La Segunda República Española (1931-1936)
La Segunda República (1931-1936) fue una etapa muy significativa en la historia de la España del siglo XX. Constituyó un intento de modernización política y trató de adecuar su marco legislativo e institucional a los acelerados cambios sociales y económicos.
1. Gobierno Provisional (1931)
Tras la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931, se formó un Gobierno cuyos grupos políticos estaban divididos en:
- Antiguos monárquicos (Niceto Alcalá-Zamora y Miguel Maura).
- Republicanos moderados (Diego Martínez Barrio y Alejandro Lerroux).
- Republicanos intelectuales (Manuel Azaña).
- Nacionalistas moderados.
- Socialistas (Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto).
La principal tarea fue convocar elecciones a Cortes constituyentes. La Constitución de 1931 fue proclamada con las siguientes características:
- La soberanía era del “pueblo”.
- La prioridad la tenía el poder legislativo unicameral.
- Las Cortes y las corporaciones municipales eran elegidos por sufragio universal masculino. En 1933 se permitió votar a las mujeres.
- El presidente de la República era designado de forma indirecta.
- Se consideraba la aprobación de estatutos de autonomía para las regiones.
- Se limitaba el derecho de propiedad privada.
- Se establecía la separación entre Iglesia y Estado.
2. Bienio Reformista (1931-1933)
En esta etapa, el Gobierno provisional dio dos importantes cambios que inclinaron la política hacia el centro-izquierda. Alcalá-Zamora fue nombrado presidente de la República (1931-1936) y Azaña asumió la presidencia del Gobierno (hasta 1933). De las reformas que se llevaron a cabo, destacamos:
- Reforma de la Ley Agraria: Pretendía redistribuir la propiedad agraria. Aprobada en 1932.
- Reformas laborales: Promovidas por Largo Caballero. Las principales medidas fueron la Ley de Contratos de Trabajo y la Ley de Jurados Mixtos, que creaba instituciones para buscar soluciones a los conflictos laborales.
- Reforzar la autoridad del Estado republicano frente al Ejército: Las reformas militares, promovidas por Azaña, pretendían lograr la fidelidad de los militares a la República.
- Separar Estado e Iglesia.
- Reforma educativa: La reforma educativa de la II República estuvo marcada por la influencia de la Institución Libre de Enseñanza, cuyo objetivo fue crear un sistema educativo unificado, público, laico y gratuito.
- El problema de los nacionalismos periféricos: Se puso de manifiesto el 14 de abril de 1931 cuando Francesc Macià proclamó la república catalana dentro de una Federación Ibérica. Finalmente aceptó plegarse al Gobierno de Madrid y acatar la Constitución a cambio de obtener un gobierno autonómico o Generalitat de Cataluña.
Durante su Gobierno, Azaña se enfrentó a diversos problemas:
- La oposición al régimen republicano, encabezada por José Sanjurjo, que dio un golpe de Estado en agosto de 1932, que no tuvo mucho éxito.
- En el seno de la CNT existía una porción, representada por Ángel Pestaña, partidaria de un sindicalismo apolítico respetuoso con la legalidad republicana.
El Gobierno presidido por Azaña tenía problemas para mantener una mayoría parlamentaria favorable. Finalmente, Alcalá-Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones en noviembre de 1933.
3. Bienio Derechista (1933-1936)
Las elecciones celebradas en 1933 dieron el triunfo a las candidaturas del centro y derecha, comenzando así un nuevo periodo republicano. Los rasgos principales son:
- Dificultad para formar gobiernos estables debido a que la CEDA no se declaraba republicana y se mostraba confusa con respecto al régimen.
- Los gobiernos se dedicaron a frenar las medidas del bienio anterior.
- El desarrollo autonómico cayó en el olvido.
- Los intentos de realizar reformas originales fracasaron.
Las consecuencias de la Revolución de octubre fueron graves y podemos destacar:
- Las reacciones de la derecha antiliberal, que vieron la confirmación de que el movimiento obrero tenía como objetivo la revolución.
- Las organizaciones obreras sufrieron una dura represión, donde muchos trabajadores quedaron sin trabajo.
- La indignación que generó esta represión contribuyó a acercar las posturas de centroizquierda.
Los radicales que apoyaban al Gobierno se enfrentaron a dos problemas: una división interna y, más tarde, una serie de escándalos de corrupción. En enero de 1936 firmaron el Pacto del Frente Popular. Este constituyó una plataforma electoral con un programa mínimo y escasamente revolucionario: defendía la amnistía, el restablecimiento de la Constitución de 1931, la recuperación de la legislación del primer bienio y la aceleración de la reforma agraria y educativa. En febrero de 1936, las elecciones dieron la victoria a los candidatos del Frente Popular.
4. El Gobierno del Frente Popular (1936)
Entre febrero y julio de 1936 se produjo lo siguiente:
- Se formaron gobiernos exclusivamente republicanos, dirigidos por Azaña y Santiago Casares Quiroga.
- Los socialistas no participaron.
- El PCE opinaba que la defensa de la República y la democracia era prioritaria, aumentando su influencia en la vida política y social española.
- Las decisiones más importantes fueron el permiso de una amnistía, la readmisión de los trabajadores represaliados y el restablecimiento del Estatuto de Cataluña y la Generalitat. Se procedió también a restaurar el programa del Bienio Reformista.
- Los militares fueron alejados de los centros de poder, reanudando la conspiración.
- El movimiento sindical se lanzó a una ofensiva encabezada por la CNT y la UGT. Se produjeron muchas huelgas agrarias.
- Destacó también la oleada huelguística en Madrid y el paro en la construcción. En general, la izquierda obrera adoptó una posición revolucionaria y la derecha una provocadora y conspiradora.
- Se incrementó el terrorismo con una serie de atentados, perpetrados por falangistas, con la intención de desestabilizar el régimen. Muchos militantes de izquierdas se tomaron la justicia por su mano.
5. Fin de la II República
El 12 de julio era asesinado por extremistas de derecha un oficial de la Guardia de Asalto, el teniente José del Castillo. La respuesta llegó con el asesinato de José Calvo Sotelo por miembros de las fuerzas de seguridad. El gobierno de Casares Quiroga, que no había decidido tomar medidas, vio como el 17 de julio de 1936 el ejército de Marruecos iniciaba la rebelión contra el gobierno de la República. El triunfo parcial del golpe desencadenó la Guerra Civil.