Historia de España: Reyes Católicos, Carlos I, Crisis de 1640, Guerra de Independencia, Felipe V y Carlos III

Política Matrimonial de los Reyes Católicos

Los Reyes Católicos aspiraban a la unificación de los reinos de la península ibérica, incluyendo Portugal. Para lograr este objetivo, concertaron el matrimonio de sus hijas, Isabel y posteriormente María, con el rey de Portugal. María tuvo un hijo, Miguel, que de haber sobrevivido habría sido heredero de las tres coronas, pero falleció en la infancia.

Por otro lado, buscaron la alianza con Inglaterra a través del matrimonio de Catalina de Aragón con Arturo, príncipe de Gales, y tras la muerte de este, con su hermano Enrique VIII. Sin embargo, Enrique VIII repudió a Catalina por Ana Bolena y se proclamó cabeza de la Iglesia Anglicana.

El príncipe Juan, heredero de las coronas de Castilla y Aragón, contrajo matrimonio con la hija del emperador Maximiliano I de Habsburgo. La prematura muerte de Juan impidió la unión de las dos coronas en ese momento. Sin embargo, esta unión se materializaría más tarde en la figura de Carlos I de España y V de Alemania. La regencia de Castilla quedó en manos de Fernando el Católico debido a la incapacidad de Juana la Loca para gobernar. Fernando nombró heredero a Carlos I, hijo de Juana.

Esquema sucesorio:

  • Juan + Hija de Maximiliano I de Habsburgo = Felipe el Hermoso
  • Reyes Católicos = Juana la Loca
  • Juana la Loca + Felipe el Hermoso = Carlos I

Carlos I: Herencias y Objetivos de su Reinado

Carlos I heredó un vasto imperio:

  • De María de Borgoña (abuela paterna): Flandes y el Franco Condado.
  • De Maximiliano de Austria (abuelo paterno): Austria y los Países Bajos, además de los derechos al trono imperial alemán.
  • De Juana la Loca: Castilla, Navarra, los territorios americanos y las posesiones en el norte de África.
  • De Fernando el Católico (abuelo materno): Aragón, Sicilia, Nápoles y Cerdeña.

El objetivo principal de su reinado era la creación de un gran imperio católico que aglutinara a todos los países cristianos de Europa, una idea imperial que lo llevó a enfrentarse a musulmanes y luteranos. Su política fomentó el absolutismo monárquico y la orientación europea.

Política Interior de Carlos I

La política interior de Carlos I estuvo marcada por dos grandes revueltas:

  1. Revuelta de las Comunidades de Castilla: Carlos I, como monarca extranjero, desconocía el idioma y las costumbres castellanas, lo que generó un gran malestar. El pueblo no aceptó su reinado mientras Juana la Loca, aunque recluida en Tordesillas, siguiera viva. Carlos I manifestó su idea absolutista, limitando el crecimiento de la burguesía y ganándose la enemistad de sus consejeros al abusar de su poder. Los comuneros se rebelaron contra el rey, pero fueron vencidos en la batalla de Villalar en 1521. Los líderes comuneros, Juan Bravo, Francisco Maldonado y Juan de Padilla, fueron ejecutados públicamente, sometiendo a Castilla al poder de Carlos I.
  2. Guerra de las Germanías: En Mallorca y Valencia se produjo una situación similar, aunque en este caso el enfrentamiento fue entre los artesanos, que tenían gran influencia en las ciudades, y la nobleza, que no quería perder sus privilegios. Esta rebelión fue sofocada por la actuación conjunta de la Corona y la nobleza.

La Crisis de 1640

La crisis de 1640 afectó a toda Europa, provocando un estancamiento y retroceso en los países mediterráneos y Alemania. Entre las causas de esta crisis se encuentran la Guerra de los Treinta Años, la peste, la viruela, las malas cosechas, los gastos derivados de las guerras, la pérdida de población y la inflación.

Consecuencias de la Crisis en España

  • Castilla: La peste provocó una gran mortandad, que unida al éxodo rural llevó al abandono de los cultivos. Esto tuvo un efecto en cadena, con pérdidas ganaderas y finalmente la quiebra económica. Paradójicamente, la población de Madrid aumentó.
  • Aragón: Se expulsó a los moriscos. El área cantábrica sufrió menos la crisis, mientras que en el área mediterránea la población aumentó ligeramente.

Sociedad en la Crisis de 1640

  1. Aumento de los estamentos privilegiados debido a la compra de títulos nobiliarios, sobre todo de hidalgos, aunque estos también pagaban impuestos.
  2. Aumento de los impuestos en las clases sociales productivas, lo que provocó quiebras y un aumento del número de pobres.
  3. Aumento del bandolerismo en las zonas montañosas.
  4. Muchos moriscos expulsados se convirtieron en bandoleros y piratas, dejando de pagar impuestos como ciudadanos españoles, lo que ocasionó grandes pérdidas a los privilegiados, ya que la mayoría de los moriscos eran agricultores.
  5. Aumento del clero sin vocación, ya que era una forma de evitar el pago de impuestos y el hambre.

