesario donde quisiesen. Tres fueron las grandes sociedades de financiación fundadas para acometer las obras y que obtuvieron la mayoría de las concesiones estatales: dos estaban participadas por banqueros franceses y otra por Rothschild. Las tres contaban en sus filas con aristócratas y financieros españoles con influencia en la corte y se adueñaron de gran parte de los ferrocarriles, el gas de Madrid y bastantes minas de carbón.

Consecuencias del Ferrocarril

  • Consiguió articular un mercado nacional.
  • Contribuyó al cambio en la estructura de la población activa al trasvasar miles de campesinos.
  • Introdujo cambios en determinados cultivos por la facilidad en llegar a los grandes mercados. Así, el ferrocarril fue el detonante que impulsó el crecimiento de los cultivos de cítricos y frutas en todo el levante español.
  • Fue también un negocio para los grandes inversores por las subvenciones estatales. Pero no contribuyó al desarrollo de la siderurgia porque todo el material fue importado de Europa.
  • Por último, a los pocos años muchas líneas fueron deficitarias porque el bajo poder adquisitivo de la población campesina impedía que la demanda fuera proporcional a la oferta.

Proteccionismo en España (Siglo XIX)

España mantuvo durante todo el siglo XIX una balanza comercial deficitaria con una estructura de país poco desarrollado: exportación de materias primas e importación de productos industriales. Gran Bretaña y Francia fueron los principales clientes y abastecedores.

Para defender su economía, impuso unos aranceles altos que garantizaban el mercado nacional para el algodón catalán, la siderurgia vasca y el trigo castellano. Esta política se mantendría hasta 1960 con la única excepción del intento fallido de Espartero que provocó su caída por las protestas del textil catalán.

Constitución de 1876

Tras la proclamación de Alfonso XII como nuevo rey de España, se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes que elaboraron y aprobaron el texto en 1876.

Características

  • Incorporó algunos derechos de la de 1869 y su articulado era poco preciso por lo que permitió cambiar leyes sin cambiar la constitución.

Principios Fundamentales

  • Soberanía compartida Cortes-Corona, siguiendo los principios del liberalismo doctrinario.
  • Declaración de derechos semejante a la de 1869, pero dejando su regulación a leyes posteriores.
  • Declaración del catolicismo como religión oficial del estado.
  • Aumentó el poder del rey: ejecutivo, nombramiento y destitución de ministros, sanción y promulgación de las leyes.
  • Disminuyó el poder de las Cortes que fueron bicamerales: Senado muy conservador y elitista. El Congreso de los Diputados era electivo. La constitución no fijó el tipo de sufragio. Primero fue censitario. Desde 1890, universal masculino.

Funcionamiento del Sistema: Turno de Partidos, Caciquismo y Fraude Electoral

El engranaje político se traducía en una farsa en la que se pactó el turno de partidos mediante el caciquismo. Se trataba de que conservadores y liberales se alternaran en el control del poder. Para ello, cuando había que cambiar de partido, el rey destituía al presidente de gobierno del partido saliente, nombraba a uno del partido entrante y se convocaban elecciones que ganaba el nuevo gobernante.

Para ello hubo que edificar la estructura parapolítica integrada por: la oligarquía madrileña (transmitía las instrucciones a los gobernadores civiles), los gobernadores civiles de cada provincia (elaboraban las listas de los diputados que debían ser elegidos «encasillados»), y las oligarquías locales (caciques) compraban los votos a cambio de trabajo. El caso más extremo era el pucherazo, cuando ante el temor a un resultado adverso, las urnas se retiraban por la policía y se añadían votos falsos.

Las diferencias entre ambos partidos fueron más formales que ideológicas. Los conservadores fueron defensores del orden con nula tolerancia hacia obreros o republicanos. En 1876 se produjo la abolición de los fueros vascos. Los liberales aprobaron la ley de asociaciones que autorizó los sindicatos obreros, restablecieron el sufragio universal y el Código Civil de 1889. Otra medida importante fue la aprobación del matrimonio civil.

Revolución de 1868 y Gobierno Provisional

El descrédito del régimen de Isabel II alcanzó su esplendor en 1866 con una crisis económica y política que acentuó el descontento social y condujo a la Revolución de 1868. La crisis económica…

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