Ideologías del siglo XIX

Anarquismo

El anarquismo parte de la base de que cualquier organización estatal está dominada por los poderosos quienes se valen de ella para mantenerse en el poder. La consecuencia lógica es que el estado debe desaparecer para evitar todo tipo de dominación. Al desaparecer el estado desaparecerá también el ejército, principal instrumento de dominación.

Una síntesis de las principales ideas anarquistas puede ser la siguiente:

  • El hombre será libre cuando lo sean todos cuantos le rodean.
  • El hombre libre no obedecerá más que a la razón.
  • La iglesia, como institución pública es otro instrumento de poder que como tal debe desaparecer.
  • Uno de los principales instrumentos de cambio social es la educación.
  • La sociedad sin estado se organizará en comunas autónomas regidas por sufragio universal en las que la propiedad será colectiva y no existirá el derecho de herencia.

Los principales teóricos del anarquismo fueron:

  • Pierre J. Proudhon (1809-1865), según él, la propiedad adquirida sin trabajo o mediante la explotación de los demás es un robo.
  • M. Bakunin (1814-1876). Formuló una doctrina más coherente con sus propósitos. Proponía la colectivización de los instrumentos de trabajo, del capital y la tierra, pero no de los frutos. Defendía la desaparición mediante la violencia de todas las instituciones estatales, eclesiásticas o económicas que serían sustituidas por comunas, formadas espontáneamente.
  • G. Sorel (1847-1922) defendía las acciones violentas y la huelga general.
  • P. Kropotkin (1842-1921), partidario del reparto de beneficios según la necesidad y no del rendimiento, porque lo contrario iría contra la armonía.

Marxismo

El marxismo toma el nombre de Karl Marx quien, junto a Friedrich Engels, a mediados del siglo XIX, calificaron el primer pensamiento socialista de utópico y elaboraron una teoría que era un programa de acción para cambiar la sociedad: el socialismo científico. Sus palabras «los filósofos no han hecho sino interpretar el mundo de maneras diferentes, pero de lo que se trata es de transformarlo» evidencian esa voluntad. Su corpus doctrinal tuvo un primer referente en el Manifiesto Comunista, publicado en Londres en vísperas de la revolución de 1848. El análisis de la realidad política y social, el estudio del capitalismo y la práctica política de Marx, en la organización de sociedades obreras, posibilitaron la elaboración de la teoría marxista. El marxismo se asienta sobre tres grandes ejes:

  • El análisis del pasado a través de la lucha de clases, es decir, del antagonismo entre opresores y oprimidos considerado el motor del desarrollo histórico.
  • La crítica del presente en función del análisis del sistema capitalista. Marx explicó en El capital que la explotación burguesa es condición inherente al capitalismo. Es decir, el trabajo del obrero genera un beneficio superior al salario que percibe (plusvalía), que permanece en manos del capitalista, quien reinvierte una parte en mejorar los medios de producción y se apropia del resto.
  • Por otra parte, la voluntad de incrementar el beneficio supone una constante innovación tecnológica para aumentar la producción pero ello lleva a constantes crisis de sobreproducción. De estas crisis salen reforzadas las grandes empresas eliminando a las más débiles.
  • La necesidad de superar este presente se asocia a un proyecto de futuro, la sociedad comunista a la que se llegaría con la toma del poder político por los trabajadores. Se abriría de esta forma una situación transitoria de dictadura del proletariado para conseguir, más tarde, la desaparición de todas las clases y construir una sociedad igualitaria.

Imperialismo europeo

El imperialismo significa la extensión del dominio de un país sobre otro. El país que conquista es la metrópoli y las colonias los conquistados. La expansión imperialista del siglo XIX tuvo nuevos protagonistas: GB y Francia fueron las potencias coloniales principales, otros países también crearon imperios (Alemania, Italia y Bélgica) y otros fuera de Europa (EE.UU y Japón), España perdió sus colonias en Iberoamérica y del Pacífico. La expansión del siglo XIX fue rápida y total: en 1914 el 84% de las tierras del planeta dependían de Europa y EE.UU, se podía decir que Europa era la dueña del mundo. La rapidez de esta conquista fue por la superioridad militar de los países colonizadores.

Factores económicos tuvieron mucha importancia, las colonias se convirtieron en mercados donde no había que pagar tributos aduaneros. Eran también espacios donde invertir sus capitales, mediante construcción o mejora de obras públicas y ríos ricos en recursos naturales, que ofrecían materias primas baratas para sus industrias.

Factores políticos: las potencias conquistaron algunos lugares que eran estratégicos para controlar rutas marítimas y terrestres importantes. Esto también servía para el prestigio de un país en el mundo y fortalecer el orgullo nacional entre sus habitantes.

Factores demográficos: en países occidentales, la población creció intensamente en el siglo XIX, muchos europeos emigraron a las colonias y esto aminoró los problemas de paro y el malestar de las metrópolis.

Factores ideológicos: las ideologías racistas en Occidente en el siglo XIX, los occidentales estaban convencidos de que la raza blanca era superior y esto daba derecho a dominar a otros pueblos que consideraban inferiores. Pensaban que tenían la misión de civilizar a los demás pueblos, el ideal de civilizar a los pueblos considerados inferiores y convertirlos al cristianismo impulsó también la expansión colonial. Se fundaron misiones en África, Asia y Oceanía. La curiosidad científica, a partir de 1870, GB, Francia, EE.UU y Alemania se crearon sociedades geográficas que lanzaron a realizar expediciones científicas por todo el planeta. Una vez exploraban el territorio del país, el país explorador tenía derecho a conquistarlo y explotarlo. Por eso, podemos decir que los emigrantes, los exploradores y los misioneros, son los que transmitieron la civilización europea fuera de sus fronteras.

Socialismo utópico

Los diversos teóricos del socialismo utópico tuvieron en común las siguientes ideas:

  • Las comunidades humanas han de ser regidas por la bondad de Dios o la naturaleza.
  • La inteligencia humana es capaz de crear un orden social nuevo, diferente al promovido por el liberalismo y el capitalismo.
  • La propiedad privada debe desaparecer.
  • La sociedad ha de estar regida por la armonía (para ellos era una mezcla de amistad y de verdad).
  • El progreso social se alcanza mediante la concordia, la armonía; luego, se ha de huir de toda imposición política y de la violencia.
  • La unión de todas las clases sociales es la única forma de salvar la humanidad y de conseguir una sociedad armónica.

De entre los socialistas utópicos destacaron:

  • L. Blanc (Talleres nacionales para mitigar el paro en París)
  • Saint Simon (1760-1825) quien consideraba la industria como la principal fuente de riqueza. Proponía una sociedad tecnocrática, esto es, regida por técnicos.
  • Fourier (1772-1837), que propuso la creación de falansterios. Cada uno trabajaría en aquello en lo que estaba más capacitado.
  • Cabet (1788-1856) Las instituciones comunitarias se regirían por sufragio universal de hombres y mujeres.
  • Owen (1771-1859), que en su fábrica en Escocia suprimió el trabajo nocturno, limitó la jornada laboral a 10h, creó escuelas gratuitas, una caja de previsión social, economatos y cooperativas de crédito en los que suprimió el beneficio comercial y la moneda.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *