Tratados de Paz de Utrecht (1713-1715)
Firmados en 1713 y 1715, pusieron fin a la Guerra de Sucesión Española. Estos acuerdos beneficiaron principalmente a Gran Bretaña. Entre sus puntos más destacados se encuentran:
- El reconocimiento de Felipe V como rey de España.
- La concesión española de ventajas económico-comerciales a Gran Bretaña.
- La desintegración del imperio territorial español en Europa, con la pérdida y el reparto de sus antiguas posesiones.
Abrazo o Convenio de Vergara (1839)
Simboliza el fin de la Primera Guerra Carlista. Este convenio se firmó entre el general Espartero y Maroto. Se pactó la rendición carlista, lo que equivalía en la práctica a reconocer un resultado de empate más que una victoria carlista. También se incluyó el compromiso de respetar los fueros. La derrota y el exilio de los carlistas significaron el fin del absolutismo.
Estatuto Real de 1834
Fue una ley promulgada en España por la regente María Cristina de Borbón a modo de carta otorgada, por la que se creaban unas nuevas Cortes a medio camino entre las cortes estamentales y las modernas. En sus 50 artículos se regulaban las nuevas Cortes, estableciéndose un sistema bicameral.
Desamortización Eclesiástica de Mendizábal (1836)
Fue la solución que Mendizábal propuso para el problema de la Hacienda. Se componía de dos partes: primero, la consecución de créditos del exterior y, segundo, la expropiación de las tierras de la Iglesia. Según él, con los bienes que se obtuvieran se pagaría la deuda nacional y se obtendrían créditos extranjeros. No solo tenía una razón económica; los liberales buscaban la adquisición de simpatizantes para su partido.
Motín o Sargentada de la Granja (1836)
Tuvo lugar en 1836, durante la regencia de María Cristina de Borbón. Un grupo de sargentos de la guarnición y de la guardia real del Palacio de la Granja de San Ildefonso obligaron a María Cristina a que volviera a poner en vigor la Constitución de 1812 y a que nombrara un gobierno liberal progresista presidido por José María Calatrava, con Mendizábal de nuevo en la cartera de Hacienda.
Constitución de 1837
Se promulgó en España durante la regencia de María Cristina. Caracterizada por su brevedad, la Constitución de 1837 tiene como rasgo diferencial el contemplar la existencia de soberanía compartida entre el rey y las Cortes. Así, la monarquía queda configurada como un auténtico poder moderador. Esta constitución constituye uno de los primeros propósitos europeos de texto fundamental basado en la monarquía constitucional como eje del sistema político. Otro rasgo característico es la definición de dos cámaras: Congreso de los Diputados y Senado. El rey nombraría a sus ministros, lo que obligaba a la Corona a inclinarse por la mayoría parlamentaria. Se realizaba una amplia declaración de derechos individuales.
Constitución de 1845
Fue la norma suprema durante el reinado efectivo de Isabel II, que sustituyó a la Constitución de 1837, norma suprema durante su minoría de edad. La Constitución de 1845 estuvo vigente hasta la proclamación de la Constitución española de 1869, aunque hubo varios intentos para sustituirla en 1852 y durante el bienio progresista. Fue la expresión constitucional del doctrinarismo español. Sus principios fundamentales eran:
- Rechazo a la soberanía nacional y establecimiento de la soberanía compartida de la Corona y las Cortes.
- Amplios poderes de la Corona: poder ejecutivo, además de la facultad de nombrar ministros, disolver las Cortes y nombrar el Senado.
- Limitación del poder de las Cortes: poder legislativo.
- Confesionalidad y exclusividad de la religión católica.
- Sometimiento de los Ayuntamientos a la Administración Central.
- Supresión de la Milicia Nacional.
- Restricción de las libertades.
- Restricción del sufragio.
- Sistema bicameral con el Senado elegido por la reina.
Matanza de la Noche de San Daniel (1865)
Hace alusión a la noche del 10 de abril de 1865, en la que las fuerzas del orden reprimieron de forma sangrienta a miles de estudiantes, causando nueve muertos y un centenar de heridos.
Sublevación de los Sargentos del Cuartel de San Gil (1866)
Fue un motín contra la reina Isabel II que se produjo el 22 de junio de 1866 en Madrid bajo los auspicios de los partidos progresista y democrático, con la intención de derribar la monarquía.
Pacto de Ostende (1866)
Fue el acuerdo firmado entre demócratas y progresistas en agosto de 1866, por iniciativa del general Prim, para derribar la monarquía de Isabel II. Este pacto, al que a principios de 1868 se sumó la Unión Liberal, fue el origen de La Gloriosa, la revolución que en septiembre de 1868 depuso a la reina española.