Historia de la Península Ibérica
Pueblos Prerromanos
En el siglo V a.C., la Península Ibérica se divide en dos zonas culturales diferentes: Celtas e Íberos.
Los Íberos
Situados en la costa, se trata de un conjunto de pueblos que surgen como consecuencia de los cambios que se producen por la influencia industrial de los colonizadores mediterráneos. Su economía se basa en la agricultura, ganadería, cerámica, metalurgia, minería y el comercio exterior. Utilizan la moneda. Su estructura social se jerarquiza en poblados amurallados. Conocen la escritura.
Los Celtas
Situados al norte y el centro de la Península Ibérica, la influencia indoeuropea es muy clara. Menos evolucionados que los íberos, tienen una agricultura pobre, viven en organización tribal y no conocen la escritura.
Hispania Romana (S. III a.C. – S. V)
La conquista fue muy larga y complicada. Se inició en el 218 a.C. en Empuries y no acaba hasta el 19 a.C. (La conquista de las Islas Baleares tuvo lugar en el 123 a.C. por Quinto Cecilio Metelo). Se divide en tres fases:
- Fase inicial (218 a.C. – 202 a.C.): Se inicia en el marco de la Segunda Guerra Púnica. Los romanos expulsaron a los cartagineses de la costa mediterránea.
- Guerras contra los pueblos de la meseta (154 a.C. – 133 a.C.): Conflicto largo por la resistencia de lusitanos y celtíberos.
- Ocupación del norte (29 a.C. – 19 a.C.): Sometimiento de los cántabros y astures en tiempos de Augusto.
Desde el punto de vista político, se organiza en provincias. Desde el punto de vista económico, se basaba en una economía agraria en latifundios, la propiedad de la tierra y el uso de la mano de obra esclava. El comercio, favorecido por la red de calzadas, floreció. La romanización se trata de introducir los elementos culturales romanos: la lengua, el derecho, la religión, el arte… La introducción del latín fue lenta.
La crisis del fin de siglo: El Imperio Romano entra en crisis por problemas fiscales, se debilita el sistema esclavista y fue el final de las grandes conquistas. Las invasiones de los pueblos germánicos crean una fuerte ruralización, lo que provoca el colapso del comercio con el resto del mundo romano. Se formaron revueltas de campesinos. Hispania vuelve a un régimen de autosuficiencia, desaparece la economía monetaria y surge el desarrollo del cristianismo.
Reino Visigodo (507-711)
Con la crisis del Imperio Romano (Roma cae en el 476), durante los siglos III-IV se producen en la Península Ibérica invasiones de pueblos germánicos, que saquean la Península Ibérica y reparten zonas de influencia. Para hacer frente a esta situación, el Estado Romano pacta con los visigodos (pueblo germánico ya romanizado). Entre el 416 y el 476, los visigodos expulsan de la Península Ibérica a alanos y vándalos. En el 507, los visigodos son derrotados por los francos en la batalla de Vouillé, donde habían fundado el reino de Tolosa. Entonces, los visigodos se desplazan al sur y se extienden progresivamente por el conjunto de la Península Ibérica.
Desde el 507, en la Península Ibérica se imponen los visigodos, que establecen una monarquía con capital en Toledo. Controlan gran parte de la Península Ibérica llevando a cabo una uniformización territorial, política y jurídica. Se produce una ruralización, con una economía basada en la agricultura y la ganadería y un escaso comercio. Decae la minería. Con Recaredo (586-601), se convierten al catolicismo. La monarquía, a veces hereditaria, sufre una gran inestabilidad política. Leovigildo (568-586) establece la igualdad entre hispanorromanos y visigodos. Las principales instituciones son los Concilios de Toledo. Tenían una sociedad jerarquizada: el poder y la riqueza estaban en manos de la nobleza. La cultura estaba marcada por la influencia romana y el uso del latín. Desde finales del siglo VII, la crisis del reino visigodo, agravada por la peste bubónica, culmina con la irrupción de los musulmanes, que los derrotan en la batalla de Guadalete (711) e inician la ocupación de la Península Ibérica.
España Musulmana (711-1492)
Ante los conflictos internos de los visigodos, en el 711 los musulmanes invaden la Península Ibérica. Atraviesan el Estrecho de Gibraltar y derrotan al último rey visigodo, Rodrigo, en la batalla de Guadalete. La conquista es rápida: en el 718, casi toda la península está conquistada gracias a las anteriores calzadas romanas y la débil resistencia visigoda. Se distinguen varias etapas:
- Emirato dependiente de Damasco (714-755)
- Emirato independiente (755-912)
- Califato de Córdoba (912-1036)
- Reinos de Taifas (S. XI): El califato se divide en pequeños reinos que conocen un gran desarrollo comercial y cultural, pero sufren una gran inestabilidad política y pagan parias a los monarcas cristianos.
- Almorávides (1086-1140)
- Segundos Reinos de Taifas (1140-1212)
- Almohades (1147-1195)
- Reino de Granada (1238-1492): Cae en 1492 por la conquista de los Reyes Católicos.
La economía se caracteriza por un desarrollo agrícola, artesanal y comercial, con abundante circulación de moneda. Existe una notable pluralidad étnica y religiosa. Se toleraban otras religiones, pero la conversión al Islam implicaba diversas ventajas fiscales.