Intentos de Modernización y la Segunda República en España

T 14 1.2. Intentos de modernización. El Regeneracionismo…

Los dos políticos más destacados de esta etapa fueron: Antonio Maura, del Partido Conservador, y José Canalejas, del Partido Liberal. Ambos ampliaron medidas reformistas, pero sin afrontar las transformaciones que España necesitaba. La primera crisis del reinado de Alfonso XIII tuvo lugar en 1905, cuando una viñeta satírica antimilitar desató la ira de algunos mandos, que presionaron y consiguieron la aprobación de la Ley de Jurisdicciones. El primer intento modernizador fue obra de Antonio Maura; su proyecto político era la Revolución desde Arriba, que buscaba impedir la revolución popular. Durante su gobierno (1907-1909) se aprobaron medidas económicas y sociales (creación del Instituto Nacional de Previsión). Se promulgó la Ley Electoral de 1907, que dificultaba el fraude político. La Semana Trágica de Barcelona truncó la labor de gobierno de Antonio Maura: los disturbios se iniciaron por el envío de reservistas al Protectorado de Marruecos. Se convocó una huelga general que derivó en una revuelta popular con sucesos muy violentos. Las autoridades declararon el estado de guerra y el ejército puso fin a la revuelta. Hubo ejecuciones (Francisco Ferrer y Guardia). Todo esto provocó la caída de Antonio Maura y el traspaso de poder a los liberales.

El nuevo gobierno liberal (1910-1912) lo presidió José Canalejas, quien suprimió los impuestos de consumo, reformó el reclutamiento por quintas y aprobó la Ley del Candado (prohibición de nuevas religiones). José Canalejas fue asesinado en Madrid por anarquistas. En la Primera Guerra Mundial, España se declaró neutral; la guerra estimuló la economía española, aunque una vez finalizada, entró en declive con cierres de fábricas y minas. En 1917 hubo tres problemas: 1º Enfrentamiento entre el gobierno y el ejército (juntas de Defensa); 2º Crisis parlamentaria en la que la oposición reclamaba las Cortes (se creó la Asamblea de Crisis, que fue disuelta); 3º Huelga general convocada por la UGT.


2.1 La dictadura de Primo de Rivera.

En 1923, Miguel Primo de Rivera proclamó la dictadura, siendo capitán general de Cataluña. Justificó su actuación como un intento regeneracionista. Hablaba de establecer una dictadura temporal para resolver los graves problemas pendientes que tenía España. El golpe de Estado fue apoyado por el ejército, la iglesia, la burguesía y el rey. Las causas del golpe fueron: el fracaso del régimen corrupto e inmoral, derrotas en Marruecos, incremento en la inseguridad ciudadana y los ataques anarquistas, así como actividades anti-españolas. Las primeras decisiones políticas de Primo de Rivera fueron: supresión de las garantías constitucionales, disolución de las Cortes, censura de prensa. Primo asumió todos los poderes, incluso el judicial, y podía suspender una sentencia si lo creía conveniente.

2.2 El Directorio Militar (1923-1925)

El primer gobierno de la dictadura de Primo de Rivera se denominó Directorio Militar. Sus actuaciones incluyeron: Reorganización de los ayuntamientos y de las diputaciones provinciales, concejales elegidos por sorteo y los alcaldes nombrados por el Gobierno. Política centralista, prohibición de la bandera catalana. Adopción de severas medidas de orden público, prohibición de manifestaciones y huelgas, lo que redujo los atentados y conflictos laborales. Creación de la Unión Patriótica, cuya única misión era apoyar a Primo (Eugenio D’ors, José Mª Pemón, etc.). Con el fin de la guerra de Marruecos, Primo decidió abandonar el protectorado, pero un ataque de Abd-el-Krim lo detuvo y decidió reforzar el ejército. La guerra fue un éxito para la dictadura.


2.3 El Directorio Civil (1925-1930)

Se sustituyó el Directorio Militar por el Directorio Civil, que estaba integrado por civiles y militares. En 1927 se creó una Asamblea Nacional Consultiva, compuesta por miembros de la Unión Patriótica y por funcionarios. El Directorio Civil puso en marcha una política económica intervencionista: – Se aplicaron medidas de proteccionismo (aumento de los aranceles); – Se realizó un ambicioso plan de obras públicas; – Se crearon monopolios estatales (Compañía Telefónica de España y CAMPSA). Fueron necesarias grandes inversiones. Se creó el Consejo Nacional del Trabajo para resolver los conflictos laborales. Primo de Rivera intentó atraer a su política a los líderes sindicales moderados como Francisco Largo Caballero (UGT), quien aceptó formar parte del Consejo Nacional del Trabajo. La CNT fue prohibida y perseguida. Había también muchos en contra de la dictadura: Los conservadores y liberales exigieron elecciones y la vuelta a la Constitución de 1876. Los republicanos fundaron en 1926 la Alianza Republicana e iniciaron una campaña contra la dictadura. Intelectuales como José Ortega y Gasset y Miguel Unamuno se oponían a la dictadura. La UGT rompió las relaciones con el gobierno y los anarquistas crearon la Federación Anarquista Ibérica (1927).

