Independencia de la América Española y la Primera República en España: Causas, Desarrollo y Consecuencias

La Independencia de la América Española (1808-1824)

Causas de la Independencia

En el siglo XVIII, la América española experimentó un notable crecimiento económico. Este auge fortaleció a los criollos, burgueses descendientes de españoles, quienes se enriquecieron con el comercio, pero se veían marginados políticamente. A esta situación se sumaron:

  • Restricciones comerciales impuestas por la metrópoli.
  • Influencia de las ideas ilustradas provenientes de Francia y Estados Unidos.
  • Debilitamiento de la Marina española tras la batalla de Trafalgar.

Primeros Movimientos Independentistas (1808-1814)

Tras la invasión napoleónica de España en 1808, se formaron Juntas en América que, inicialmente, juraron lealtad a Fernando VII. Sin embargo, estas Juntas terminaron por desobedecer a la Junta Suprema Central y reclamaron su derecho al autogobierno. Durante la Guerra de la Independencia española (1808-1814), se declararon independencias en varios territorios, aunque estos movimientos fracasaron, excepto en Paraguay. Las Cortes de Cádiz reconocieron los derechos de los criollos, pero la iniciativa llegó demasiado tarde.

Consolidación de la Independencia (1814-1824)

El regreso de Fernando VII y su absolutismo impulsaron una nueva oleada emancipadora. Los líderes clave fueron:

  • José de San Martín y O’Higgins en el sur (Argentina y Chile).
  • Simón Bolívar y Sucre desde el norte (la Gran Colombia).

El intento de Morelos en México fracasó. Después de 1820, la falta de refuerzos desde España y el apoyo de Estados Unidos (Doctrina Monroe) favorecieron a los independentistas. San Martín logró la independencia de Perú y Bolívar la de Ecuador. La derrota española en Ayacucho (1824) simbolizó el fin del dominio español en América. En México, Iturbide logró la independencia, primero como imperio y luego como república.

Consecuencias de la Independencia

  • Para España: Pérdida del imperio colonial (excepto Cuba y Puerto Rico), declive como potencia mundial, crisis económica y pérdida de mercados y recursos.
  • Para las nuevas repúblicas: Fragmentación política, conflictos fronterizos, dominio criollo sobre la población indígena e influencia del Reino Unido y Estados Unidos.

La Primera República Española (1873-1874)

La Revolución «Gloriosa» y el Sexenio Democrático (1868-1873)

La Revolución «Gloriosa» de 1868 comenzó con la sublevación del almirante Topete en Cádiz, apoyado por los generales Prim y Serrano. Las tropas isabelinas fueron derrotadas en Alcolea, la reina Isabel II se exilió y se formó un Gobierno Provisional. En este contexto, comenzó la guerra de independencia en Cuba.

En 1869, las Cortes Constituyentes establecieron la monarquía parlamentaria, designaron regente a Serrano y a Prim como jefe de gobierno, con el encargo de buscar un rey. Amadeo de Saboya fue elegido y proclamado rey a finales de 1870. Sin embargo, enfrentó la oposición de republicanos, monárquicos, parte de la aristocracia y el pueblo, además de la tercera guerra carlista, la guerra en Cuba y la agitación social. Amadeo I renunció al trono en 1873.

La Primera República (1873-1874)

Tras la abdicación de Amadeo, las Cortes proclamaron la República. Los presidentes fueron:

  1. Estanislao Figueras: Enfrentó la división entre centralistas y federalistas.
  2. Pi y Margall: Ganaron los federalistas en las elecciones de 1873, pero el movimiento cantonalista (declaración de autonomía de regiones y ciudades) generó gran inestabilidad.
  3. Nicolás Salmerón: Intentó sofocar las revueltas cantonales, pero dimitió al negarse a firmar penas de muerte.
  4. Emilio Castelar: Dio un giro autoritario, suspendiendo las Cortes.

Al reabrirse las Cortes, el gobierno de Castelar cayó. El general Pavía dio un golpe de Estado, disolvió las Cortes y entregó el poder a Serrano, quien gobernó de forma autoritaria.

Fin de la República y Restauración Borbónica

El primer intento democratizador en España fracasó. Cánovas del Castillo impulsó el retorno de la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII, hijo de Isabel II. El general Martínez Campos se pronunció en Sagunto el 29 de diciembre de 1874, proclamando rey a Alfonso XII. Así comenzó la Restauración.

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