El Régimen Franquista (1939-59)
Fundamentos ideológicos y bases sociales. Las instituciones:
El régimen se caracterizó desde sus orígenes por una rotunda centralización del poder en la figura de Franco. Todas las instituciones y miembros eran subordinados por el caudillo. El régimen también tuvo una serie de componentes ideológicos. En primer lugar, el anticomunismo, para los vencedores, en realidad, comunistas eran todos los llamados ‘rojos’, lo que incluía desde la extrema izquierda revolucionaria hasta la burguesía democrática por moderada que fuera. En segundo lugar, el antiparlamentarismo, la democracia parlamentaria se identificaba con lo antiespañol y con el marxismo. En tercer lugar, la dictadura se identificó plenamente con el catolicismo, hasta el punto de generalizar el término nacionalcatolicismo. La cuarta fue el tradicionalismo, el régimen exaltó los símbolos y la historia de los Austrias, fundamentó las raíces históricas. En contraposición, la propaganda franquista calificó la autonomía de las regiones como antiespañola. Todo nacionalista que no fuera español quedó descalificado y perseguido, se prohibió el uso de cualquier lengua que no fuera el castellano. El régimen fue militarismo, la vida cotidiana se llenó de desfiles, símbolos, uniformes inspirados en el fascismo y nazismo. La dictadura devolvió a la oligarquía terrateniente y financiera su hegemonía. El régimen contó con el apoyo de las clases medias rurales, por el contrario entre los jornaleros y el proletariado industrial la dictadura apenas estuvo respaldada.
Represión guerrilla y exilio
Durante toda la época de los 40, se mantuvo la represión que se visualizó con la persecución de todo lo republicano, campos de concentración, los jefes de Falange eran los encargados de denunciar a los rojos. Se calcula que desaparecieron entre 150.000 y 200.000 personas durante esta etapa. Respecto a los exiliados, la mayoría se fue a Francia o a México. Aunque los exiliados en Francia se encontraron con los nazis, muchos serán capturados y devueltos a Franco y otros se alistaron en el ejército aliado. También hubo muchos comunistas que consiguieron llegar a la URSS pero tenían que combatir en el ejército rojo.
A partir de 1945, el Partido Comunista irá renunciando a este tipo de lucha, acción de la guerrilla muy limitada que será sustituida por una lucha propagandística. Tras los 50 comienzan las primeras respuestas al régimen a través de manifestaciones y huelgas, sobre todo en el País Vasco, Barcelona y Asturias, también comienzan las protestas en universidades.
Coyuntura internacional
La política está determinada por la coyuntura internacional, la guerra civil termina en abril y en junio comienza la Segunda Guerra Mundial. Cuando se inicia el franquismo, la situación es de neutralidad, España no participa en la guerra mundial, pero esto durará poco, ya que los alemanes van a presionar a Franco para que participe. Franco nombra ministro a Serrano Suárez y aunque no entra directamente en la guerra, permitirá a Alemania ciertas ayudas y compensaciones territoriales en África. Este periodo de colaboración dura hasta finales del 41. A partir del 42 empieza a caer, Alemania intenta invadir Rusia, y en Stalingrado tendrá lugar su primera caída. Aunque Franco en un principio se negaba a participar en la guerra por el estado en el que estaba España tras la guerra civil, Hitler presionó a Franco y este cedió y dejó a Hitler varias explotaciones minerales y los cascos azules. Finaliza la guerra y a pesar del cambio de postura de Francia, a última hora comienza el bloque internacional, llevado a cabo por los aliados. El bloque internacional llega a afectar incluso el Plan Marshall excepto a España, que no llega ya que está aislada parcialmente, a partir de 47 la situación cambia.
