La Economía Mundial en Tiempos de Crisis: Consecuencias Económicas (1914-1945)
1. La Primera Guerra Mundial: Consecuencias Económicas (1914-1923)
La Primera Guerra Mundial (I GM) se inició en el verano de 1914 y terminó cuatro años y medio después. Los países contendientes fueron, por un lado, los imperios Alemán y Austro-Húngaro, Turquía y Bulgaria. Por otro lado, los aliados: Rusia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Italia, Japón, Serbia, Bélgica, Rumania, Grecia, Portugal y Montenegro.
Consecuencias materializadas durante el conflicto bélico: Los países más afectados fueron Francia, Alemania y Holanda.
Consecuencias a corto y medio plazo:
- Descentralización de la economía mundial.
- La guerra favoreció a las economías de Estados Unidos, Canadá, Argentina y Japón.
- Abandono del patrón oro al comenzar la guerra.
- Fuerte endeudamiento de los países a causa de la I GM.
Las reparaciones de Alemania se evaluaron en 33.000 millones de dólares a satisfacer en oro mediante pagos anuales. Sufrió pérdidas territoriales (Alsacia, Lorena, colonias africanas y asiáticas) y de capital físico. Alemania no podía producir y, por lo tanto, no podía exportar. Y sin exportaciones no podía recibir los ingresos que le permitieran hacer frente a sus compromisos ni importar las materias primas o los insumos necesarios para reactivar su maquinaria productiva. Ante esta situación, las autoridades alemanas decidieron aumentar la oferta monetaria (impresión de más billetes), lo que provocó inflación. A su vez, Gran Bretaña y Francia, endeudadas con Estados Unidos, tampoco podían pagar. Por ello, en 1924, Estados Unidos concedió a Alemania una línea de crédito superior a los 800 millones de dólares (Plan Dawes) a cambio de que redujera la inflación.
Los países neutrales, especialmente los europeos, crecieron mucho durante los años de la I GM, pero tenían inflación. Estados Unidos se convirtió en el país más poderoso del mundo. También salió beneficiado Japón: consiguió las colonias alemanas en Extremo Oriente.
Los imperios Alemán y Austro-Húngaro desaparecieron y nacieron Alemania, Hungría, Checoslovaquia, Polonia, Estonia, Letonia y Lituania, que tuvieron que afrontar numerosos problemas económicos como la falta de recursos y la falta de ayuda exterior.
En 1917, una revolución acabó en Rusia con la monarquía de los Romanov. Se estableció una democracia parlamentaria que desembocó en la primera experiencia socialista.
2. Los Felices Años 20 (1924-1929)
La normalización de la economía alemana a partir de 1924 benefició al conjunto de las economías capitalistas, que en el quinquenio siguiente ofrecieron elevadas tasas de crecimiento, especialmente en Estados Unidos.
Gran Bretaña: El desempleo alcanzó el 10%, la producción industrial solo representaba un 9,4% de la total mundial y las exportaciones habían caído casi un 1%.
Francia: Ofreció unas cifras más positivas debido a que puso en práctica una política económica más realista basada en la devaluación del franco y el abaratamiento del dinero.
Alemania: Se consiguió establecer la situación económica anterior a la I GM. Se controló la inflación, se redujo el desempleo y se normalizó la producción interior de bienes y servicios. Llegó capital estadounidense con la garantía de obtener una rentabilidad muy elevada.
Las economías latinoamericanas y, en general, los países exportadores de productos agrarios: Caída del precio de ese tipo de bienes, obligando a exportar.
Estados Unidos: Su agricultura sufrió las consecuencias del descenso de los precios, lo que penalizó las rentas de los agricultores y terminó reflejándose en sus niveles de consumo e inversión. En cuanto a la producción manufacturera, resultaron favorecidas las actividades intensivas en capital o en bienes de consumo duradero. Fueron los años de la gran empresa fordista. El capital fluyó tanto al exterior como a la bolsa. Ante esta situación, marcada por la extensión de la burbuja financiera y la huida de dólares al mercado europeo, la Reserva Federal aumentó los tipos de interés.
3. El Crac del 29 y la Gran Depresión (1929-1939)
Se inició en la bolsa de Nueva York a finales de octubre de 1929. Se trasladó con rapidez al sistema financiero y, más tarde, a la economía productiva estadounidense y después al resto de las economías capitalistas del mundo.
La respuesta de los gobiernos fue tardía, ineficaz y desacertada.
La situación fue grave, especialmente en Estados Unidos: depresión agraria, descenso de los precios, masiva retirada de inversiones en el exterior, crisis industrial y desempleo.
Los gobiernos europeos, asiáticos y americanos establecieron una política comercial acusadamente proteccionista que solo consiguió contraer todavía más el comercio exterior y, con él, la posibilidad de elevar el consumo a través de unos precios más competitivos.
La crisis solo comenzó a superarse cuando se abandonaron los presupuestos doctrinarios vinculados al patrón oro, lo que ocurrió a partir de 1932.
El New Deal, puesto en práctica en Estados Unidos por la nueva administración demócrata, tenía estos objetivos:
- Devolver la confianza al sistema financiero.
- Recuperar los precios anteriores.
- Aumentar el poder adquisitivo de los salarios.
- Incrementar la intervención pública en la actividad económica mediante una serie de iniciativas generadoras de empleo.
- Ampliar la cobertura social.
4. España: De la Neutralidad a la Guerra Civil
España tuvo claras ventajas durante la Primera Guerra Mundial: se enriqueció y gozó de una situación envidiable en los años 20. Se industrializó y modernizó económicamente. La economía española pudo satisfacer la demanda interna de productos manufacturados. Hubo grandes dificultades para importar materias primas, productos energéticos, maquinaria y bienes de equipo, lo que frenó el proceso de capitalización.
Con la guerra, España acumuló un superávit récord en la balanza de pagos. Los medios de pago que se recibieron en pago de los bienes y servicios exportados sirvieron para que pasaran a manos de los inversores españoles activos financieros y reales que hasta entonces pertenecían a inversores extranjeros.
Desde la firma del armisticio hasta el crac de la bolsa de Estados Unidos, la inversión creció mucho.
Pero la I GM tuvo también efectos negativos: inflación (los ingresos reales de la mayoría de las familias disminuyeron), Hacienda también tuvo inflación, y conflictividad obrera entre 1917 y 1920.
En la inmediata posguerra, hubo importaciones, caída de precios y de producción, cierre de empresas, despido de trabajadores y movilización social.
La situación económica mejoró a lo largo de la segunda mitad de la década de los años 20: el PIB creció a ritmo fuerte y la industria se expandió.
La prosperidad económica de los años 20 fue causa de diversos factores: favorable coyuntura internacional, difusión de las tecnologías de la Segunda Revolución Industrial y acumulación de ahorro.
La irrupción de la Gran Depresión en España vino precedida por la crisis política y la incapacidad de la dictadura para incorporar a España al patrón oro.