El Reinado de Alfonso XIII: Crisis y Dictadura
Panorama General del Reinado de Alfonso XIII
En 1902, Alfonso XIII fue declarado mayor de edad, poniendo fin a la regencia de María Cristina. Su reinado estuvo marcado por una permanente crisis política, agravada por la muerte de Cánovas y Sagasta, que llevó a una lucha interna por el liderazgo en los partidos dinásticos y al agotamiento del sistema canovista. A esto se sumó la violencia social y el descontento del ejército tras el desastre del 98 y el fracaso en la guerra de Marruecos.
Entre 1902 y 1909, surgieron los primeros intentos de revisionismo político, buscando cambiar el sistema desde arriba y acabar con el caciquismo y el fraude electoral. El asesinato de Cánovas impulsó a Silvela, defensor de las tesis revisionistas, al liderazgo del partido conservador. Sin embargo, su intento de acabar con la corrupción fracasó.
La Semana Trágica y sus Consecuencias
La Semana Trágica de Barcelona en 1909 aceleró la crisis. Tras la Conferencia de Algeciras en 1906, España ejercía un protectorado sobre el norte de Marruecos. Maura decidió la movilización de reservistas, provocando protestas socialistas y republicanas en Barcelona. El gobernador civil declaró el estado de guerra, desatando una ola de violencia. La represión posterior y las condenas a muerte generaron protestas que obligaron al rey a destituir a Maura.
Crisis y Dictadura de Primo de Rivera
La crisis política se agudizó en 1917, cuando diversos grupos exigieron una reforma política total y una asamblea constituyente. Dato, como respuesta, cerró las Cortes. La UGT y la CNT convocaron una huelga general que fracasó. La incapacidad del sistema para reformarse, la crisis social y la cuestión de Marruecos agravaron la situación. El Desastre de Annual en 1921, la derrota española frente a Abd-el-Krim en Marruecos, aumentó el malestar en el ejército. En este contexto, el general Primo de Rivera proclamó el estado de guerra en 1923, con el apoyo del rey, dando inicio a una dictadura.
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
En 1923, Miguel Primo de Rivera dio un golpe de estado, disolviendo las Cortes y formando un Directorio Militar. En 1925, se creó un Directorio Civil con antiguos miembros de los partidos dinásticos. En 1927, se convocó una Asamblea Nacional Consultiva para preparar un futuro régimen constitucional, pero sin éxito.
Actuaciones de la Dictadura
La dictadura se centró en la cuestión de Marruecos, logrando la paz en 1926 tras una acción conjunta con Francia. En la cuestión social, el PSOE y la UGT mantuvieron una postura expectante, mientras que la CNT se enfrentó al Directorio. La política económica, proteccionista e intervencionista, favoreció el desarrollo industrial y la paz social.
Fin de la Dictadura
Ante la falta de apoyo, Primo de Rivera dimitió en 1930. El general Berenguer asumió el gobierno, anunciando la vuelta al régimen constitucional y la convocatoria de elecciones.
La Segunda República
Causas de la Segunda República
Tras la dimisión de Primo de Rivera, la “Dictablanda” de Berenguer no logró estabilizar la situación. El Pacto de San Sebastián de 1930 unió a republicanos, socialistas y otros opositores para derrocar la monarquía. El fracaso de la sublevación de Jaca en diciembre de 1930 no detuvo el movimiento. Las elecciones municipales de abril de 1931 se convirtieron en un plebiscito contra la monarquía, lo que forzó la abdicación de Alfonso XIII y la proclamación de la Segunda República.
La Constitución de 1931
La Constitución de 1931 definió a España como una república democrática de trabajadores, con un régimen liberal y justicia social. Estableció la separación de poderes, el sufragio universal, la igualdad ante la ley y una amplia gama de derechos individuales. España se declaró un país laico y pacifista.
El Bienio Radical-Cedista (1933-1936)
La victoria de la coalición de derechas, formada por los radicales de Lerroux y la CEDA de Gil Robles, en las elecciones de 1933, dio inicio al Bienio Radical-Cedista. El gobierno de Lerroux desmanteló algunas reformas del periodo anterior, lo que provocó la Revolución de Octubre de 1934. La insurrección, que triunfó solo en Asturias, fue duramente reprimida. Escándalos financieros de Lerroux provocaron la convocatoria de nuevas elecciones en 1936.
El Frente Popular y el Camino a la Guerra
La izquierda se unió en el Frente Popular para las elecciones de 1936, obteniendo la victoria. El gobierno, presidido por Azaña, se enfrentó a una creciente polarización política y violencia. El asesinato del diputado derechista Calvo Sotelo en julio de 1936 fue el detonante para el alzamiento militar, liderado por Mola, Sanjurjo, Franco y Goded, que daría inicio a la Guerra Civil.
La Guerra Civil (1936-1939)
La Sublevación Militar
En julio de 1936, el golpe militar triunfó solo en parte del país, dando lugar a la Guerra Civil. España quedó dividida en dos zonas: la nacional, con un ejército profesional y el apoyo de Alemania e Italia, y la republicana, con el apoyo de la URSS y las Brigadas Internacionales.
Desarrollo de la Guerra
El avance nacionalista fue rápido gracias al apoyo aéreo de Alemania e Italia. La Batalla de Madrid en noviembre de 1936 marcó un punto de inflexión. La resistencia republicana impidió la caída de la capital. En 1937, los nacionales conquistaron el norte del país. Franco consolidó su liderazgo y estableció una dictadura personal. La Batalla del Ebro en 1938 supuso una derrota decisiva para la República. La ofensiva nacional sobre Cataluña en 1939 llevó a la caída de Barcelona y al fin de la guerra el 1 de abril de 1939.
Dimensión Política de la Guerra Civil
La Guerra Civil española tuvo una importante dimensión internacional. Alemania e Italia apoyaron a Franco, mientras que la URSS y las Brigadas Internacionales ayudaron a la República. Las democracias occidentales optaron por la no intervención. El Pacto de Múnich de 1938 supuso el fin de las esperanzas republicanas de apoyo internacional.
Transformaciones Sociales y Económicas del Siglo XIX
Transformaciones Sociales
El siglo XIX experimentó importantes transformaciones sociales en España. Se produjo un crecimiento moderado de la población, con movimientos migratorios y éxodo rural. La sociedad estamental dio paso a una sociedad de clases. La burguesía se consolidó como clase dominante, mientras que el movimiento obrero comenzó a desarrollarse.
Transformaciones Económicas
El siglo XIX también trajo consigo transformaciones económicas significativas. El crecimiento moderado de la población, los movimientos migratorios y el éxodo rural marcaron la demografía del período. La transición de una sociedad estamental a una sociedad de clases, con la burguesía como protagonista, y el desarrollo del movimiento obrero fueron los cambios sociales más relevantes.