La autarquía económica
En el 39 España era un país arruinado demográfica y económicamente y la mayoría de la población padecía hambre. Las autoridades optaron por un régimen de autarquía económica e intervención del estado, en modelo al admirado fascismo italiano. Una serie de decretos implantó un sistema intervencionista, se fijaron precios y se obligó a entregar al estado todo excedente de cosecha. Se fundó el INI para privilegiar a los sectores acordes con las prioridades del régimen. Pero los dirigentes franquistas carecían de objetivos económicos claros. Las consecuencias fueron nefastas, las cosechas eran muy pobres y los índices de producción industrial permanecían hundidos, el mercado negro y la corrupción se extendieron. En los años 50 llegó el fin de la autarquía, se produjo un cambio en la política económica, se decretó una liberalización parcial de precios, comercio y circulación de mercancías, esto permitió terminar con el racionamiento y se inició una expansión económica contribuida por las ayudas estadounidenses.
El Régimen Franquista (1959-75)
Consolidación del régimen
En los años 50 comienzan los movimientos revolucionarios contra el régimen lo que supuso la entrada de ministros no falangistas. En 1958 se publica la Ley de Principios del Movimiento Nacional que quería dejar claro hasta dónde podían llegar los cambios, nada de sufragio universal, ni partidos políticos, sindicatos o intentos de autonomía. En estos años comienza también por primera vez cierta oposición dentro de la iglesia, año 59, el Papa llega al Vaticano, será el promotor del Concilio Vaticano Segundo, fue uno de los papas más progresistas.
El cuadro de la oposición era muy complejo, aparecían el sector monárquico, que veían que el régimen no evolucionaba y tomó una posición más democrática. La Unión Española de Joaquín también un partido de Acción Democrática, la Democracia Social Cristiana de Fernando Álvarez de Miranda en 4 organizaciones políticas en la clandestinidad, sindicatos obreros y revolucionarios catalanes y vascos. Va a ser fundamental el Partido Comunista quien lleve el mayor protagonismo contra el franquismo. Los socialistas en el exilio no permitían a los españoles colaborar con los comunistas por miedo a que se les ‘absolviese’.
En febrero de 1959, es el vigésimo aniversario de la muerte de Antonio Machado, la mayoría de los intelectuales acuden a esa cita, como un acto de rebeldía contra el régimen por esa muerte en el exilio y Franco pasa del tema. En ese mismo día inaugura el Valle de los Caídos.
Los primeros años de los 60 se hacen más llevaderos, una etapa de desarrollo económico contrasta con el endurecimiento del régimen. La represión continúa y muchas voces intelectuales e incluso sacerdotes comienzan a hacer peticiones de amnistía. Aparece también ETA, surge como una escisión que defenderá la lucha armada para conseguir la democracia e independencia vasca.
Año 62, un año de gran agitación huelguística tanto de estudiantes como de obreros, el propio ministro de trabajo, Solís, responderá algunas peticiones como el aumento de salario. En este mismo año un centenar de españoles se reunía en Munich y aprobaba una declaración de libertades, el régimen respondió con enorme dureza.
Comienza la oposición al régimen y hay un episodio que va a aumentar la oposición, la imagen negativa del régimen, el caso Grimau, Grimau es un dirigente comunista, que tras ser torturado y procesado sin garantía jurídica alguna, fue ejecutado en medio de un gran escándalo internacional. A pesar de todo el régimen intentaba mejorar su imagen. En el 66 se aprobó la Ley Orgánica del Estado, en el 69 el Príncipe Juan Carlos fue nombrado sucesor de Franco ‘a título de rey’.
En los últimos años, del 69 al 75, se produce: el escándalo Matesa, una sociedad textil en la que se descubrió que había recibido dinero del estado como subvenciones, para la exportación de telares los cuales no se habían exportado. En el 73 asesinato de Carrero Blanco, por ETA, lo cual hizo que Franco endureciera el régimen. El último elemento de fuerza, el proceso de Burgos, contra 16 miembros de ETA, toda Europa se pone en pie, protestas generalizadas, toda Euskadi en huelga y Franco decide conceder el indulto lo que provocará divisiones en el ejército y Franco nombrará vicepresidente a Arias Navarro que prometerá grandes reformas pero se verán abolidas, por la ejecución del anarquista Salvador Puig, y por la homilía de un obispo en Bilbao que provocará una tempestad entre iglesia y estado.
