4.1 LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA Y EL SISTEMA DE Utrecht. LOS PACTOS DE FAMILIA
En 1700 se produjo la muerte sin sucesión de Carlos II «el embrujado».
Dos candidatos se disputaban la sucesión a la Corona española:
El Archiduque D. Carlos de Austria y
Felipe de Anjou (a quien Carlos Il había elegido en su testamento).Se dio un conflicto tanto nacional como internacional que enfrentó al Sacro Imperio Romano-Germánico de
los Austrias–apoyado de Gran Bretaña, Portugal, Saboyá y el Reino de Aragón-, contra la corona
francesa, sus aliados italianos y el Reino de Castilla. Ambas fuerzas parecían equilibradas, sin embargo, la
muerte del emperador alemán José I de Hasburgo, inmediatamente seguido por la coronación de D. Carlos
como emperador, apresuró la firma de tratados de paz por parte de sus aliados para evitar la vuelta de la
hegemonía de los Austrias en Europa.
Se firmaron los tratados de Utrecht-Rastatt en 1713 por los que Felipe V se convirtió en el primero de la
nueva dinastía española: los Borbones. Las potencias europeas se repartieron numerosos territorios de la
Corona: al Sacro Imperio le correspondieron los Países Bajos católicos, Milán, Nápoles y Cerdeña. A
Saboyá, Sicilia. Gran Bretaña fue la más beneficiada, pues consiguió enclaves estratégicos como Gibraltar,
Menorca y Terranova, además de privilegios como el Derecho de Asiento (monopolio en el mercado de
esclavos) y el Navío de Permiso con libertad de comercio
1 vez al año con las Indias Españolas.
La política exterior de los Borbones desde ese momento tuvo como prioridad principal la recuperación de
las antiguas posesiones. Llevaron a cabo acuerdos con Francia en contra del reino de Gran Bretaña que
fueron denominados los Pactos de Familia dado el parentesco de los Borbones con la Casa Real francesa.
Con los dos primeros, durante el reinado de Felipe V, se recuperaron posesiones italianas como Nápoles,
Sicilia, Milán y el ducado de Parma. Durante el reinado de Carlos IlI «el mejor alcalde de Madrid» se firmaría
el tercer Pacto de Familia por el que se cedíó Florida a GB, Sacramento a Portugal y recibimos Luisiana.
Gracias al apoyo de la independencia norteamericana, se recuperaron Florida, Sacramento y Menorca en el
Tratado de Versalles de 1783.
4.2 LA NUEVA MONARQUÍA BORBÓNICA. LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA. MODELO DE
ESTADO Y ALCANCE DE LAS REFORMAS
Con el fin de la Guerra de Sucesión española y los tratados de Utrecht-Rastatt en 1713, Felipe V se
convirtió en el primero de la nueva dinastía española: los Borbones. Felipe instauró la monarquía absoluta
por la que el soberano ejercía un poder total sobre todo el territorio, detentando los tres poderes (ejecutivo,
legislativo y judicial) y el mando sobre el ejército por derecho divino.
Asimismo, acometíó grandes reformas:
o la Ley Sálica daba derecho preferente a los varones en la herencia.
Instauró un consejo privado o gabinete en detrimento de las Cortes, que se limitaron desde entonces
a la jura de fidelidad a los monarcas.
El sistema polisinodial de Consejos fue sustituido por las Secretarias de Estado presididas por la
Junta Suprema de Estado.
Con los Decretos de Nueva Planta (1707) establecíó una administración unificada y centralizada
que impuso las leyes e instituciones de Castilla en toda la nacíón, a excepción de Navarra y los
vascos, que conservaron sus privilegios como premio por su apoyo durante la Guerra de Sucesión.
Aragón perdíó desde entonces sus Cortes y sus fueros.
Se llevaron a cabo reformas culturales como la creación de las Reales Academias (Lengua,
Historia, Medicina Militar…)
o Asimismo, se reformó el ejército implantándose las llamadas «Quintas», un sistema de reclutamiento
de 1 entre cada 5 hombres útiles, y los Tercios Viejos fueron sustituidos por Regimientos.
La administración territorial dividíó el país en provincias dirigidas por Intendentes, que rendían
cuentas a la capital (centralización).
