La Industrialización en el País Vasco: Un Proceso Desigual
La industrialización vasca, iniciada alrededor de 1860 en Bizkaia, experimentó un retraso debido a factores económicos, sociales y políticos. Predominó el sector siderúrgico, impulsado por la industria del hierro. La estructura económica dependía del mercado español y la mano de obra, en gran medida, provenía de fuera del País Vasco.
Modernización Industrial: Convivencia entre Tradición y Progreso
Se intentó modernizar la industria, coexistiendo durante años la industria tradicional y la moderna. En Bizkaia, Santa María de Bolueta fue la primera siderurgia integral y la primera sociedad anónima vasca, aunque no alcanzaba el tamaño ni la tecnología de las europeas. En 1855, en la desembocadura del Galindo, se creó la fundación Nuestra Señora del Carmen, una ferrería modernizada y una gran fábrica con una capacidad superior y un equipamiento complejo, que producía material ferroviario y construía buques de hierro, entre otras cosas.
Las primeras industrias en Gipuzkoa fueron la textil y la papelera. Destaca la creación de la primera fábrica de papel en Tolosa, así como la fábrica de boinas y fábricas textiles en Bergara, Andoain y Billabona.
Desarrollo Industrial en Bizkaia: Factores Clave y Sectores Impulsores
El desarrollo de la industrialización se consolidó tras la última guerra carlista. La industrialización estuvo condicionada por varios factores:
- Localización estratégica: El País Vasco servía de enlace entre la península y Europa, lo que requería buenos puertos cerca de la zona minera.
- Calidad del hierro: El hierro de las minas era de alta calidad, muy demandado por compañías extranjeras. La exportación de hierro permitía la importación de carbón mineral inglés.
- Procedimiento Bessemer: Permitió obtener acero a menor coste y en mayor cantidad.
- Ferrocarril de Triano: Contribuyó a mejorar el desarrollo.
Aunque la industrialización en Bizkaia se centró en la siderurgia, también fueron importantes el ferrocarril, la construcción naval y la banca. La siderurgia estaba vinculada a la explotación minera de Triano-Somorrostro. La industria naviera se benefició del negocio de la exportación de hierro y la importación de carbón. En la banca, el Banco Bilbao se encargó de crear el sistema financiero vasco (posteriormente se fusionaría con el Banco de Comercio). Se crearon los astilleros del Nervión, que construían barcos para la armada española.
Consolidación del Nuevo Modelo Industrial: Crecimiento y Diversificación
Sobre la base industrial creada en el periodo anterior, se consolidó el sistema industrial, que creció aumentando la productividad y diversificando los sectores, incluyendo el químico y el eléctrico. Como consecuencia, creció el capital vizcaíno y se comenzó a construir fábricas y a expandir la industria por toda España. En 1901, se fusionaron las dos grandes siderurgias, Altos Hornos de Bilbao y La Vizcaya con Iberia, creándose Altos Hornos de Vizcaya, que se aseguró el monopolio, lo que le permitió mejorar sus instalaciones.
Desarrollo Industrial en Gipuzkoa: Un Camino Diferente
El desarrollo industrial en Gipuzkoa fue diferente al de Bizkaia: más lento, más disperso y con mayor diversidad de industrias (textil, mueble, papel, alimentación, entre otras), y con menor influencia de la banca. El proceso industrializador comenzó con la industria papelera, siendo uno de los más importantes, al igual que el metalúrgico, que partió de antiguas ferrerías para su renovación. En Eibar comenzó la modernización de la industria armera gracias a la introducción de la electricidad. El sector textil dejó de crecer por no poder competir con el catalán. Se crearon industrias alimentarias y de muebles. Al igual que en Bizkaia, el ferrocarril supuso una ventaja, ya que acondicionó el Puerto de Pasajes, vía de entrada de materia prima y de salida de productos manufacturados.
Hacia 1900, se aceleró el proceso de industrialización, creándose y ampliándose fábricas. La Primera Guerra Mundial favoreció la exportación de productos metalúrgicos. Esto propició la creación de tres sociedades importantes: La Papelera Española, Unión Cerrajera de Mondragón y Sociedad Española de Construcciones Metálicas. Predominaban las pequeñas y medianas empresas, pero, como se ha mencionado, durante la I Guerra Mundial, la industria obtuvo grandes beneficios al cubrir la elevada demanda del mercado, lo que llevó a una subida de precios.
Industrialización en Álava y Navarra: Un Proceso Tardío
En estas zonas, la industrialización tuvo que esperar hasta mediados del siglo XX.
Álava: Carecía de materia prima, mano de obra cualificada y capital para inversiones, además de tener poca tradición industrial. El dinero de la burguesía de Vitoria se destinaba a otras provincias o a negocios no industriales. La banca invertía en obras benéficas y en el sector agrario e inmobiliario. Las ventajas del ferrocarril solo fueron aprovechadas por la siderurgia de Araya y los vinos de La Rioja. Hasta final de siglo, con la llegada de la electricidad, no se notarían avances significativos. En Vitoria comenzaron a aparecer fábricas de espejos, mantas, curtidos, etc., pero en el resto del territorio seguía primando la agricultura.
Navarra: El modelo es similar, con predominio de la economía tradicional, el sector agrícola y el artesano. A mediados del siglo XIX, se crearon algunos sectores y se modernizaron otros, impulsados en parte por el ferrocarril. Aparecieron nuevas fábricas, como la de abono, asfalto y empresas de electricidad. A partir del siglo XX, creció la industrialización, sobre todo en las industrias agroalimentarias, los transformados metálicos, el cuero y el calzado, el cemento, las artes en madera y papel, y finalmente la química para producir abonos. A pesar de esto, la industria era débil, debido al predominio de las pequeñas empresas familiares.