2.4 El hundimiento de la monarquía (1930-1931)

El rey pidió la dimisión a Primo de Rivera, que dimitió en 1930 y se exilió en París. Alfonso XIII nombró jefe de gobierno al general Dámaso Berenguer; se pretendía la vuelta al sistema constitucional, pero no tuvo ningún tipo de apoyo. En 1930, la oposición a la monarquía firmó el Pacto de San Sebastián. Un grupo de intelectuales creó la Asociación al Servicio de la República.


T 15. 1 La Segunda República.

El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República, que comenzó en España en una situación internacional marcada por: crisis económica de 1929, crisis de la democracia en varios países europeos, ascenso de los fascismos y del comunismo. Ante el triunfo de los republicanos, el rey Alfonso XIII se exilió en Italia. La Segunda República contaba con el apoyo de la mayoría de los intelectuales, las clases medias y una parte importante del movimiento obrero. El Comité Revolucionario creado en el Pacto de San Sebastián se convirtió en el primer Gobierno Provisional de la República, compuesto por: Republicanos conservadores (Niceto Alcalá Zamora fue su presidente), Republicanos de izquierda (Manuel Azaña) y republicanos radicales, Socialistas del PSOE (Francisco Largo Caballero), Nacionalistas catalanes y gallegos. Se reconocieron amplios derechos individuales, proclamaron la amnistía y sentaron las bases de la reforma agraria, militar, educativa y laboral (se declaró el 1 de mayo como día festivo, el salario mínimo, etc.). Se produjeron también los primeros problemas (huelgas y enfrentamientos) y enfrentamientos con la iglesia. En las Cortes Constituyentes, socialistas y republicanos de izquierda obtuvieron la mayoría, siendo las primeras elecciones de sufragio universal masculino, donde pudieron votar las mujeres.

1.2 La Constitución de 1931

El 9 de diciembre de 1931, las Cortes aprobaron una nueva Constitución. España se definió como una república democrática y de trabajadores: España se constituyó como un Estado integral, se estableció la separación de poderes y la elección del presidente de forma indirecta.


1.3 El Bienio Reformista (1931-1933)

Niceto Alcalá Zamora fue el primer presidente de la República y Manuel Azaña el presidente del gobierno. El nuevo gobierno contó con el apoyo de todos los partidos del Gobierno Provisional, excepto de los radicales de Alejandro Lerroux. En 1932, se aprobó el Estatuto de Cataluña, por el que se reconocía a los catalanes el derecho de tener gobierno (la Generalitat), presidente y parlamento propio. La derecha se opuso a la aprobación del Estatuto de Cataluña. – Durante el Bienio Progresista se llevaron a cabo las siguientes reformas:

Reformas sociales: se instituyó la jornada de 8 horas, el derecho de huelga, etc.

Reforma educativa: se incrementó el 50% del presupuesto, plan de creación de 13.500 escuelas, fomento de la enseñanza secundaria y universitaria. Se promovió una educación liberal y laica, se prohibió la enseñanza religiosa.

Reforma militar: tenía como fin modernizar el ejército y asegurar su fidelidad a la Segunda República. Se aprobó la Ley Azaña, que permitía a los generales y oficiales retirarse si no juraban fidelidad a la II República. El número de oficiales retirados fue menor de lo esperado (de 20.000 solo 8.000). Se crearon las Guardias de Asalto, cuyos requisitos eran: 1.80 cm, iban armados con metralladoras y matracas flexibles. Reforma agraria: se decretó la obligación de cultivar parcelas forzosamente, prohibición de utilizar maquinaria de campo y prohibición de contratar trabajadores de fuera de la localidad. En 1932 se aprobó la Ley de Bases de la Reforma: entrega de parcelas a los vecinos, anulación del poder de los terratenientes.


T.13 1. Transformaciones económicas: proceso de…

Las transformaciones económicas más importantes en España durante el siglo XIX fueron: la desamortización, la revolución industrial y la construcción del ferrocarril. El proceso desamortizador lo llevaron a cabo los gobiernos progresistas durante el reinado de Isabel II (1833-1868). Los motivos de la desamortización fueron: reconocer el derecho a la propiedad libre y circulante, mejorar la productividad agraria y disminuir la deuda pública del Estado. Fases del proceso desamortizador: desamortización de Mendizábal (1836), desamortización de Espartero (1841) y desamortización de Madoz (1854). Los bienes desamortizados se dividieron en grandes lotes y se vendieron en subastas. Consecuencias del proceso desamortizador: disminución de la deuda pública, campesinos gravemente perjudicados perdieron el derecho de uso comunal, siguieron una agricultura tradicional y leve crecimiento de la producción agraria.