A Felipe V le siguieron: Luis I, que murió con 17 años tras 7 meses de reinado;
Fernando VI que realizó un catastro para llevar a cabo un estudio de las riquezas y unificar los impuestos;
Carlos Ill, apodado «el mejor alcalde de Madrid». Estos fueron monarcas absolutos que implantaron
importantes reformas en España.
4.3 LA ESPAÑA DEL Siglo XVIII. EXPANSIÓN Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS:
AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO CON AMÉRICA. CAUSAS DEL DESPEGUE ECONÓMICO
DE CATALUÑA
En cuanto a la demografía, se dio un crecimiento de la población, gracias a las medidas poblacioncitas de
la Monarquía. Esto benefició más a la periferia que al interior, y crecieron las ciudades, aunque la mayoría
prevalecíó rural. Siguieron producíéndose epidemias y crisis de subsistencia.
La agricultura y la ganadería se mantuvieron como la principal actividad económica. Existía un atraso técnico
(mantienen el barbecho y el arado romano) y aumentaron las tierras de cultivo: predominaron los cereales
de secano y el viñedo, aunque se introdujeron cultivos americanos como el maíz o la patata. Sin embargo,
la productividad de la tierra era baja, así como las inversiones. La Mesta (ganadería ovina trashumante)
siguió teniendo gran importancia por la exportación de la lana.
Los talleres artesanales estaban controlados por los gremios y la Corona creó las Reales Fábricas (de
escaso éxito) y las Indianas en Cataluña para desarrollar la industria y romper el monopolio de los gremios.
Las Indianas eran fábricas textiles que utilizaban algodón importado de las Indias. En el comercio interior se
abolíó la tasa del precio máximo del grano (que causó el motín de Esquilache en 1766) y la supresión de
aranceles internos favorecíó la integración comercial española. En cuanto al exterior, se llevaban a cabo
importaciones de Francia, GB, y Holanda. La Casa de Contratación de Indias pasó a Cádiz y se introdujeron
los «navíos de registro» al margen de la Flota de Indias, que incrementaron el comercio gaditano con América.
Asimismo, se abríó el comercio americano a todos los puertos españoles y la monarquía favorecíó la
creación de Compañias Privilegiadas de Comercio con capital privado. Sin embargo, en Hacienda no se
consiguió el equilibrio presupuestario y la Corona se vio obligada a emitir deuda pública (vales reales).
4.4 IDEAS FUNDAMENTALES DE LA ILUSTRACIÓN. EL DESPOTISMO ILUSTRADO: CARLOS IlI
La Ilustración fue un movimiento intelectual que nacíó durante el s. XVIII por parte de un sector de la
burguésía y la nobleza, los denominados «filósofos de las luces», que defendían la razón y la búsqueda del
conocimiento como base del progreso social.
En España, Carlos Ill, tras haber reinado en Nápoles y Sicilia por espacio de 20 años, fue proclamado rey
a la muerte de su medio hermano, Fernando VI. Concilió las ideas de la ilustración con la monarquía absoluta
por medio del llamado Despotismo Ilustrado («todo para el pueblo, pero sin el pueblo»).
Su reinado muestra 2 etapas:
en la primera, destacan ministros italianos como Grimaldi o Esquilache. Se abolíó la tasa del precio
máximo del grano y se establecíó un cambio de indumentaria (recorte de capas y alas de sombreros que
ocultaban armas e identidades) para evitar las pendencias). Esto provocó el Motín de Esquilache de 1766.
Los secretarios italianos fueron sustituidos por españoles,
con los que se inicia la segunda etapa del reinado con las numerosas reformas que le dieron el apodo de
«mejor alcalde de Madrid» mejoró el sistema educativo, llevó a cabo una política Regalista en lo religioso
(impuso la autoridad real)
, redujo los privilegios de la Mesta, creó las Reales Fábricas (de escaso éxito) y
las Indianas en Cataluña para desarrollar la industria y romper el monopolio de los gremios, fundó el Banco
Nacional de S. Carlos (futuro banco de España) y las Sociedades Económicas de Amigos del País. Instauró
un mercado nacional suprimiendo las aduanas interiores y liberalizando el comercio con América para
impulsar la economía.