Otros efectos de la Crisis

  • Grandes pérdidas en el sector primario.
  • Extensión del cultivo del maíz en el norte.
  • Ganaderos y comerciantes refuerzan sus gremios ante la competencia extranjera.
  • Especialización en la trilogía mediterránea (vid, olivo, trigo).
  • Creación de medianas propiedades y latifundios por parte del clero y la nobleza.
  • Las Guerras de Flandes provocaron una elevada pérdida económica y humana.
  • La Corte incrementó sus gastos para demostrar su poderío.
  • Se acuñó la moneda del vellón, que perdió su valor metálico, lo que contribuyó a la inflación.

Política Interior durante la Crisis

La crisis se manifestó en una serie de tensiones y rebeliones:

  • Cataluña: Se produjeron tensiones entre Cataluña y el gobierno monárquico, ya que este último quería reclutar jóvenes para su ejército. Lo que comenzó como un enfrentamiento entre campesinos y funcionarios terminó con el envío de un ejército real a Cataluña, que se proclamó república bajo la protección francesa.
  • Portugal: Portugal buscaba la independencia, ya que no le interesaban los problemas políticos y económicos de España. Se rebeló simultáneamente con Cataluña, proclamando rey al duque de Braganza.
  • Andalucía: El duque de Medina Sidonia, hermano de una princesa de la casa de Braganza, intentó sin éxito crear un reino andaluz.
  • Aragón: También hubo un levantamiento, pero fracasó.
  • Nápoles y Sicilia: Se produjeron sublevaciones debido al elevado precio de los alimentos.

En conclusión, se produjeron rebeliones generalizadas por toda España, apoyadas por potencias extranjeras.

La Guerra de Independencia (1808-1814)

El 2 de mayo de 1808 estalló la Guerra de Independencia en Madrid. Las tropas francesas recibieron la orden de trasladar a los miembros de la Familia Real a Francia. Los madrileños se opusieron y atacaron a los franceses, quienes, al mando del general Murat, reprimieron la agresión y fusilaron a numerosos madrileños. El pueblo prefería a los Borbones antes que a los franceses. El alcalde de Móstoles declaró la guerra a Francia ese mismo año.

Consecuencias Inmediatas

  1. Creación en toda España de juntas locales y provinciales, dirigidas por una Junta Suprema Central, que representaba a la monarquía ausente.
  2. Inglaterra ayudó a España con tropas al mando del duque de Wellington. El ejército español era inferior en número al francés, pero el pueblo luchó en una guerra de guerrillas, armados con todo tipo de armas, repeliendo las agresiones francesas.

Fases de la Guerra

  1. Avance francés (1808): Los franceses avanzaron de norte a sur, tomando Madrid el 2 de mayo. Continuaron hacia Andalucía, pero, al no conocer el terreno, fueron hostigados por guerrilleros y parte del ejército español al mando del general Castaños, que venció a las tropas francesas en la batalla de Bailén (primer fracaso de Napoleón). José I abandonó Madrid, pero Napoleón llegó con nuevas tropas y lo reinstauró en el trono.
  2. Sitio de Zaragoza: Zaragoza fue un punto clave en la Guerra de Independencia, ya que resistió a los franceses durante dos años, dirigida por el general Palafox, con la ayuda de Agustina de Aragón.
  3. Sitio de Gerona: Gerona, al igual que Zaragoza, fue clave en la guerra. El general Álvarez de Castro la defendió hasta que se rindieron por hambre, peste y la alta mortalidad.
  4. Contraofensiva francesa (1809-1812): Los franceses se reorganizaron y derrotaron a los españoles en la batalla de Uclés. Consiguieron la rendición de Zaragoza y Gerona e invadieron Andalucía (excepto Cádiz).
  5. Ofensiva hispano-inglesa (1812-1814): El duque de Wellington venció a los franceses en Ciudad Rodrigo y en la batalla de Arapiles. José I abandonó Madrid y los franceses fueron finalmente derrotados en las batallas de Vitoria y San Marcial.

Consecuencias Políticas: Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

La Junta Suprema Central coordinó las juntas locales y provinciales. Estaba presidida por el conde de Floridablanca, primero en Aranjuez y posteriormente en Sevilla y Cádiz. Se propuso crear una constitución para sustituir a la napoleónica. En este proceso, se enfrentaron dos facciones:

  1. Jovellanistas: Más radicales, defendían que la soberanía residía en el rey y las Cortes conjuntamente.
  2. Liberales: Influenciados por la Revolución Francesa, querían una constitución más liberal.