1.2 Peculiaridades de la incorporación de España…

La incorporación de España a la Revolución Industrial fue tardía, incompleta y desequilibrada. Las causas del fracaso de la revolución industrial fueron: inestabilidad política, carbón escaso y de mala calidad, pocas materias primas, atraso tecnológico y escasa competitividad en el mercado internacional. Actividad industrial en España: industria textil del algodón; en 1855, la industria algodonera estaba totalmente mecanizada. Industria siderúrgica: a mediados del siglo XIX se desarrolló en Asturias, y a finales de siglo en Vizcaya, que se convirtió en el centro de la siderurgia. El retraso de la siderurgia tuvo dos motivos: el atraso agrícola y la Ley del Ferrocarril (1855). Minería: durante el Sexenio Democrático, los yacimientos pertenecían al Estado, desamortizados.


1.3 Modernización de las infraestructuras: Ferrocarril.

La construcción del ferrocarril en España estuvo regulada por la Ley del Ferrocarril (1855). La construcción del ferrocarril alcanzó su máximo desarrollo entre 1855 y 1864. La construcción del ferrocarril se hizo con capital público y privado. El Estado subvencionó la construcción, con la condición de que las líneas férreas pasaran a ser del Estado transcurridos 99 años. Como consecuencia de las condiciones, las empresas utilizaron materiales de baja calidad, que debían ser reparados continuamente.

2.1 Transformaciones sociales: crecimiento demográfico.

La población española creció de manera constante durante el siglo XIX. Tasas de natalidad y mortalidad elevadas debido a enfermedades, guerras y epidemias. La estructura de sectores económicos era arcaica y desequilibrada, predominando el sector primario. Incremento del éxodo rural: estancamiento del mundo agrario y crecimiento de las ciudades (Madrid, Bilbao, etc.).

2.3 Génesis y desarrollo del movimiento obrero.

En 1840 se crearon en Barcelona las primeras agrupaciones de trabajadores, que tenían como principal objetivo impedir el descenso del salario y conseguir el pleno derecho de asociación. El proletariado urbano y rural vivía en duras condiciones laborales, lo que fue la causa del conflicto: La fundación de la Primera Internacional (1864) difundió las nuevas doctrinas sociales y anarquistas. En un clima de inestabilidad como el de la I República, el movimiento obrero siguió dos tendencias: Tendencia Marxista: los pequeños núcleos fundaron el PSOE (1879) y en 1888 se creó la UGT. Tendencia Anarquista: Grupo de acción directa (M. Negra), muy radicales. La Federación de Trabajadores de la Región Española.


T. 5 1 Los Reyes Católicos.

Problema de sucesión: siendo aún príncipe de Asturias, se casó con Blanca de Navarra. En 1453 obtuvo una sospecha de sentencia de divorcio por parte de Blanca de Navarra. En 1455, siendo ya rey, Enrique IV se casó con Juana de Portugal. En 1462 nació su hija Juana, que fue jurada heredera al trono, pero poco después se hizo pública la infidelidad de la reina y eso trajo problemas. En 1464, Enrique IV declaró a Juana ilegítima y la sucesión pasaba a Alfonso (hijo del segundo matrimonio de Juan II de Castilla). En 1465, la iglesia pidió privilegios para Alfonso; Enrique se negó y como reacción lo depusieron (farsa de Ávila) y fue nombrado rey Alfonso, que era un niño. En 1468, murió Alfonso, pero Isabel se consideró heredera de los privilegios de su hermano Alfonso; además, se negó a reconocer a Juana, pero tampoco quería luchar con su hermano Enrique. En 1468, los dos se reunieron en una entrevista celebrada en la venta de toros de Guisando, donde fue reconocida heredera.

La unión dinástica: Isabel decidió casarse con su primo Fernando, heredero de Aragón, para evitar conflictos con el rey Enrique y la iglesia. Se casaron en secreto en 1469, donde incluyeron una bula pontificia falsificada. En 1470, Enrique volvió a declarar heredera a Juana, lo que dividió Castilla; hartos de tanto conflicto, Isabel. En 1474, fue declarada reina de Castilla. En los Concilios de Toledo, ambos reinaban conjuntamente, pero mantenían su independencia; era una unión dinástica.

Guerra de sucesión a la corona de Castilla: la posible unión dinástica en 1474 preocupó a Portugal y Francia. En 1475 se inició la guerra dinástica, a Juana (Francia y Portugal) y a Isabel (alta nobleza, las ciudades…). En 1479, Isabel ganó.

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