En el 75 comienza su enfermedad y Juan Carlos comienza a sustituirlo, los últimos meses quedan marcados por un episodio internacional, la famosa mancha verde, En noviembre muere Franco.
La Transición Democrática
El inmovilismo y la ruptura democrática
Tras la muerte de Franco a los dos días es coronado Juan Carlos I, había dos facciones, inmovilistas que no querían abrirse a la democracia y aperturistas.
Sin embargo, la iglesia en boca de su máximo representante el Obispo Tarancón, soltará una homilía en la que hace una proclama a favor de la democracia, lo que provocará la ira de los sectores inmovilistas.
Se crea el Partido Democrático Católico de Ruiz Jiménez, Gil Robles aparece defendiendo la idea de ir hacia la democracia, los monárquicos que apoyan a Don Juan Conde de Barcelona, también aparece de nuevo el PSOE, que en 1974 celebra su congreso y surge un nuevo líder Felipe González.
El PSOE tenía escasa influencia. El PCE dirigido por Santiago Carrillo y una serie de partidos de extrema izquierda que tenían influencia únicamente en la universidad.
El PSOE creará la plataforma de convergencia democrática, se integran grupos y no personalidades aisladas, como la izquierda democrática de Ruiz Jiménez, el PNV, UGT.
Reforma democrática
El 4 de Julio, el Rey nombra presidente del gobierno a Adolfo Suárez y contra todo pronóstico comienza a impulsar ‘la ley para la reforma política’ (texto breve en el que se afirmaba la democracia y el principio de soberanía popular, se entregaba a las cortes el poder legislativo y se establecía un sistema bicameral), comenzaba el final del franquismo. En septiembre del ’76, Suárez se dirigió al país para presentar el proyecto de ley para la reforma política que iba a ser la pieza clave de la transición legal hacia la democracia, este había sido redactado por el presidente de las cortes.
La marcha de los acontecimientos hizo aumentar la irritación entre los inmovilistas, sobre todo en las fuerzas armadas. En noviembre esta ley fue aprobada por las cortes. Esta ley establece la constitución de unas cortes bicamerales, cortes constituyentes elegidas por sufragio universal, las cortes franquistas la aprueban.
El referéndum de diciembre del ’76, la campaña se desarrolló en un clima de agitación política, el PSOE celebró su aniversario de congreso en Madrid, la rueda de prensa de Carrillo, secuestro del presidente del consejo de estado, etc.
A partir de este momento el gobierno de Suárez da luz verde a unas medidas que era lo mínimo que exigía la oposición, legalización de los partidos políticos, disolución del tribunal de orden público, autorización para la reunión de partidos políticos.
Se convocan elecciones a cortes constituyentes, la victoria es para UCD, de Suárez (31% de los votos, PSOE 28.6%, PCE 9.4% y AP 8.5%)
Suárez logra firmar con los principales partidos los pactos de Moncloa, estos pactos serán fundamentales para que España salga adelante, habrá que salvar la economía española.
Constitución de 1978
Se fija el modelo de la constitución, hubo una ponencia de 7 miembros, 3 UCD, 1 PSOE, 1 PSC, 1 Minoría Catalana y 1 AP. Es una constitución de consenso, todos tuvieron que ceder. Se aprueba la constitución en octubre del 78 y en diciembre se aprueba el referéndum a favor, hubo un 83% de votantes.
En esta constitución, la declaración de derechos y deberes es muy amplia, se establece la mayoría de edad a los 18 años, se establece la libertad religiosa y se prohíbe la pena de muerte. Desde el punto de vista económico, se establecerá un marco de economía de mercado social. División de poderes muy clara y la gran novedad será la creación de comunidades autónomas que a través de los estatutos de autonomía asumirán distintas competencias.
La constitución hasta hoy solo ha tenido dos modificaciones, una cuando España se incorpora a la UE, que permitió el voto a los vecinos comunitarios en las elecciones municipales y otra fue para fijar el techo presupuestario, déficit de producción interior bruto