La Regencia fue el órgano supremo del gobierno hasta el regreso de Fernando VII. Se convocaron las Cortes de Cádiz en 1810 y en 1812 se promulgó la Constitución de Cádiz, conocida como»La Pep». Al igual que la Constitución Revolucionaria Francesa, intentaba eliminar la sociedad estamental y el Antiguo Régimen. Establecía la división de poderes (judicial, legislativo y ejecutivo), abolía los privilegios del régimen señorial e intentaba una desamortización eclesiástica. Se afirmaba que la soberanía residía en el pueblo, al que correspondía el derecho de establecer y cambiar las leyes. Se reconocía la soberanía nacional, compartida entre el rey y las Cortes, que podían hacer leyes pero no modificarlas (excepto las Cortes Constituyentes). Se establecía un Estado confesional católico y el sufragio universal indirecto. También se reconocía una libertad de prensa moderada.

Felipe V: El Primer Borbón

Política Exterior de Felipe V

Felipe V contrajo matrimonio en segundas nupcias con Isabel de Farnesio, de origen italiano. Su primer ministro, el cardenal Alberoni, también era italiano. La política exterior se orientó a la recuperación de los territorios italianos perdidos en la Paz de Utrecht, además de Gibraltar y Menorca. Se formó la Cuádruple Alianza (Gran Bretaña, Holanda, Francia y Austria) para oponerse a España, logrando sus objetivos en parte. Posteriormente, otro ministro consiguió algunos territorios mediante los Pactos de Familia con Francia:

  • Primer Pacto de Familia: Se recuperan Nápoles y Sicilia para el hijo mayor, Carlos.
  • Segundo Pacto de Familia: El ducado de Parma pasa a otro hijo de Felipe V, Felipe.

Las consecuencias de esta política no fueron del todo beneficiosas para España, ya que solo se consiguieron logros parciales, aunque se aseguró el trono a los hijos del rey. No se logró conquistar Menorca ni Gibraltar debido al poderío de Gran Bretaña.

Política Interior de Felipe V

Felipe V instauró un gobierno centralista, concentrando todos los poderes en la figura del rey. El Estado se dividió en provincias, gobernadas por un capitán general, intendentes y audiencias. Promulgó los Decretos de Nueva Planta (1707), que reorganizaban el Estado y suprimían los fueros de Aragón, Valencia, Mallorca y Cataluña. Se conservaron los fueros vascos y navarros, como recompensa por su apoyo durante la Guerra de Sucesión.

Felipe V instauró el despotismo ilustrado en España «Todo para el pueblo, pero sin el puebl»). Mejoró el bienestar del pueblo con la construcción de grandes monumentos, el fomento de la cultura y el embellecimiento de las ciudades. La capital de su Estado centralista fue Madrid, donde se tomaban las decisiones políticas. Construyó el Palacio Real de Madrid y el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso.

Carlos III: Reformismo Ilustrado

Política Interior de Carlos III

Carlos III, tercer hijo de Felipe V, había sido rey de Nápoles durante 25 años antes de acceder al trono español. Impuso la modernización y el embellecimiento de Madrid, haciéndola más moderna e higiénica. Su política interior se caracterizó por el reformismo, a través de ministros como el marqués de Esquilache, Campomanes y el conde de Floridablanca. Entre sus medidas destacan la colonización de Sierra Morena, la creación del precedente del Banco de España y la liberalización del comercio americano. Intervino en las decisiones de la Inquisición, recortando su poder, al igual que el de la Iglesia.

Se produjo el Motín de Esquilache debido a sus medidas reformistas, que provocaron la subida de los precios de alimentos básicos como el pan, debido a las malas cosechas. Además, prohibió a los españoles usar la capa larga y el sombrero de ala ancha para evitar que se ocultasen y así prevenir crímenes. El rey aprovechó el motín para expulsar a los jesuitas, acusados de conspirar contra él y de difundir ideas revolucionarias entre el pueblo.

Política Exterior de Carlos III

Carlos III firmó el Tercer Pacto de Familia, que implicaba el apoyo a Francia para la conservación del imperio colonial en América, amenazado por los ingleses. España participó en la Guerra de los Siete Años (Francia, Austria y España contra Gran Bretaña y Prusia). Mediante la Paz de París, Francia cedió un territorio a España y perdió casi todo su imperio colonial a manos de Gran Bretaña. Participó en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, apoyando a Francia y a los revolucionarios americanos contra Gran Bretaña. Con la Paz de Versalles, España recuperó Florida y Menorca, pero no Gibraltar.

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